Mientras se preparaba para representar a Costa Rica en una olimpiada internacional de química, Andrea Carolina Ebanks Reyes abrió la página web del Tecnológico de Costa Rica (TEC) y vio algo que la dejó superemocionada: logró los 800 puntos, nota perfecta, en el examen de admisión 2025-2026.
“Cuando abrí la página, me emocioné muchísimo. Estaba preparándome para la Olimpiada Iberoamericana de Química, en la que luego obtuve medalla de bronce.
“Todo pasó casi junto, entre el 26 y el 31 de octubre, y todavía lo estoy asimilando”, cuenta con una sonrisa tímida, pero firme esta vecina de La Ribera de Belén.
Andrea tiene 17 años, es estudiante del Colegio Científico Costarricense de Alajuela y hija de padres nicaragüenses, Carolina Reyes d’Escoto y Giovanni Ebanks Acevedo.
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Vive con ellos y con su hermano Giovanni. Su disciplina la ha convertido en una de las jóvenes más destacadas del país.
No fue cuestión de suerte
El resultado del TEC no fue un golpe de suerte. Ella misma lo deja claro.
“Este resultado no es por suerte. Es verdad que siempre existe un factor ahí, pero la clave es el esfuerzo y la dedicación.
“En el Científico nos enseñaron cómo funciona el examen, el tipo de preguntas que hay y la lógica detrás. Después a cada quien le toca estudiar y practicar por su cuenta”, explica.
Andrea se tomó en serio esa preparación. Usó los folletos oficiales del TEC, revisó el tipo de preguntas y entrenó sus puntos débiles.
“Yo sabía que mi área menos entrenada era razonamiento verbal, entonces me enfoqué en eso. Matemática, por las olimpiadas, la tenía más fuerte. Logré reconocer mis áreas a mejorar y trabajé en ellas”, cuenta.
Tricampeona nacional de química
Ese trabajo dio frutos. El día del examen llegó con calma. “Lo enfrenté con mucha tranquilidad. Cuando terminé, sentí que había hecho un buen trabajo. Después me fui a salir con mis amigos como si nada”, dice entre risas.
La vida de Andrea en el 2025 ha sido una montaña rusa académica. Viajó tres veces representando al país: a Brasil en mayo para la International Mendeleev Chemistry Olympiad; a Dubái en julio para la International Chemistry Olympiad, “como el mundial de química”; y a México en octubre, donde ganó la medalla de bronce en la Iberoamericana.
A eso súmele que es tricampeona nacional de la Olimpiada de Química (2023, 2024 y 2025), bronce en Matemática en 2024 y este año también ganó oro en Física.
Todo eso lo hizo sin dejar de cumplir sus tareas del cole. “Es algo extra; tenía que hacerlo mientras cumplía con todo lo académico. Tenía que ver cómo me organizaba con todo”, explica.
Hay que dedicarle tiempo
A pesar de sus logros excepcionales, Andrea confirma que es una joven común. “En mi tiempo libre paso con mis amigos, con mi gente querida. Me gusta bromear, jugar juegos de cartas, salir a comer. Nada raro”, dice.
“La materia que más me gusta es química, pero también física. Estoy viendo opciones, pero sí sé que mi camino es por ahí”, afirma.
Para quienes sueñan con un resultado como el de ella, Andrea comparte lo que le hubiera gustado escuchar hace años.
“El secreto es dedicar el tiempo, estudiar con calma, controlar los nervios. Darse el tiempo de entender de verdad y no solo correr por la respuesta correcta. Y estudiar con buen tiempo antes del examen”, aconseja.



