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Con 25 años, nunca fumó un cigarro, pero vapear la volvió adicta a la nicotina

Sharon, joven enfermera de Guápiles, terminó en una clínica de la Caja tras sufrir ansiedad y dolores por el vapeo

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Sharon Mora, de 25 años, jamás pensó que su vida cambiaría por un vapeador. Nunca probó un cigarro en su vida, pero vapear la hizo adicta a la nicotina
Sharon Mora, con 25 años nunca fumó un cigarro, pero vapear la volvió adicta a la nicotina (Cortesía/Cortesía)

Sharon Mora, de 25 años, jamás pensó que su vida cambiaría por un vapeador. Durante su adolescencia y primeros años de juventud fue firme al rechazar el cigarro, ya que no soportaba el olor ni la sensación que dejaba en quienes fumaban. “Nunca probé un cigarro, nunca”, asegura con orgullo.

Doctor Juan Ignacio Silesky, médico intensivista, hospital San Juan de Dios

El quiebre llegó en una fiesta. Varios amigos le ofrecieron vapear y, al descubrir que el aroma era distinto y no dejaba la ropa oliendo a cigarro, se animó a probar.

Lo que se inició como un simple “puff”(una jalada) ocasional en reuniones, pronto se transformó en la compra de su propio vapeador. “Ya no me gustaba que todo el mundo se lo pasara, así que decidí tener el mío”, recuerda.

Su primer equipo le costó apenas ¢4.000 y le duró un par de semanas. Sin darse cuenta, el consumo se convirtió en un hábito que fue aumentando cada vez más rápido.

Lo que empezó como un entretenimiento social, se volvió un impulso constante. Apenas llegaba del trabajo, lo primero que hacía era vapear. También se convirtió en su ritual al despertar y lo necesitaba después de comer o tomar café.

Sharon Mora, de 25 años, jamás pensó que su vida cambiaría por un vapeador. Nunca probó un cigarro en su vida, pero vapear la hizo adicta a la nicotina
Ahora Sharon está muy feliz porque por fin dejó la adicción a la nicotina que le provocó el vapeo (Cortesía/Cortesía)

El pequeño “vap” de 500 jaladas quedó atrás. Pasó a los de 8.000 y luego a los de 20.000, que, en teoría, deberían durar meses, pero cada vez lo consumía en menos tiempo. En fiestas, un aparato podía acabarse en tan solo dos semanas.

El precio fue alto: dolores de garganta, jaquecas constantes y, sobre todo, una ansiedad que nunca antes había sentido.

Sharon Mora nunca fumó un cigarro, pero por vapear terminó adicta a la nicotina

“Mi mamá me mandaba videos sobre lo malo que era vapear y me pedía que lo dejara, pero la ansiedad era más fuerte”, admite.

Sharon sintió que había tocado fondo cuando notó que ni siquiera podía disfrutar de su día sin vapear. Un compañero del hospital donde trabaja como enfermera, le habló sobre las clínicas de cesación de tabaco y vapeo que tiene la Caja Costarricense de Seguro Social (Caja).

Aunque al inicio se sintió fuera de lugar (rodeada de personas que llevaban décadas fumando cigarros), pronto entendió que compartían la misma lucha. “Yo, con apenas dos años de vapear, sentía lo mismo que ellos con 20 años de fumar cigarros”, recordó.

Tras varias pruebas, los médicos determinaron que tenía una fuerte dependencia a la nicotina. Le recetaron un medicamento para controlar la abstinencia y empezó un proceso que, poco a poco, le devolvió la tranquilidad.

Sharon Mora, de 25 años, jamás pensó que su vida cambiaría por un vapeador. Nunca probó un cigarro en su vida, pero vapear la hizo adicta a la nicotina
Los exámenes que le hicieron a Sharon en la Caja confirmaron su adicción a la nicotina. (Cortesía/Cortesía)

Según la doctora Marny Ramos, coordinadora de estas clínicas en la Caja, la nicotina es tan adictiva como la cocaína o la heroína. Tarda apenas diez segundos en llegar al cerebro y activar la sensación de placer, pero el efecto desaparece rápido, generando la necesidad de consumir más.

“En jóvenes y adolescentes el riesgo es mayor, porque el cerebro todavía está en desarrollo y se vuelve más sensible a la sustancia”, advirtió la doc Ramos.

Sharon Mora recomienda no usar vapeador

El doctor Juan Ignacio Silesky, especialista en cuidados intensivos del hospital San Juan de Dios, agrega que la nicotina no solo causa dependencia, también eleva el riesgo de infartos, derrames, problemas circulatorios y varios tipos de cáncer. Incluso, puede terminar en muerte súbita.

Hoy, Sharon respira tranquila, libre de dolores y con la seguridad de que su decisión de buscar ayuda le salvó la salud.

Además, tiene un motivo mayor para mantenerse firme: su sueño de ser madre está por cumplirse, pues pronto dará la bienvenida a su bebé.

Para ella, todo lo vivido fue una experiencia dura, pero transformadora. En sus propias palabras:

“Yo empecé, como muchos jóvenes, a usar el vaporizador para ver qué era y qué se sentía; me gustaba ir cambiándolos y probando los nuevos sabores. No era como tan consciente del daño que podía llegar a generar o la gran adicción que iba a llegar a tener con la nicotina.

“Gracias a Dios, ya logré dejarlo y me gustaría que las personas, principalmente los jóvenes, entiendan que no está bien usarlos, que igual generan adicción, que no porque sean bonitos o huelan bien, no nos va a hacer daño tanto a nuestra salud física como mental”.

Campaña anti Tabaco
Ojo con el vapeo porque detrás de un humo con olor bonito hay peligros ocultos para los pulmones y otras partes del cuerpo. (Albert Marín)

Le pedimos a la doctora Ramos consejos para quienes quieran dejar de fumar o vapear, y lo primero que nos recordó es que solo del 1% al 3% de quienes lo intentan en solitario lo logran, por eso la importancia de buscar ayuda. La nicotina provoca una gran dependencia física, sicológica y social, por eso se ocupa ayuda.

“Es importante dejar al lado las culpas y entender que se ocupa y se debe buscar ayuda profesional, y para eso están las clínicas de cesación de tabaco y vapeo de la Caja, en las que hay profesionales bien capacitados.

El vapeo, confirma la Caja, sí crea adicción a la nicotina, hay que tener mucho cuidado. (Jorge Castillo)

“Es importante también compartir con familiares, amigos y compañeros, que se está dejando de fumar para lograr una gran red de apoyo, que ayude en una decisión que, definitivamente, les va a cambiar la vida para bien”, recomienda la doctora.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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