Luego de que el papa Francisco calificara al Gobierno de Nicaragua como una “dictadura grosera”, el país centroamericano aseguró este domingo que se ha planteado la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Un escueto comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó lo siguiente: “Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia católica, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, bendita y siempre libre, precisa que entre el estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas”.
Tras el cierre de dos universidades vinculadas a la Iglesia católica, el papa Francisco dijo en referencia al presidente nicaragüense, Daniel Ortega: “Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”. Durante la entrevista, el papa argentino hizo referencia sin nombrarlo al obispo católico Rolando Álvarez, condenado en febrero a 26 años de prisión por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, declaró.
Nicaragua enfrenta actualmente una ola de condenas de la comunidad internacional por cuenta de la deriva autoritaria de la gestión de Daniel Ortega, quien gobierna con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Centenares de opositores fueron detenidos en el país tras las multitudinarias protestas antigubernamentales del 2018.
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El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, estaba detenido desde agosto del 2022 por conspiración y rechazó ser deportado a EE.UU.