El viernes, a sus 19 años, falleció Clara Giménez, una joven argentina que conmovió al país al hacer pública su incansable batalla contra una grave enfermedad intestinal y su denuncia por la importancia de una atención médica digna. Su historia se volvió viral hace unos meses, convirtiéndola en un símbolo de la lucha de muchos por acceder a tratamientos esenciales.
Una vida marcada por la enfermedad y la visibilidad
Clara fue diagnosticada a los 12 años con un vólvulo intestinal, (es una condición médica en la que una porción del intestino se retuerce sobre sí misma, obstruyendo el paso de los contenidos intestinales y, a veces, el flujo sanguíneo a la zona afectada), condición que le causó la pérdida de gran parte de su intestino grueso. En 2020, le colocaron una ostomía de forma permanente, algo que ella misma normalizaba con valentía en entrevistas, buscando derribar prejuicios.
“Es supernormal (vivir con una bolsa de ostomía, abertura artificial creada quirúrgicamente en la piel del abdomen para permitir la salida de heces o orina). Capaz lo tienen como algo muy terrible y la verdad es que no”, contó Clara en una entrevista reciente en el canal de streaming OLGA.
Sin embargo, en los últimos meses, su estado de salud se deterioró críticamente. La familia de Clara, y ella misma, habían estado peleando contra un enemigo adicional: las demoras en la cobertura de su obra social, OSTEL (Obra Social del Personal de Telecomunicaciones de La República Argentina), según reportó el canal de televisión TN.
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La demora letal: “Llegó demasiado tarde”
“Desde enero veníamos peleando por la cobertura que necesitaba y cuando llegó fue demasiado tarde”, expresó Fernanda, la mamá de Clara, en diálogo con Ahora Mar del Plata. Con una mezcla de dolor e impotencia, añadió: “La demora fue letal”.
La familia Giménez había incluso iniciado una acción judicial contra OSTEL luego de atravesar una extensa y frustrante instancia administrativa sin respuestas. La abogada de la familia, Verónica Giovanniello, señaló una falla sistémica: “El problema es que no hay una sanción real y ejemplificadora para los incumplimientos”. Su denuncia es contundente: “El juzgado ordena, la obra social desoye, y los afiliados se mueren. Así de drástico”.
Medidas judiciales incumplidas hasta el final
El Juzgado Federal N°4 había dictado una medida cautelar para garantizar el tratamiento y la atención que Clara necesitaba. No obstante, su familia asegura que muchas de esas decisiones judiciales no se cumplieron o lo hicieron cuando ya era demasiado tarde. Horas antes de su fallecimiento, se había autorizado el traslado de Clara al Hospital Privado de Comunidad (HPC), pero su muerte ocurrió antes de que pudiera concretarse.
La historia de Clara resuena profundamente en Argentina, donde muchos denuncian problemas en el acceso a la salud. “Claras hay miles. Su historia conmovió porque tuvo el coraje de hacer público el destrato que sufrió“, explicó la abogada de la familia. Y añadió una acusación grave: “Incluso llegaron a insinuar que no la atendían porque era una afiliada indirecta y su aporte ‘no alcanzaba para nada’. Eso es vergonzoso”.
El caso de Clara Giménez es un desgarrador recordatorio de la vulnerabilidad de los pacientes frente a las demoras burocráticas y la importancia de un sistema de salud que garantice el derecho a la vida de forma oportuna.