Un vecino de Desamparados, que se ganaba la vida como chofer de Uber, empezó a usar la tarjeta de crédito para echarle gasolina al carro y cuando se dio cuenta debía ¢400 mil.
El hombre, quien prefirió que no se revelara su nombre, dice que ya casi termina de pagar la deuda, pues le quedan como 50 mil colones, pero reconoce que sí se llevó un gran susto.
LEA MÁS: Mejor ni salga de la casa si no anda estas herramientas en su carro
“Por mi trabajo tenía que echarle gasolina al carro con mucha frecuencia. También usaba la tarjeta para comprar cosas de comer y así, pero el gasto principal era la gasolina.
“Cuando me di cuenta del platal que debía, mejor cancelé la tarjeta y me dediqué a pagar la deuda, ya casi termino gracias a Dios”, contó el hombre.
Él dice que no se niega a la posibilidad de tener otra tarjeta de crédito en el futuro, pero de momento prefiere no tener ninguna.
Al igual que el desamparadeño, miles de personas han tenido tarjetas de crédito, pero en algún momento las han usado mal y por eso terminan endeudados.
El economista de la Universidad Nacional (UNA), Leiner Vargas, explicó cuál es el concepto erróneo que muchas personas tienen sobre estas tarjetas y que las suele llevar a la ruina.
Lo primero que la gente debe entender es que las tarjetas de crédito no son un instrumento de financiamiento, sino un instrumento de flujo de efectivo.
“Estas tarjetas, aunque se llamen de crédito, están diseñadas para hacer más eficiente el flujo de efectivo y ganar bonificaciones con compras, en tanto y cuanto el flujo de efectivo le permita pagar la tarjeta de manera correcta”, expresó.
LEA MÁS: Esta es la razón por la que muchos desamparadeños están sufriendo amargamente por las presas
Partiendo de ese hecho, si usted usa la tarjeta de crédito para financiar compras, ya vamos mal. Ahora bien, siempre se puede corregir el camino y estos son los pasos que debe seguir para que empiece a usar las tarjetas de crédito correctamente.
El primer paso es precisamente eliminar de la mente la idea de que la tarjeta es un instrumento de crédito y entender que es un instrumento de flujo de efectivo mensual, algunas dan hasta 45 días para pagar.
LEA MÁS: Nicaragüense que le tenía horror al bachillerato, ahora tiene una maestría y capacita emprendedores
El segundo paso es estar consciente de qué tan grave es su situación económica y para eso debe hacer un presupuesto mensual, absolutamente ajustado a la realidad, es decir, donde pueda poner los ingresos reales, por un lado, y los gastos, por otro.
Los gastos deben estar en orden de prioridades, es decir, empezar por gastos de vivienda, alimentación, recibos de servicios públicos, transportes, colegiaturas y dejando de último las salidas al cine, estadio, comer y otras de ocio.
LEA MÁS: Hombre denuncia que no lo dejaron ser policía porque le faltan dos dedos de la mano izquierda
Si los números son rojos, hay que actuar de inmediato
Si en el balance de ingresos y gastos queda dinero a favor, es decir, sobra plata, hay que ordenarse para empezar a pagar las cuotas de la tarjeta, pero si más bien los números dan en rojo, es una señal de que no está gastando acorde con su presupuesto y que la tarjeta se le convirtió en un instrumento de deuda. ¡Hay que tomar medidas de inmediato!
El tercer paso es, una vez hecho el presupuesto, definir la estrategia de pago de la tarjeta y lo mejor es que no la vuelva a usar hasta que logre cancelar lo que debe.
“Hay que organizar los gastos para pagar a la tarjeta un porcentaje adicional al pago mínimo. Si el banco me compra el saldo de la tarjeta a un interés menor, pero a un plazo más largo, lo que estoy haciendo es cambiar el flujo por un crédito y eso es una mala señal. Solo aceptaría que me cambien el crédito si fuera muy barato o el plazo se mantiene”.
Finalmente, una vez que logre compensar el pago de la tarjeta en el principal y salir de la deuda, además, de mantener ordenado el presupuesto, puede volver a usar la tarjeta, pero eso sí, dejando previsto un margen para el pago al final del mes, para que no se vuelva a enjaranar.