En Carrollton, un pequeño pueblo del estado de Ohio, en Estados Unidos, la vida de una pareja dio un vuelco inesperado. La rutina diaria de enfrentar los tratamientos contra el cáncer de ella, estaba marcada por largas horas de angustia, cansancio y la incertidumbre económica que implica esta enfermedad.
Sin embargo, un gesto tan simple como detenerse en una tienda para comprar una “raspadita” cambió todo: él se convirtió en ganador del premio mayor de la lotería.
La historia empieza como cualquier otro día. Después de acompañar a su esposa a una sesión médica, el hombre decidió pasar por una tienda de conveniencia. Allí compró dos boletos de cinco dólares. Tenía una costumbre curiosa: elegir siempre el último del rollo, convencido de que podía traer suerte. Lo que nunca imaginó es que esa superstición lo llevaría a ganar 500.000 dólares (unos 252 millones de colones).
Ya en casa, sacó el boleto y comenzó a rasparlo. La sorpresa fue tal que primero pensó que había cometido un error. “Estoy en shock”, recordó después en declaraciones a la prensa local. Corrió hacia su esposa, todavía en recuperación, y le gritó que creía haber ganado medio millón de dólares. Ella, incrédula, lo miró y le preguntó si se había caído o estaba bromeando.
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La confirmación llegó cuando escanearon el boleto en la aplicación oficial de la Lotería de Ohio. No había duda: eran los ganadores del premio mayor. La tienda donde lo compró, Bellstore #146, en Malvern, fue escenario de esta inesperada buena noticia.
Aunque el premio bruto fue de medio millón de dólares, tras los impuestos correspondientes la suma final que recibirá la pareja ronda los 360.000 dólares, equivalentes a unos 182 millones de colones. Aun así, es un platal.
Un respiro en medio de la tormenta
El cáncer no solo golpea la salud, también sacude las finanzas. Entre consultas, medicamentos y traslados, los gastos pueden ser asfixiantes. En este caso, el dinero llega como un respiro inesperado. “Es un sueño”, dijo el hombre, todavía sorprendido por lo que la suerte le deparó.
La historia rápidamente dio la vuelta en medios de Estados Unidos y Latinoamérica, porque refleja algo más allá de la fortuna: la capacidad del azar de brindar esperanza en los momentos más oscuros.
Lecciones de vida y azar
Historias como esta invitan a reflexionar sobre la vida cotidiana de quienes enfrentan enfermedades graves. En medio de tanto dolor, un hecho fortuito puede convertirse en un bálsamo emocional. No todos tienen la misma suerte, pero este caso demuestra que incluso los pequeños gestos —como comprar un boleto de lotería— pueden transformar el rumbo de una familia.
En Costa Rica, donde los sorteos de lotería forman parte de la cultura popular, muchos ticos se identifican con esta historia. Más allá de la ilusión de ganar, hay un trasfondo de esperanza y de fe de que, tarde o temprano, la vida puede sorprender con una buena noticia.
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Entre la incredulidad y la esperanza
La esposa del ganador sigue en tratamiento, pero ahora ambos enfrentan el futuro con un poco menos de angustia económica. El premio no borra la enfermedad, pero sí permite cubrir parte de los gastos médicos y, sobre todo, devuelve la tranquilidad a la pareja. Además, guardará parte del dinero para celebrar cuando ella esté recuperada.
Como dice el propio ganador, todo fue cuestión de instinto: “Siempre me gusta el final del rollo”. Esta vez, ese capricho fue suficiente para que el azar los eligiera.
*Esta nota fue redactada por la Inteligencia Artificial, con información de El Tiempo de Colombia y revisada por un editor.