El covid-19 sigue perdiendo fuerza en el territorio nacional, pero aún el virus sigue llevando muerte y dolor a las familias costarricenses.
La segunda semana de marzo, que abarcó del 6 al 12, se registraron 74 muertes por causa del coronavirus, mientras que en la semana tras anterior, entre el 27 de febrero y el 5 de marzo se contabilizaron 84 muertes.
También hubo una importante disminución en el número de contagios, ya que la semana entre el 6 y 12 de marzo se contabilizaron 7.970 casos nuevos de coronavirus, mientras que la semana anterior a esa se habían registrado 11.318 nuevos contagios.
El ingreso de personas enfermas a los hospitales también bajó, la semana pasada se dieron 479 ingresos, mientras que una semana antes se recibieron 599 nuevos pacientes.
Este martes 15 de marzo el ministerio de Salud dio a conocer un nuevo reporte epidemiológico e informó que en las últimas 24 horas se registraron 1.093 nuevos casos de covid y seis fallecimientos.
Además, la institución detalló que 708 personas permanecen hospitalizadas, dos en centros privados y 706 en el sistema público, del total de hospitalizados 94 personas están en UCI y 614 en salón.
El 68% de los fallecidos de la semana pasada pertenecían al grupo de edad de 65 años y más; el 16% al grupo de 50 a 64 años, y el 15% al grupo de 18 a 49 años. No se presentaron defunciones de menores de edad.
Al 15 de marzo se contabilizan 8.192 fallecimientos acumulados relacionados con el covid-19.
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Ojo con la diabetes y la presión alta
Los análisis de la pandemia han permitido establecer qué factores pueden ser aprovechados por el covid-19 para hacer que quienes se contagien la vean fea.
Según Roy Wong McClure, médico epidemiólogo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al menos 60 de cada 100 personas que fueron hospitalizadas en la última ola pandémica tienen una condición de riesgo, ya sea por diabetes, obesidad, hipertensión o por ser adulto mayor. Además, 30 de cada 100 de los internados tiene comorbilidad, es decir, una o más enfermedades además del padecimiento primario.
Por eso la importancia de que todos los ciudadanos, pero sobre todo los de riesgo, se vacunen contra el virus para que creen anticuerpos.
El especialista también dice que quienes padecen enfermedades de fondo independientemente de su edad y de su condición de vacunación, tienen una gran susceptibilidad ante la enfermedad.
“El hecho de estar vacunado no quiere decir que me aíslo totalmente de una enfermedad severa. Me protege de una manera importante, pero si tengo alguna comorbilidad, se debe tener cuidado porque la vacuna no es infalible. Entra un pulso entre la comorbilidad de fondo y la vacuna, aunque uno espera que gane la vacuna”, destacó.
El epidemiólogo espera que en las siguientes semanas el país empiece a registrar unos 950 casos semanales. Un escenario similar al de enero del 2021, pero con una virtud: tener más población vacunada y con una proporción mucho menor de enfermos graves que requieran de una unidad de cuidados intensivos o estén muriendo.