Uno de los medicamentos que más receta al año la Caja Costarricense de Seguro Social (Caja) es el jarabe para la tos y eso ha provocado que en muchos hogares se abuse de su uso.

Algo que enciende las alertas del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones (CNCI), porque excederse con este medicamento puede provocar convulsiones, taquicardia y hasta la muerte.

La doctora Viviana Ramos, directora del CNCI, nos confirma que el jarabe para la tos (dextrometorfano) que da la Caja podría tener efectos a corto, mediano y largo plazo.

Cuando nos habla del largo plazo, incluso nos para la peluca porque tiene que ver hasta con daños en el hígado o riñones.

“Hay un gran problema en el país, es cultural y está presente desde hace muchos años, es la automedicación. Los papás le dan jarabe para la tos al niño porque al abuelito le hizo buenísimo. Hay hogares en los cuales la gente piensa que como una cucharada le hizo bien al abuelito, con media cucharada también le hará bueno al niño. Eso no es así y pasa muy seguido.

“Dependiendo de la persona, porque cada caso es particular, el abuso del jarabe para la tos puede provocar mareo, aturdimiento, somnolencia, crisis nerviosa, intranquilidad, vómitos, náuseas y dolor de estómago”, nos explica.

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Mucho cuidado

“El tema es que en muchos hogares el uso del jarabe para la tos se vuelve algo de muchas veces al año, sobre todo en nuestro tropical país, ahí es donde podemos provocar en un menor que le den temblores, que se le pongan rígidas las extremidades, problemas musculares y, eventualmente, podríamos tener un niño con convulsiones.

“Hay síntomas menos conocidos que pueden dar por abuso de ese jarabe como una depresión respiratoria, eso significa que el niño deja de respirar. Este es un medicamento delicado y las familias lo tienen que entender así”, añadió la doctora.

La doc Ramos llama la atención de aquellas familias que tienen niños con asma porque hay una mayor posibilidad de que vuelvan al jarabe para la tos un “amigo” que se usa muchos días al año.

“Dentro de la mayor cantidad de casos que se atienden, desde el 2020 a lo que llevamos del 2023, están los intoxicados por error de medicación, o sea, se usa una mala dosis o se repite la dosis, por ejemplo, y la automedicación, esta última tiene que ver con un jarabe para la tos que le recetaron a la tía y se lo terminan dando al niño.

“Para nosotros en el CNCI es fundamental que la gente entienda la importancia de no automedicarse, sobre todo con el jarabe para la tos que es desde hace varios años uno de los medicamentos más recetados, está el acetaminofén, la clorfeniramina (antialérgico), diclofenaco (bajar la fiebre, conocido como cataflán), cetirizina (antialérgico) y el destormetorfano (también está en pastillas)”, aseguró la directora del CNCI.

Intoxicados

Existen jarabes para la tos que ataca duro a la tos seca y también están los que atacan la tos con flemas. La Caja solo receta el jarabe que es para tos seca, no hay de otra.

Las intoxicaciones con medicamentos es un asunto de todos los días en nuestro país. En el 2020 se reportaron 550 intoxicados entre niños y adultos; 528 en el 2021 y 534 en el 2022.

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Sobre intoxicados por errores de medicación hubo 908 en el 2020; 811 en el 2021 y 895 en el 2022.

“Los más afectados en el tema de intoxicaciones son los niños, lo vemos todos los días. Los papás los automedican sin entender que eso podría provocar que su hijo termine en el hospital con un mal mayor en su salud.

“Otro problema lo provocó la pandemia porque se dispararon las intoxicaciones. Los papás han querido controlar algunas enfermedades como gripes sin llevar al niño al hospital y les dan medicinas hasta de adultos o en dosis incorrectas y nos dicen que es que buscó en redes sociales y ahí vio cuánto tenía que darle a su hijo Eso no puede suceder”, advirtió la doctora.

¡Llame!

La doctora Ramos Rodríguez nos deja muy clarito que a ellos en el CNCI les encanta que la gente los llame a cualquier hora del día, porque están disponibles las 24 horas al teléfono 800-4686-9422. Usted puede llamar, incluso, si son las 3 de la madrugada y tiene dudas.

“Nos encanta que nos llamen hasta para preguntarnos cuánta cantidad de, por ejemplo, jarabe para la tos es una cucharadita. Las familias casi no saben cuánto es una cucharadita y para eso estamos. La llamada no les cuesta un cinco, es un número gratis, no tiene que dar nombre si no quiere”, dijo.

Es bueno que guarden el número para cuando alguien en la casa se enferma y hay dudas, cuando se tiene una embarazada o en etapa de lactancia. Son datos 100% confiables, científicos.

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“Quienes atienden siempre son profesionales en farmacia y toxicología”, asegura la doctora quien también puso como ejemplo que los podemos llamar hasta para que nos ayuden a alistar el botiquín para llevar a un paseo.