En Costa Rica hay héroes de cuatro paticas que, a pesar del abandono, la enfermedad y la indiferencia humana, siguen dando lecciones de vida.
Dos de esos guerreros son Romerito y una valiente perrita rescatada en Costa de Pájaros, Puntarenas, quienes hoy representan el espíritu del Día Mundial del Perro: resiliencia, nobleza y amor incondicional.
Romerito es un zaguatico pequeñito, mezcla de chihuahua, que apareció en plena romería pasada. Su historia empieza dentro de una caja en la que un romero lo encontró en muy mal estado: con diarrea, deshidratado y con el cuerpo débil.
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Ese muchacho, en lugar de seguir de largo, decidió cambiarle la vida. Lo llevó a su casa, lo bañó y luego lo entregó a la Asociación Animales de Asís, en Heredia.
Hoy, a sus diez años, Romerito se aferra a la vida con más ganas que nunca. Ya recibió antibióticos y está fuera de peligro, aunque todavía necesita vacunas, castración y limpieza dental para estar completamente listo para encontrar un hogar.
Romerito, a la orden
Su pequeño tamaño le da ventajas para ser adoptado, pero su edad es un reto: muchos prefieren cachorros y se olvidan de los peluditos abuelitos.
“Cuando los perros envejecen, mucha gente los bota porque ya no quieren tener que ver con enfermedades ni pagar veterinario y eso es muy triste”, cuenta Carolina Benavides, de Animales de Asís.
Pese a su pasado difícil, Romerito empieza a recuperar fuerzas. Eso sí, aún tiene miedo: no se siente cómodo cuando otros perros se le acercan, pero con paciencia y cariño está aprendiendo a confiar otra vez.
La otra guerrera vive una batalla distinta. Fue encontrada hace cuatro meses en Costa de Pájaros, Puntarenas, una de las zonas donde el abandono y el maltrato animal son más crudos.
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Andaba por la playa, flaquita y con seis cachorros pegados a ella. Además, padecía un tumor de Sticker, una enfermedad dolorosa que se vuelve evidente, huele fuerte y hace que la gente las rechace. A muchos perros en esas condiciones les tiran agua hirviendo los garrotean, como si fueran culpables de estar enfermos.
Gran guerrera
Pero esta zaguatica no se rindió. Fue rescatada por Animales de Asís, castrada y atendida, lo que permitió reducirle un poco el tumor. Sin embargo, todavía necesita un tratamiento especial, parecido a la quimioterapia, que actualmente no está disponible en el país.
Aun así, su espíritu cambió: de ser una perrita temerosa y desconfiada, ahora empieza a mover la colita cuando recibe cariño.
Su historia refleja la realidad de cientos de animales que viven en abandono en la costa y en zonas rurales, donde enfermedades como el gusano barrenador, erliquia y gusano del corazón hacen estragos. Animales como ella dependen de la solidaridad y del amor de todos nosotros para salir adelante.
Detrás de estas historias está el trabajo silencioso, pero gigante de la Asociación Animales de Asís, un refugio privado fundado en el 2000 en Alto del Roble, Heredia, por la profesora estadounidense Karin Hoad, quien invirtió sus ahorros y pensión en salvar perros y gatos de la calle.
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Gran obra
Hoy el albergue atiende a unos 200 perros y funciona gracias a donaciones, casas cuna y voluntarios que creen que cada vida importa.
“Rescatar animales no es una moda, es un estilo de vida. Todos los animales merecen calidad de vida y un hogar que los ame”, decía Hoad, quien falleció hace dos años dejando una herencia de amor enorme.
Su misión sigue viva: cada fin de semana organizan ferias de adopción donde entre 30 y 35 perros encuentran nuevas familias.
El Día Mundial del Perro, que se celebra cada 26 de agosto, es un recordatorio de que estos peluditos no son desechables, ni juguetes de temporada.
Ellos sienten, sufren y aman. Romerito y la valiente perrita de Costa de Pájaros son prueba de que, con cuidados y cariño, pueden volver a confiar y dar amor infinito.
En Animales de Asís ningún perro es sacrificado por viejo o enfermo. Los que no logran ser adoptados se quedan en el refugio de por vida, recibiendo comida, atención médica y, sobre todo, dignidad.
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Este 26 de agosto, cuando recordamos a esos amigos de cuatro paticas que llenan los hogares de alegría, la mejor forma de honrarlos es abrir el corazón y la puerta de la casa para adoptar.
Romerito y su amiga guerrera esperan a alguien que les dé la oportunidad de cerrar su historia de abandono con un final feliz.
Si usted quiere cambiar la vida de uno de estos perritos y, de paso, llenar la suya de amor puro, puede contactar a la Asociación Animales de Asís al 8727-7589.
Porque en el Día Mundial del Perro, el mejor regalo que se les puede dar es un hogar lleno de amor.