El Museo del Louvre enfrenta una nueva controversia en París. Semanas después de sufrir un robo millonario de joyas, la institución confirmó este domingo que una fuga de agua causó estragos en la biblioteca del departamento de antigüedades egipcias. El incidente ha puesto en alerta a la comunidad de conservadores y al público general.
Francis Steinbock, administrador general adjunto del recinto, ofreció un balance preliminar de la situación. Según el funcionario, “entre 300 y 400 documentos” resultaron afectados por el agua. El material dañado corresponde principalmente a revistas de egiptología y documentos históricos científicos que datan de finales del siglo XIX y principios del XX.
LEA MÁS: El Louvre descubre la edad de oro del Renacimiento portugués
Proceso de recuperación y restauración
A pesar de la gravedad del suceso, la administración del museo aclaró que no se perdieron piezas de arte irremplazables. Steinbock aseguró que “ninguna obra del patrimonio fue dañada” y enfatizó que los textos, aunque valiosos para la investigación, no son únicos en el mundo. No obstante, el incidente obliga a desplegar un protocolo de emergencia.
Los volúmenes mojados serán sometidos a un cuidadoso proceso de secado. Posteriormente, se enviarán a talleres especializados para su restauración antes de volver a ser colocados en los estantes. El objetivo es salvar la totalidad de la información contenida en estos registros sobre antigüedades egipcias.
Infraestructura obsoleta bajo la lupa
La causa del incidente se localizó en la red hidráulica que abastece los sistemas de calefacción y ventilación de la biblioteca. El reporte indica que una válvula se abrió por error, provocando la filtración desde el techo. Las autoridades reconocieron que esta red es “totalmente obsoleta” y estaba cortada desde hace meses.
LEA MÁS: Esta es la vitamina que reduce el cansancio y mejora el sueño, según la ciencia
Se tiene previsto reemplazar estas tuberías a partir de septiembre de 2026, como parte de un plan de renovación mayor. Mientras tanto, se ha iniciado una investigación interna para determinar las responsabilidades exactas. Este evento se suma a la mala racha del Museo del Louvre, que recibió 8,7 millones de visitantes en 2024, y que aún lidia con las secuelas del robo de octubre.
El increíble robo del Louvre
El 19 de octubre de 2025, un audaz robo espectacular sacudió al Museo del Louvre en París, donde un comando de cuatro personas sustrajo ocho joyas históricas de la corona francesa.
El valor estimado del botín asciende a más de $100 millones (88 millones de euros), aunque las piezas son consideradas de valor patrimonial inestimable.
Entre las reliquias robadas destacan una diadema de perlas que perteneció a la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros usado por la reina María Amelia.
La acción fue ejecutada con gran precisión en apenas siete u ocho minutos, a plena luz del día.
Los asaltantes, disfrazados de obreros o empleados, usaron un montacargas estacionado en la vía pública para alcanzar una ventana de la Galería de Apolo.
Una vez dentro, rompieron las vitrinas con una sierra de disco y luego escaparon en dos motocicletas.
Durante la fuga, dejaron atrás elementos clave para la investigación, como guantes, herramientas y una corona dañada de la emperatriz Eugenia, que permitió a los investigadores recolectar huellas dactilares y ADN.
La policía francesa ha detenido a un total de siete sospechosos relacionados con el caso, de los cuales cuatro han sido inculpados y encarcelados por “robo en banda organizada” y “asociación criminal”.
Uno de los primeros arrestados fue sorprendido en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle intentando huir hacia Argelia.
No obstante, el botín sigue sin aparecer, y los expertos alertan sobre el riesgo de que las joyas, invendibles en el mercado legal, sean desmanteladas y sus metales fundidos.



