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Así es Oxígeno, el mall herediano que ya ha sido visitado por un millón de personas

Centro comercial muestra muchas diferencias en comparación con otros

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A mucha gente le encanta ir los fines de semana a los centros comerciales. Es como la “salida obligatoria” aunque sea solo para ver vitrinas o comerse un helado..

Esa costumbre se ha repetido en Oxígeno Human Playground, en San Francisco de Heredia, un lugar que rapidito se convirtió en uno de los favoritos para salir de “finde”.

Desde que abrió, el 20 de noviembre del año pasado, ha recibido a más de un millón de visitantes, según los datos que tiene el desarrollador del proyecto Cuestamoras Urbanismo.

A los dueños no les gusta llamarlo mall sino “un centro de entretenimiento familiar donde se viven experiencias”.

Llevados por la curiosidad nos dimos una vuelta para ver cómo es la cosa y lo cierto es que desde afuera se empieza a notar algo distinto.

Al inmenso edificio lo rodea una cancha sintética de atletismo de 1,2 kilómetros a la que mucha gente llega a correr a toda hora.

En la puerta principal del lado norte de Oxígeno está la fuente a la que hace unos días se metió a bañarse un visitante que se tomó muy en serio lo de “play” y al que sacaron de inmediato porque es una fuente decorativa, no una piscina.

Agarrar mesa es un milagro

Ya adentro nos topamos con varios escenarios. El primero es la zona de comidas –otros la llaman "food court– donde los fines de semana aquello es un hormiguero. Agarrar mesa para comer es un milagro ya que es mucha la gente, pocas las opciones y menos aún las mesas (que están restringidas según cada local).

“Vine en diciembre con mi familia y esperé unos cuarenta minutos a que se desocupara una mesa y nunca ocurrió. A final de cuentas nos fuimos con hambre y con chicha”, dijo Diana Rojas, vecina de Hatillo.

Ante esta queja Cuestamoras indicó que aún faltan restaurantes por abrir y que eso aumentará la cantidad de espacios disponibles.

En esa zona también está la pista de patinaje sobre hielo. No es realmente hielo, es una simulación, pero los chiquillos gozan como si estuvieran en la Antártida.

La pista permanecerá abierta hasta el 14 de febrero y la entrada (media hora) tiene un costo de ¢3.600 más los cargos de servicio.

Cinco zonas distintas

Oxígeno cuenta con cinco zonas con diferentes ambientes. Ovivir (donde se reúne el deporte y el entretenimiento) , Oexplorar (dedicado al equilibrio y a la salud y donde el visitante encuentra todo lo necesario para satisfacer el espíritu aventurero, estimular la mente y el cuerpo al aire libre), Osentir ( moda, tecnología, elegancia y alta costura), Oser (lleno de juegos para los más pequeños) y Overde (15 mil metros cuadrados de áreas verdes).

Si usted va y se llega a perder en los 130 mil metros cuadrados de construcción hay pantallas interactivas que le dirán dónde está y cómo llegar a la zona que desea.

En Oexplorar la gente se sorprende al ver una pared para escalar, un parque de cuerdas y un canopy a 20 metros de altura en una plaza de 700 metros cuadrados. Toda la expedición cuesta ¢8.600 y también se pueden disfrutar por separado. La escalada sale en ¢4.600, el recorrido con cuerdas con distintos puentes colgantes en ¢5.100 y el canopy (rollglider) en ¢3.600.

La edad mínima para disfrutarlo es 7 años y la estatura mínima 1,10 metros.

“La verdad es que me gustó mucho, no tuve que hacer mucha fila y el canopy es intenso, rápido, pero es divertido”, opinó Karla Arias.

Algo muy chiva y novedoso de Oxígeno es la terraza. La gente puede subir y observar desde ahí las montañas de Alajuela, Cartago y Heredia. Hay amplias zonas verdes, plantas y por ahí pasa la pista de atletismo.

También tiene árboles solares y generadores de energía eólica con conexiones para cargar aparatos móviles.

Por la terraza se llega a los cines. Cinemark Oxígeno tiene ocho salas (cuatro son VIP). Unas tienen asientos programados para moverse, otras con sillas reclinables y servicio personalizado, pantallas de pared a pared y 1.500 sillas en promedio. La parte donde venden dulces es de autoservicio.

Desde la azotea bajamos otra vez a la zona de los chiquitines, la Oser. Allí los más pequeños podrán disfrutar de forma gratuita de Lucky Climbers Play, una construcción para escalar de 11 metros en forma de planta, además de las escaleras piano, que son 15 escalones con música.

Más abajo está KidZania, una miniciudad donde los niños pueden jugar a ser médicos cirujanos, bomberos, policías, locutores, periodistas, actores o actrices, cajeros en un banco o en una tienda y hasta regentes farmacéuticos. Son más de 60 profesiones.

El costo de la entrada está así: de 0 a 1 año entran gratis; de 2 a 3 años pagan ¢5.700; de 4 a 14 años ¢11.500 y de 15 años en adelante ¢5.700.

¿Y las compras?

Ya adentro uno se da cuenta de que un montón de locales aún están desocupados. De los 130 mil metros de construcción, 45.000 son para tiendas y 15.000 son áreas verdes. Esta parte también incluye una plaza para eventos de 2.500 metros cuadrados.

“Yo lo vi muy vacío, la mitad de los locales están cerrados y hay pocas opciones para comer. Lo que sí me gustó fueron los cines, son modernos y espaciosos”, indicó Carlos Abarca.

Pudimos ver tiendas y restaurantes como Aeropostale, Aldo Nero, Burger King, Cinemark, Crispy Churros, Crol, Danoi, Ekono, farmacia Fischel, Friday’s, Fusion, GEF, La Fabbrica, Mc Donald’s, P.F. Chang’s, PLS y Vértigo.

Cuestamoras informó que el desarrollo de la segunda y tercera etapas de Oxígeno dependerá del crecimiento y oferta del mercado.

Buenas voces

En Oxígeno quieren apoyar al talento nacional y por eso andan buscando artistas que quieran presentarse en sus instalaciones. Ya sea que toquen algún instrumento o que canten.

Los interesados pueden enviar un video y el contacto al correo: experienciasoxigeno@cuestamoras.com.

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