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Cuando Andrea Ovares se coronó miss Costa Rica en el 2003, los vientos de cambio no soplaban en Miss Universo y la posibilidad de que Teletica dejara de organizar el concurso nacional no pasaba por la cabeza de nadie.
Ovares conquistó el reinado de belleza hace 21 años, el doble de la edad que tiene hoy (42 calendarios). Ahora ya está consumada como mamá (tiene dos hijas de 7 y 9 años), esposa (se casó hace 12 años) y abogada.
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Andrea recordó su reinado en medio de la sacudida de los últimos días del certamen Miss Costa Rica, el mismo que ella ganó con mucha sorpresa ese 2003, que la hizo cambiar su nombre por un mes completo y que cambió su vida para siempre.
“Para mí fue una gran sorpresa haber ganado ese año, pero fue una oportunidad muy linda porque pude viajar a lugares que no hubiera podido imaginar, participar en Miss Universo con tantas mujeres lindas. Yo soy hija única, entonces compartir como con hermanas durante un mes fue muy especial, aunque sí muy intenso”, dijo Ovares a La Teja.
Andre recordó que uno de los momentos más especiales de su reinado fue cuando estuvo en Miss Universo, que ese año se realizó en Panamá, y tuvo que cambiar su nombre por el de Costa Rica.
“Cuando llamaban por teléfono al cuarto uno no contestaba con el nombre sino con el país que representaba. Era como: ‘Aló, habla Costa Rica’, y eso era muy especial. Me significó mucho poder llevar un poquito del país de uno a otros lugares”, aseguró.
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Una chiquilla
En ese tiempo, Andrea apenas estudiaba Derecho, era muy jovencita y sin mucho colmillo, algo que ella lamenta porque, de lo contrario, le habría sacado más jugo a la experiencia.
“Viéndolo en retrospectiva me hubiera gustado ser un poco más desenvuelta, tener más colmillo, haber aprovechado un poco más todo… Pero era una muchacha muy sencilla, muy enfocada en la familia y los estudios. Traté de hacer lo mejor que pude en el reinado, pero creo que me faltó un poco de proyección y cosas que, si hubiera tenido más preparación o más edad, hubiese podido hacerlo de mejor manera. En ese momento hice lo mejor que podía con lo que tenía”, contó Ovares.
Con su simpatía y cordialidad de siempre, la también ganadora del concurso Tica Linda 1997, dijo que tras la corona del Miss Costa Rica se volvió una persona más segura y comenzó a trabajar en modelaje, algo que le costaba bastante.
Actualmente está retirada del medio, enfocada en su vida personal y profesional, y el único “cable a tierra” que tiene con los certámenes de belleza es la asesoría legal que le da al Mrs Universe Costa Rica, franquicia de la presentadora de televisión María Teresa Rodríguez y de la modelo Johanna García.
