Estados Unidos negó el avance de solicitudes de ciudadanía estadounidense y residencia permanente para migrantes de 19 países, una decisión que amplía las restricciones impuestas por el gobierno de Donald Trump y que incluye a tres naciones latinoamericanas: Cuba, Haití y Venezuela.
El anuncio no solo provocó alarma entre comunidades migrantes, sino que también encendió polémica debido a un insulto directo usado por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, para referirse a los extranjeros afectados.
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Medida afecta a países con tensiones con Washington
El documento oficial, al que tuvo acceso la AFP, confirma que la suspensión aplica a aquellas naciones sometidas a restricciones de viaje desde junio.
Además de los países latinoamericanos, la lista abarca Afganistán, Birmania, Burundi, Chad, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Irán, Laos, Libia, República del Congo, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Togo, Turkmenistán y Yemen. Con esto, el gobierno frena la posibilidad de que miles de personas obtengan la residencia y, posteriormente, la naturalización.
La administración argumenta que la decisión busca fortalecer los filtros de seguridad. Según el memorando, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración tiene la responsabilidad de “impedir que terroristas busquen refugio en Estados Unidos” y garantizar que los procesos de pesquisa y verificación se mantengan estrictos.
La medida fue presentada tras el ataque contra dos miembros de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca, donde murió una agente. El principal sospechoso es un ciudadano afgano que llegó al país durante la evacuación de Kabul en 2021.
El insulto que elevó la tensión política
En medio de este escenario, las declaraciones de la secretaria de Seguridad Interior generaron un fuerte rechazo.
Kristi Noem aseguró en redes sociales: “Acabo de reunirme con el presidente. Recomiendo una prohibición total de viajes para cada maldito país que ha inundado nuestra nación con asesinos, sanguijuelas y adictos que se creen con derecho a todo”.
Su afirmación reforzó la percepción de un endurecimiento extremo en la política migratoria, así como un tono abiertamente ofensivo hacia los migrantes de los países afectados.
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Organizaciones de derechos civiles calificaron este lenguaje como un intento de avivar el sentimiento antimigrante en un período políticamente delicado. Analistas coinciden en que estas expresiones pueden influir en la retórica nacional de cara a las elecciones y profundizar la polarización social.
Operativos y nuevas acciones en camino
Medios estadounidenses informaron que el gobierno prepara una operación de control migratorio en Minnesota, dirigida principalmente a ciudadanos somalíes. Autoridades estatales afirmaron que no colaborarán con acciones que consideren discriminatorias.
Trump, por su parte, reiteró su promesa de aplicar las mayores deportaciones en la historia del país y afirmó que buscará “pausar permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo”. Estas declaraciones, junto con las restricciones recién impuestas, consolidan una postura más rígida hacia la migración en Estados Unidos, que continúa siendo uno de los temas más intensos del debate público.
Esta nota fue hecha con ayuda de Inteligencia Artificial.



