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Chofer de carro fúnebre mató a la hija, a un hermano y a la mamá de la misma forma en tres años

Pablo Grottini buscó en Internet “¿qué pasa si inyecto aire en las venas?”, “¿cuánto después de introducir aire se produce el infarto?”...

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“¿Qué pasa si inyecto aire en las venas?”, “¿qué medicamento se puede tomar para causar la muerte?”, “¿cuánto después de introducir aire se produce el infarto?”...

Ese fue el historial de búsquedas en Internet que hizo Pablo Damián Grottini, el hombre detenido y acusado de haber matado a su madre, su hermano y su hija en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Argentina.

La fiscal María Belén Baños, a cargo de la investigación, dijo que las búsquedas fueron los elementos principales para pedir que lo arrestaran.

“Las búsquedas las encontramos tanto en el teléfono celular como en una tableta. Por orden judicial, intervinimos la cuenta de correo electrónico del sospechoso y así pudimos reconstruir las búsquedas”, explicó una fuente del caso.

El sospechoso iba a ser interrogado por la fiscal Baños, pero se negó a responder las preguntas, se limitó a contar cómo sucedieron cada una de las muertes.

Fuentes de la investigación dijeron que en la casa donde vivía el sospechoso con su mamá se decomisó una taza con té que estaba guardada en la refrigeradora y que iba a ser examinada para determinar si la bebida tenía alguna sustancia para hacer que la mujer perdiera el conocimiento.

La fiscal Baños explicó: “Manejamos la hipótesis de que hubiese podido inyectarles aire en una cantidad abundante y suficiente para causar la muerte”.

Muerte dudosa

La investigación comenzó a finales de abril en la madrugada cuando la médica de guardia del Hospital San Felipe de San Nicolás, Yamila Fernández, llamó a la fiscalía para avisar que la paciente Teresita Di Martino había fallecido de manera dudosa.

Di Martino fue sometida a una serie de estudios que dieron como resultados “parámetros normales”, pero continuó internada en observación y le pusieron suero para hidratarla.

“Estuvo a solas al cuidado de su hijo (en un espacio cerrado) del hospital, para un solo paciente. La salud (de la señora) fue controlada por el personal médico. Se encontraba estable, incluso en condiciones de ser dada de alta.

“No presentaba ninguna complicación y tampoco enfermedades previas que ameritaran su internamiento. Tampoco se le suministró ninguna medicación más allá de la solución fisiológica (el suero)”, informó el Ministerio Público.

Con la ropa mojada

Pero, de pronto, Grottini avisó al personal médico que el suero se salía.

“La enfermera de turno, luego de constatar que la vía estaba pinchada, atravesada de lado a lado, cambió el suero, observando que el hijo de la paciente tenía la ropa mojada”, explicaron fuentes judiciales.

La ropa mojada de Grottini alertó al personal médico y a los enfermeros. Una hora y media después, el hijo de la paciente avisó que su madre estaba dormida. Pero, en realidad, estaba muerta.

“El personal médico constató que el nuevo suero que había colocado la enfermera también estaba pinchado, esta vez con un solo orificio en la manguera.

“Además se halló una ampolla de un ansiolítico abierto, la cual no había sido recetada para ningún paciente ese día”. Tampoco se correspondía con la marca que utilizan en el hospital.

Ya lo conocían

Hasta su detención, el sospechoso trabajaba como chofer de carros fúnebres.

Los médicos, que declararon como testigos ante los funcionarios judiciales, dijeron recordar a Grottini no solo porque trabajaba en una empresa funeraria y frecuentaba el hospital, sino porque en ese mismo centro médico había fallecido su hija en julio del 2021.

La hija de Grottini fue llevada al hospital con dolores en el pecho. Los resultados de los estudios médicos no mostraron nada fuera de lo normal, pero se decidió dejarla en observación y ponerle suero.

Horas más tarde se constató que el suero estaba dañado, el cual no fue cambiado por uno sano porque la niña se encontraba bien, en condiciones de ser dada de alta.

A los pocos minutos, el padre dio aviso al personal de guardia que la niña no estaba bien y se comprobó de inmediato que “había palidecido y se encontraba débil y mareada, de manera repentina”, explicaron fuentes judiciales.

Debió ser trasladada a terapia intensiva. Quedó al cuidado de su padre. Poco después falleció.

Y hay más...

El hermano y su perro

Germán Grottini, hermano del sospechoso, murió en julio de 2019 a los 32 años en una clínica a la que había llegado con mareos, náuseas y somnolencia.

“El médico que lo atendió declaró que no pensaban dejarlo internado más de 24 horas. Le habían colocado suero. El cuadro era leve y la evolución rápida y favorable. Quedó internado en una habitación al cuidado de su hermano y su madre”, se afirmó en el comunicado de prensa difundido por el Ministerio Público Fiscal.

En determinado momento, cuando la madre del paciente volvió luego de una salida breve descubrió que su hijo no reaccionaba. Estaba muerto.

Dos o tres días después, Grottini habría matado el perro de su hermano con una sustancia que le inyectó.

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