Este domingo 10 de setiembre se cumplen 131 años de la construcción del primer oratorio dedicado a San Nicolás de Tolentino en Taras de Cartago.
En medio de esa gran celebración se vive otra bonita fiesta: la del pan bendito. Nadie sabe cuándo empezó, pero a todos los vecinos de la comunidad los llena de emoción.
Esta tradición se ha transmitido de generación en generación. Los vecinos de Taras se reúnen en familia para elaborar el pan y ofrecérselo a San Nicolás.
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En un principio tenían que ir de casa en casa para recordarle a los vecinos que debían llevar el pan a la iglesia para la bendición, pero ya eso no hace falta en estos días. La gente se alista con buen tiempo para tenerlo listo para la misa en honor a San Nicolás, la cual este año será al mediodía y presidida por el padre Víctor Munguía.
Durante muchos años las vecinas se organizaban para repartir el pan bendito después de la celebración, pero actualmente esta tarea está a cargo de los ministros de la comunión quienes también lo llevan a todas aquellas personas que no puedan participar de la eucaristía.
Más de 500 bollitos de pan serán los que se bendigan en el altar este domingo. Siempre alcanza el pancito para todos los que están en el templo y para llevarle a los enfermos de la comunidad que no pueden asistir a la misa.
La tradición no solo congrega a los de Taras, también llega gente de todo el país para celebrar a este santo.
¿Quién fue San Nicolás de Tolentino? Fue un sacerdote, religioso católico italiano, el primer santo de la orden de San Agustín. Estuvo treinta años en el convento de Tolentino, dedicado a visitar a los enfermos, consolar a los afligidos y ayudar a los pobres.
Estando muy malito de salud, un día contó que tuvo una visión de la Virgen María, quien le daba de comer unos pedacitos de pan, e inmediatamente se sanó. En memoria de esa visión es que se bendicen en el día de su festividad los llamados Pancitos de San Nicolás.
San Nicolás murió el 10 de septiembre de 1305 en Tolentino. Fue canonizado en 1446, porque se le confirmaron más de 300 milagros que pasaron cuando vivió y después de muerto. Fue el primer agustino canonizado.
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Se le considera protector de las ánimas del Purgatorio, además de intercesor por la justicia, la maternidad, los niños y la salud. Sus restos se conservan en la Basílica de San Nicolás de Tolentino en Italia.
En la parroquia de Taras, desde el pasado 1 y hasta este 10 de setiembre, hay diferentes actividades para toda la familia. La tradición del pan bendito es la principal celebración y está a cargo de los sacerdotes Pablo Orozco y Cristian Pérez.