Nacional

Dueños de sodas preocupados por los precios de los sustitutos del estereofón

Temen verse en la obligación de trasladarles el aumento a los clientes en el precio de la comida

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El 7 de agosto comenzó a regir en el país la prohibición para utilizar recipientes de estereofón para empacar comidas como las que venden en sodas y restaurantes.

Los pulseadores que tienen locales como esos están preocupados porque los sustitutos de este material son el doble de caros y elevan los costos de operación.

Además, son conscientes de que la situación del país no está para subir los precios, que sería no normal, pero tampoco les da a ellos para asumir la diferencia por mucho tiempo.

Si usted anda feliz porque dejará de contaminar, pero disfruta las comidas rápidas de la soda del barrio, le contamos que muy pronto podría descubrir que subieron la hamburguesa, el taco o las salchipapas.

“Estoy de acuerdo con que quiten el estereofón para ayudar al medio ambiente, lo que no comparto es el nuevo producto que están promoviendo porque es muy caro para uno que es pequeño emprendedor. Es más del 100% más caro y habría que cobrárselo al cliente y a como está la situación, estos buscan los mejores precios y uno está tratando de mantener los que tiene”, dijo Yessenia Pereira, dueña de El Rinconcito del Sabor, en Cartago.

Agregó que espera encontrar algo más económico.

“Yo compraba los empaques de 8x8 sin divisiones a ¢4.300 cien unidades y ahora, de este nuevo producto plástico, doce cuestan ¢2.000. No lo pude comprar, es imposible comprar algo tan caro”, contó Pereira.

Los recipientes de cartón con los que se la está jugando le salieron en ¢1.000 las 25 unidades que no tienen tapa pero son un poco más grandes; las de tapa, pero más pequeñas, cuestan ¢750 las 25 unidades.

Ella describió esas plásticas como del material de las tazas del cantonés que venden los chinos, pero con la tapa pegada. Además detectó que no tienen “pancita” en la tapa y teme que al cubrir una hamburguesa la aplastará.

Casi el doble

Otro que no está contento por la poca variedad de sustitutos del estereofón que hay es Johnny Valverde, dueño de la soda Johnny’s, en barrio Cuba y quien por semana compra 600 unidades de empaques para sus comidas.

Los de estereofón le salían en ¢42.500 y la misma cantidad (600) de bagazo de caña le salen en ¢82.500.

“Me parece que se están abusando porque casi nadie los está vendiendo. En el material de 8x8 con división, que es el que todo mundo usa para empacar comida tipo casado, no existe de plástico. Solo hay como para hamburguesas”, dijo el josefino.

Y los empaques de cartón solo sirven para comidas que no tengan caldo.

La Teja conversó con algunas empresas distribuidoras de estos recipientes para conocer las opciones y precios disponibles en el mercado.

Guadalupe Durán, de Empaques Costa Rica, contó que están ofreciendo los de bagazo de caña de diferentes tamaños y que los más buscados son los de 8x8 con divisiones o sin ellas y que el paquete de 25 unidades en la tienda sale a ¢5.500; de 200 unidades en adelante pueden hacerle un quiebre en el precio.

En las llamadas hamburgueseras, el paquete de 25 unidades cuesta ¢3.000, mientras que las de estereofón salían en ¢50 por unidad, es decir, ¢1.250.

“Hay otros empaques, pero el de bagazo de caña en este momento es el más económico. Hay de almidón de maíz, entre otros, pero son más caros”, explicó Durán.

Conversamos también con Lucrecia Alfaro, encargada de comunicación y responsabilidad social de Dos mil 50 empaques compostables, en El Tejar de El Guarco, Cartago.

Ahí las bandejas de bagazo de 8x8 con divisiones o sin estas salen en ¢138,70 la unidad y vienen en empaques de 50, que cuestan ¢6.935.

Hay otra bandeja ideal como para hot dogs, nachos o tacos (por ser más alargada) que cuesta ¢86,81 la unidad y las venden en paquetes de 125 unidades, para ¢10.853.

“Hay mucha resistencia, pero creo que si va a pagar ¢2-500 colones por un almuerzo y a eso debe agregarle ¢150 por el empaque a favor del ambiente, siento que no es nada, no es una diferencia que no se pueda pagar. Si vas a pedir un exprés se sabe que tiene un costo adicional”, razonó Alfaro.

“Por supuesto, qué rico es casi no tener que pagar nada, pero el precio que estamos pagando como planeta es demasiado alto”, agregó Alfaro.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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