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Aviso contra socollones: estas alarmas sísmicas le salvaron la vida a millones de mexicanos

En Tiquicia es poco lo que sabemos sobre esas alarmas caseras, sin embargo, son muy efectivas y lo principal es que ese minuto de ventaja podría marcar una gran diferencia.

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Millones de mexicanos tuvieron un minuto de tiempo para dejar los edificios donde estaban, en el Distrito Federal, antes de que empezara el terremoto de 8,2 grados en la escala Richter, porque fueron alertados por 8.200 parlantes, puestos en toda la capital azteca, para avisar cuando va a temblar.

Ese minuto marcó la diferencia entre la vida y la muerte para millones de personas, quienes una vez escucharon el escándalo de la alarma buscaron un lugar seguro, incluso, estando en pijamas, porque en México eran las 11:49 de la noche (10:49 en Tiquicia); de hecho, varios programas de televisión estaban en vivo, hasta noticieros y se pudo ver como la alarma provocó evacuaciones masivas en una ciudad que tiene 20 millones de habitantes y después llegó el leñazo sísmico.

Desde hace 20 años en el D.F. tienen un sistema de sensores colocados a lo largo de la costa pacífica, donde el riesgo de temblores es mayor. Las ondas sísmicas pueden recorrer los centenares de kilómetros que separan la costa de la capital en un minuto, causando considerables daños, dado que la enorme ciudad está construida sobre un antiguo lago. Una vez detectado el sismo, el sistema lanza una onda que dispara las alarmas en escuelas, ministerios y otras oficinas.

Además de las alarmas del gobierno azteca, también muchos mexicanos se alertaron por alarmas sísmicas caseras que se compran muy fácil por Internet y no valen más de 30 mil colones.

En Tiquicia es poco lo que sabemos sobre esas alarmas caseras, sin embargo, son muy efectivas y lo principal es que  ese minuto de ventaja podría marcar una gran diferencia.

El sismólogo costarricense Marino Protti, confirmó que no hay cultura preventiva en Costa Rica con respecto a temblores y terremotos, un descuido extraño para un país en el que todos los días tiembla al menos tres veces.

“Son útiles para prevenir al Valle Central si un sismo se da en Nicoya, Osa o el Caribe sur, podría haber un espacio para prepararse, no es mucho tiempo, pero es mejor que ser agarrado del todo desprevenido”, afirmó Protti.

Lo que sí explicó el científico, es que en la zona donde se da el epicentro no hay espacio para la prevención porque si se tiene una alarma sísmica sonaría en el mismo instante en que se está dando el movimiento; sin embargo, las zonas alejadas sí tendrían, aproximadamente, ese minuto de ventaja.

Javier Pacheco, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori-UNA), explicó que las primeras ondas son las que sirven para alertar los sistemas como alarmas caseras y depende de las distancia del epicentro la llegada de las segundas, que son las fuertes.

El doctor Mauricio Mora, de la Red Sismológica Nacional, reconoció el valor de estas alarmas, sobre todo porque Costa Rica no es un país donde la prevención se tenga como prioridad, generalmente, afirma, somos reactivos, o sea, nos agarramos las mechas cuando ya el socollón está en lo más y mejor.

“La distancia que hay entre el Pacífico y la Gran Área Metropolitana es muy pequeña, son unos 150 kilómetros, eso da muy poco tiempo para reaccionar. Esas alarmas son muy populares en Japón, de este lado del mundo no, pero demostraron en México su utilidad, hay que ponerles más cuidado”, aseguró.

Adrián Rodríguez, profesional costarricense en salud ocupacional, conoce muy bien las alarmas sísmicas que son de tecnología japonesa, él se encargó de instalar tres en Grupo Nación, destacando la que está en la soda, porque es la que advierte el cierre inmediato de la llave del gas para cocinar y así evitar una explosión.

“Esas alarmas permiten ganarse unos segundos de tiempo para ponerse en un lugar seguro, la verdad cumplen una muy buena función. Las alarmas detectan las primeras ondas de un temblor y así es como se activan, cuando llegan las ondas más fuertes, que podrían terminar en terremoto, ya la alarma está sonando; conforme sube la intensidad del movimiento, así va subiendo el sonido”, explicó Rodríguez.

Destacó, además, que cualquier costarricense puede comprarlas vía Internet, incluso en Amazon las tienen a un muy buen precio y hay de varios tipos, todas, con tecnología japonesa, país que sí tiene cultura de alarmas sísmicas caseras. 

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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