Cuando llegó el 2020, el mundo entero se paralizó. Las calles quedaron silenciosas, las escuelas cerraron sus puertas y muchos de nosotros tuvimos que enfrentar días larguísimos entre paredes, pantallas y temor.
LEA MÁS: Bruno es un gato al que le gustan los deportes extremos, tiene su TikTok y es trilingüe
Para la maestra Ligia Taylor Mena, vecina de San Felipe de Alajuelita, esos días hubiesen sido más oscuros sin su gato Chuky, que cumple cinco años el próximo 14 de noviembre.
Chuky nació en 2019, justo antes de que la pandemia nos cambiara la vida. Fue el último gatito de Mechas (su mamá) y Tonto (su papá).
Desde chiquitito siempre fue muy pequeño, el más suave de los cuatro partos de Mechas, pero con una energía inquieta que lo hizo ganarse el nombre de “Chuky” (porque se portaba como el personaje de la película), aunque poco a poco ese “Ky” fue quedando atrás: “Chu” para los amigos, para quienes se lo han ganado.
Compañero del alma
Doña Ligia recuerda cómo Chuky, junto con sus papás gatunos, fueron todo su mundo durante el encierro provocado por el covid-19.
Cuando revisaba trabajos como maestra, Chuky los rompía sin querer, se metía en la computadora, marcaba territorio (literalmente) orinando los zapatos de la actual pareja de la educadora, todo con ese carácter gatuno que más que rabia, provoca risas.
LEA MÁS: (Video) Arrestan a gatito que iba saliendo de la cárcel muy disimulado pero cargado de droga
En esas soledades, cuando el país parecía enfermo de miedo e incertidumbre, Chuky se transformó en esa presencia fiel que no deja pasar los días sin compañía.
Cuando Ligia estaba triste, cuando tenía fiebre o simplemente extrañaba lo que ya no era, Chuky se acurrucaba a su lado, ronroneaba o la miraba con sus ojos de esmoquin negro y blanco, recordándole que había vida, calor y ternura.
¿Qué come un gato que sabe querer?
Chuky tiene gustos definidos: le encanta el pollo (lo vuelve loco con solo olerlo), adora el paté, y disfruta de esos momentos cuando doña Ligia le ofrece algo especial. Pero para que esos gustos no pasen a convertirse en problemas, la alimentación gatuna debe mezclarse con ciencia y sentido común.
Proteína animal de calidad: los gatos necesitan proteína de origen animal, preferiblemente pollo, pavo, pescado u otras carnes limpias, para mantener músculos fuertes y un sistema inmune saludable.
Alimentos balanceados comerciales: escoger un alimento que tenga un buen balance de nutrientes, vitaminas y minerales. En Costa Rica hay marcas confiables que respetan las necesidades del gato adulto de unos 5 años como Chuky.
Evitar sobras peligrosas: algunas comidas de humano pueden ser tóxicas para los gatos (cebolla, ajo, chocolate, alimentos muy condimentados). Aunque Chuky pueda mirar con ojos de súplica al pollo de la casa, siempre mantenerlo libre de condimentos.
Hidratación constante: el agua limpia y fresca debe estar disponible todo el tiempo. Doña Ligia se levanta a las 5:30 de la mañana para cambiar el agua de los gatos, al mediodía y en la noche. Un gato sano bebe agua muchas veces al día.
LEA MÁS: La historia del gato que vivió siete años sobre la tumba de su dueño hasta ser rescatado
Limpieza y cariño
Chuky y sus papás (Tonto y Mechas) no han sido gatos de desastre, pero mantener un gato feliz también significa tenerle un espacio limpio, cuidado y lleno de atención.
Arenero limpio siempre: La maestra afirma que si el arenero está muy lleno, sus gaticos lo rechazan, no hacen sus necesidades hasta que esté limpio. Cambiar la arena con frecuencia, remover los desechos diarios, y debe lavar la bandeja al menos una vez por semana.
Higiene general del gato: ellos mismos se bañan, pero cuando se ensucian Ligia les pasa una toallita húmeda. Revisar sus patas, ojos y orejas, cepillar su pelo si es necesario para evitar bolas de pelo, sobre todo en época de muda.
Baños con paciencia: les cuesta mucho el baño, no les gusta nada, por lo que cuando es necesario lavarlos, hacerlo con calma, con agua tibia, champú especial para gatos, secado suave. Siempre después premiarlo con caricias o algo que le guste.
Rutina de aseo
Rutina de aseo de casa: agua limpia, platos limpios, cambiar el agua varias veces al día, limpiar la bandeja de alimento, mantener limpio el lugar donde duerme, evitar telas o ropa que pueda ensuciarse con frecuencia. La mamá humana se levanta temprano para esas tareas, al medio día y en la noche.
Chuky nunca se escapó de la casa, no rompió muebles de hogar, nunca fue un gato agresivo. Es cariñoso, fiel y presiente cuando su mamá humana no está bien.
LEA MÁS: Ricky, un gatico supersimpático, fue elegido empleado del mes en Puntarenas
“Es increíble cómo un ser tan pequeño puede enseñarnos tanto: que no todo en la vida son problemas, que también hay espacio para la ternura, para mirar el día sin angustia, para abrazar lo sencillo”, reconoce la educadora.