Muchos piensan que bajar de peso es tarea imposible; sin embargo, para Gerald Calvo, no lo fue porque se quitó 61 kilos en 13 meses.
Así como lo lee, este hombre de 32 años y vecino de Esparza centro decidió hacer un alto a su pésima rutina diaria para ponerse en forma, pero sobre todo para mejorar su salud.
Cuenta que el proceso lo inició en agosto del año anterior porque cada vez que caminaba sentía que se ahogaba, en ese momento pesaba 148 kilos.
Él trabaja como guarda de seguridad en la escuela Marañonal de Esparza, ahí varias compañeras maestras le recomendaron ir donde una nutricionista para que mejorara su calidad de vida.
“Toda la vida he sido obeso, cuando estaba en la escuela y el colegio se burlaban de mí, uno dice que eso no duele, pero claro que duele porque uno a tan corta edad empieza a sentir el rechazo”, mencionó.
Ahora pesa 87 kilos, eso sí, todavía no ha llegado a su peso ideal.
“Debo estar en 76 kilos por mi estatura (1,69 metros), me falta poco, pero tengo que esforzarme para llegar a eso, ahora siento que me quitado a una persona de encima”, contó.
Asegura que antes comía de todo y a cualquier hora.
“Me podía comer hasta cuatro hamburguesas, con helados y lo que hubiera, era bastante comelón y eso me afectó mucho”, dijo.
Además de sentir que se ahogaba, también sufría de dolores de espalda, cabeza y se le dormían los pies cuando estaba parado.
Comenzó al suave
Su nutricionista es Xiomara Arias, quien además de ayudarle con un buen plan alimenticio, le recomendó hacer ejercicio para acelerar el proceso.
“Comencé caminando, me levantaba a las 5 de la mañana para caminar, al principio me ahogaba, después cuando agarré condición lo hacía más rápido y ahora puedo correr hasta 7 kilómetros sin sentir que me ahogo, también voy a un gimnasio, ahí levanto pesas para no perder masa muscular. Ahora el problema que tengo es que me guinda un poco de piel, pero es algo sin importancia”, contó Gerald.
Una de las cosas que más a disfrutado al bajar peso es el sacar de su clóset el montón de ropa grande y fea por chemas y pantalones a la moda.
“Para mí era complicado entrar a una tienda porque no había ropa de mi talla y la que había era fea, entonces me tocaba comprar lo más feo”, recordó.
No lo reconocen
Su cambio ha sido extremo, al punto que en las fotos del “antes y el después” cualquiera diría que es otra persona.
“Como yo soy guarda en una escuela, a veces llegan exalumnos y yo recuerdo sus nombres, entonces los saludo y se me quedan viendo como si no me conocieran y me preguntan quién soy, yo les digo que Gerald, el guarda, pero no me creen, eso me da mucha risa porque al final sí me reconocen y me dicen que no me parezco”, afirmó.
Su secreto gran secreto ha sido la disciplina para hacer deporte y la constancia con su dieta.
“Yo no peco, claro me dan ganas de comer muchas cosas, pero sé que me pueden hacer subir de peso y la verdad no quiero estancarme ni volver a mi vida de antes. Otra clave que he tenido es rodearme de gente que me motiva y que van conmigo en el camino”, dijo.
Hasta seis kilos por mes
Según comentó Xiomara Arias, la nutricionista que atendió a Gerald, la clave del éxito en su tratamiento fue su buena actitud.
"Él siempre tuvo una actitud distinta a los demás pacientes, positivo y dispuesto. No me costó nada. Con el plan de alimentación personalizado perdió cada mes unos cuatro, cinco o seis kilos, nunca tuvo un traspié, nunca perdió motivación”, comentó.
“Tengo que resaltar que nunca hicimos nada extremo ni loco, fue un plan equilibrado con todos los grupos de alimentos, incluso, se puede dar un gustito todas las semanas. Gerald se comprometió tanto que tuvo avances constantes", continuó la doctora de los alimentos.
La especialista resaltó que su paciente estrella fue un motivador para muchos, tanto en redes sociales como en su trabajo, cada pequeño logro que alcanzaba repercutía en gran cantidad de personas, lo que ha hecho que ella se llene de orgullo.