El periodista Elías Alvarado ya no tendrá que estarse haciendo tantas pruebas covid-19 para saber si está contagiado o no.
El generaleño ya tuvo la oportunidad de vacunarse contra este virus con tan solo 30 años y según confesó no le dolió nada.
El corresponsal de Telenoticias en Nueva York se aplicó la vacuna el martes anterior y aseguró que sí sintió algunos efectos secundarios, pero solo dos primeros días y dice sentirse afortunado porque sabe que en el país hay miles de personas deseando esta oportunidad.
Elías es taxista desde hace varios años y según contó, solo sintió mucho cansancio después de aplicársela y dolor de jupa el miércoles.
“Ahorita dentro de los que calificamos para la vacuna en el estado de Nueva York están los taxistas, porque somos considerados esenciales. De hecho, durante toda la pandemia los taxistas, autobuseros, traileros o considerados conductores esenciales, han trabajado y ya estamos en el grupo que corresponde”, explicó.
El comunicador comentó que por día se aplican más de 3 millones de dosis en Estados Unidos y que su segunda dosis le tocará el próximo 13 de abril.
“Imagínese que con esa cantidad en dos días vacunarían a casi todo Costa Rica”, dijo entre risas.
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A vencer el miedo
El reportero comentó que él siempre ha estado a favor de la vacunación y que se sentía muy tranquilo pese a que nunca le ha dado el virus.
Más bien aprovechó la oportunidad para decirle a los ticos que no hay que tenerle miedo y que no se debe creer en todo lo que se ve en Internet.
“Creo fielmente en la ciencia y creo mucho en Dios y que Dios es el que le da el conocimiento al hombre para hacer este tipo de cosas. Sea creyente o no hay que hacerle caso a los expertos, personas que tienen años de años estudiando medicina. Con toda confianza le digo a la gente que hay que vacunarse. El efecto secundario no es una enfermedad o que nos va a modificar la vida, es cuestión de horas o de días y ya volveremos a estar bien”, dijo.
Elías explicó que a su suegra, de 64 años, ya la vacunaron allá en Nueva York y que a ella no le generó ninguna molestia.
Su esposa es la que no se ha vacunado, porque aún no le toca, pero dice estar muy tranquilo porque ella no sale por el bebé y porque él siempre ha sido muy prevenido.
De hecho, en todo este año pandémico se hizo cuatro pruebas, que ha aprovechado porque allá son gratis, para descartar cualquier contagio debido a que le toca andar mucho en la calle con su taxi y tiene un hijo de pocos meses de nacido.