Esta joven cartaginesa, de 26 años, es periodista comercial de Teletica y se le ve mucho en las redes de Teletica.com.
Ella creció entre cafetales, sueños grandes y la convicción de que Dios cumple los deseos que planta en el corazón.
Hoy no solo brilla en la televisora más importante del país, sino que además dedica su tiempo libre a servir a los demás, llevando alegría a niños, migrantes y personas en situación de calle… ¡con una nariz roja de payaso!
– ¿Quién es Saray Corrales?
Vengo de una familia humilde de la zona de Los Santos, en Santa María de Dota, y también de Orosi, en Paraíso de Cartago. Mis abuelos, por ambos lados, han sido agricultores de café. Actualmente, vivo en Paraíso y me fascina vivir ahí.
– ¿Cómo nació su amor por la comunicación?
Desde los 16 años empecé a tocar puertas en medios pequeños, soñando con llegar a un canal grande. Y ese sueño se cumplió como un milagro, porque desde niña deseaba trabajar en Canal 7.
Recuerdo que en tercer grado hicimos una gira aquí, a Teletica, y pensé: “Yo quiero estar aquí”. Luego volví en la universidad y sentí lo mismo. Para mí es un milagro estar en este lugar, porque vengo de una familia trabajadora, pulseadora, de esas que no se rinden.
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– ¿Qué labor desempeña actualmente en Teletica?
Soy periodista comercial en la televisora, pero también tuve la oportunidad de participar en el formato Force Masters, en el que cubría dos segmentos. Fue muy especial, porque mi familia se reunía para verme y disfrutaba muchísimo.
Desde los 16 años he sido misionera católica, estuve en las Obras Misionales Pontificias (OMP), y llegué a ser coordinadora nacional. También formé parte de la Pastoral Juvenil Nacional y ahora pertenezco a Jóvenes en Victoria. Además, he colaborado con las Obras del Espíritu Santo. Participar en Force Masters fue un regalo de Dios, una experiencia que unió mi fe y mi profesión.
He estado en lugares muy recónditos como Telire o isla Calero, y también en zonas rojas de San José en la madrugada. Durante la pandemia visité Los Diques de Cartago, siempre cerca del pueblo y de la gente. Me gusta escuchar, acompañar y vivir la realidad de mi país.
– Además del trabajo, ¿qué otras actividades disfruta?
Estoy en el equipo de senderismo de Teletica. Gracias a eso conocí compañeros de distintos departamentos y logré cumplir un gran reto: subir el cerro Chirripó junto con mi papá, Luis Emilio Corrales. Lo hicimos para celebrar los 50 años del cerro y los 50 años de mi papá. Fue una experiencia preciosa.
Mi mamá siempre me dice: “Usted tiene que seguir creyendo en lo que Dios le pone en el corazón”. Y me encanta una frase de Santa Teresita del Niño Jesús que dice: “Dios no pone en el corazón deseos irrealizables”. Yo he visto cómo, poco a poco, Él cumple los sueños que planta en mí.
– ¿Es cierto que usa una nariz roja para alegrar a los demás?
Sí. Todo empezó en una fiesta de las Obras del Espíritu Santo, en el Estadio Nacional. Yo era líder de la Juventud Misionera y el padre Sergio Valverde me dijo: “Usted va a ser la nueva coordinadora de la filial de Cartago”. Él me enseñó el valor de la caridad y siempre me repetía: “Saray, recuerde dar alegría, aproveche el don que Dios le dio”. Desde ahí empecé a usar una nariz roja de payaso para compartir alegría.
– ¿Y cómo la usa en su día a día?
Durante la pandemia, como todos usábamos mascarilla, me ponía un clip y la nariz encima. Los niños se sorprendían muchísimo. En las misiones y en el servicio siempre me gusta dar alegría. Incluso, llevo medio pedacito de una nariz roja en el tablero del carro, para recordarme que debo ser feliz y ayudar a los demás.
Como viajo desde Cartago y hay muchas presas, me sirve para no perder la paciencia, para sonreír y dejar pasar a la gente con una sonrisa.
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– ¿Cuándo decide ponérsela?
Cuando veo familias migrantes, niños o personas en situación de calle. Me pongo la nariz y les doy algo de comer o la merienda del día. Siempre intento tener algo para compartir, aunque sea poquito.
– ¿Nunca ha tenido una mala experiencia?
Nunca, gracias a Dios. Al contrario, siempre me responden con un “Dios la bendiga” o un “gracias por el gesto”. Yo sonrío y les digo: “Dios te acompañe, mucha fuerza, vamos con todo”.
Desde pequeña admiro a la madre Teresa de Calcuta, y una de sus frases me guía siempre: “La paz comienza con una sonrisa”.
Tres hermanos | Viene boda | Polifacética |
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Tiene dos hermanos, Luis Alejandro y Sofía y, actualmente, vive con sus padres Guiselle y Luis Emilio. | Tiene cinco años con su novio a quien conoció en la iglesia y se casarán en diciembre. | Es periodista y licenciada en Comunicación y Mercadeo digital, y se considera polifacética. |