Durante un viaje a Disneyland París a finales de septiembre, una niña británica llamada Emilia, de 10 años, protagonizó uno de los momentos más emotivos del año. En un video que rápidamente se viralizó, se ve a la menor frente al genio de una lámpara mágica, pidiendo con inocencia y esperanza que su cáncer cerebral terminal desapareciera.
La escena, grabada por su familia y compartida en redes sociales, generó miles de mensajes de apoyo y solidaridad de personas en todo el mundo, que expresaron admiración por su valentía y ternura ante la adversidad.
Un diagnóstico devastador
Su madre, Kayleigh Atkinson, contó a medios británicos que Emilia comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza y náuseas matutinas durante varias semanas. Ante la falta de mejoría, la familia decidió someterla a estudios médicos más profundos.
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En agosto, los resultados de una resonancia magnética y una biopsia confirmaron el peor diagnóstico: un glioma pontino intrínseco difuso (DIPG) de grado 4, un tipo de tumor cerebral agresivo que afecta el tronco encefálico y que, lamentablemente, no tiene cura.
El 5 de septiembre, los médicos confirmaron oficialmente la enfermedad. Desde entonces, la familia ha enfocado sus esfuerzos en darle a Emilia experiencias llenas de alegría y amor, entre ellas, el viaje a Disneyland París que generó tanta emoción en redes.
El impacto emocional en la familia
Kayleigh, de 35 años, declaró a Newsweek que se sintió “paralizada” al escuchar el diagnóstico. “Fue como si todo se moviera en cámara lenta”, relató al recordar el momento en que el médico confirmó el estado de salud de su hija.
Antes de iniciar el tratamiento de radioterapia, la familia decidió realizar un viaje especial a Disneyland París para cumplir uno de los sueños más grandes de Emilia. Fue allí donde la niña, al encontrarse con una lámpara mágica en el parque temático, formuló su deseo más profundo: que su cáncer desapareciera.
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Una historia que tocó corazones
El gesto de Emilia y la fortaleza de su familia se difundieron rápidamente en redes sociales, donde usuarios de distintos países han compartido mensajes de cariño y esperanza. Su historia también ha servido para visibilizar el DIPG, una enfermedad poco conocida y con escasas opciones terapéuticas.
La madre de Emilia continúa acompañando a su hija en su tratamiento paliativo, además de participar en campañas de concientización sobre los tumores cerebrales infantiles, con el propósito de apoyar la investigación y dar voz a otras familias que enfrentan diagnósticos similares.
Nota realizada con ayuda de IA


