Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer.

La fecha sigue siendo un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en general para que sigan trabajando en lograr que las mujeres cuenten con los mismos derechos y oportunidades que los hombres.

Pero siguen ocurriendo hechos lamentables. Este jueves, por ejemplo, la Procuraduría de la Ética Pública presentó ante el Ministerio Público una acusación penal contra Danny Ovares Ramírez, regidor de la Municipalidad de Cartago porque, supuestamente, puso a trabajar a la asistente de fracción del partido Unidad Social Cristiana, como empleada doméstica en su casa en horas laborales.

En nuestro país viven 2.508.330 mujeres, lo cual representa un 49,6 por ciento de la población. De ellas, un poco más de 507 mil estudian o ya tienen estudios superiores y 832 mil están ocupadas y son madres (ver infografía).

Patricia Mora, presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, nos dice que en el país se ha avanzado en el tema del trato igualitario a las mujeres, pero hay pendientes con respecto a violencia, entradas al mundo laboral y participación política, entre otros.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) enseñan que, por semana, una mujer tarda 36 horas en trabajo doméstico no pagado y los hombres invierten apenas algo más de 13 horas. En cuanto a la violencia, en el 2017 hubo 27 femicidios y en el 2018 la cifra llegó 24. Aunque bajó levemente, no deja de ser preocupante.

Por otro lado, el promedio de llamadas al 911 por violencia doméstica es 278 en un día cualquiera; es decir, una cada cinco minutos.

“Debemos velar porque las mujeres vivan en paz”

La jerarca del Inamu afirmó a La Teja que una sociedad será más justa en cuanto las mujeres tengan mayores libertades y esto les permita su desarrollo en aspectos de su vida como el económico y social.

–¿Cuáles temas siguen pendientes en cuanto a los derechos de las mujeres?

Los avances en derechos e igualdad seguirán pendientes hasta que sean plenamente respetados por parte del Estado y la sociedad en general. Igualdad salarial y remunerativa, igualdad en el cuido y corresponsabilidad, en el acceso a la educación, la salud en todas sus expresiones y a la participación política efectiva.

–¿Cómo se puede lograr que las mujeres tengan derecho al mismo salario que los hombres?

Los principales retos actuales para vencer la brecha salarial son el fortalecimiento de la inspección general del trabajo, con perspectiva de género y la aprobación de sanciones más fuertes, para quienes discriminen a una mujer pagándole un menor salario por realizar las mismas labores que su contraparte masculina.

–¿Cuál es el llamado que hace el Inamu para que las instituciones y la sociedad civil trabajen por una sociedad más equitativa?

Estamos librando una batalla para que se le permita a la mitad de la población tener los mismos derechos y oportunidades que los demás, pero esa lucha debemos darla las diversas instituciones públicas y privadas en conjunto. Una sociedad donde a las mujeres se nos permita vivir en paz y aprender y trabajar en igualdad de condiciones que nuestros pares hombres, donde el cuido de nuestros niños y mayores sea una corresponsabilidad de todos y no sólo de las mujeres y donde no suframos humillaciones ni limitaciones en el disfrute de nuestros derechos, por el simple hecho de ser mujeres, será una sociedad más justa y con mayores libertades para pleno desarrollo social y económico de todos como sociedad.

–¿Cuál es el mensaje para aquellas mujeres que son víctimas de violencia, para que logren perder el miedo y no permitan más hechos violentos en su hogar?

Los datos del Poder Judicial reportan que en el año 2018, el total de femicidios fue de 24, una ligera baja de los 26 del año 2017. Por otra parte, el promedio de llamadas al número de emergencias 911, por violencia doméstica, es 278 en un día cualquiera; es decir, una cada cinco minutos; mientras que esa prevalencia aumenta cuando hay eventos deportivos masivos o celebraciones nacionales como Navidad y Año Nuevo. Debemos insistir en que las víctimas no están solas, debemos informar y combatir la cultura del silencio y la complicidad que ha impedido que muchas mujeres denuncien antes de que sea demasiado tarde.