Nacional

El día que se declaró a la isla del Coco como parque nacional está lleno de anécdotas

Un teniente que vivió ese histórico momento recuerda que un arroz con pollo se les puso malo y que unos oficiales mataron un venado para alimentar a los miembros de la comitiva presidencial si saber que era prohibido.

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El 21 de junio de 1978 Rodrigo Alberto Carazo, presidente de la República de aquel entonces, junto a algunos ministros y periodistas zarparon de Puntarenas rumbo a la isla del Coco con el objetivo de declarar parque nacional a ese lugar tan espectacular. La aventura hoy se recuerda por el montón de inconvenientes que tuvo.

La bella isla del Coco, que incluso ha inspirado a los creadores de las películas Jurassic Park, está de fiesta. Hace 40 años fue declarada parque nacional, esto ocurrió el 22 de junio de 1978 y es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1997.

Hace cuatro décadas Mario Fonseca Ulate era teniente de la Fuerza Pública en Puntarenas y uno de los oficiales que acompañó al grupo que viajó con el presidente Carazo.

Fonseca recuerda que lo que se suponía sería un viaje calmado y apacible se convirtió en una tormenta de problemas.

Según contó el teniente a La Teja, tenían programado zarpar de Puntarenas el 21 de junio entre mediodía y la 1 p. m., pero la gente empezó a llegar antes. El Gobierno había contratado una embarcación panameña tipo ferry, para llevar a toda la gente con la mayor comodidad posible.

Pero los problemas empezaron pronto. La embarcación panameña venía retrasada y las horas pasaban sin que apareciera. Alimentar al grupo sería una buena forma de matar el tiempo, pero...

“De repente se me acercó un compañero y me dijo: ‘Parece que el arroz con pollo está medio hediondillo. Fui a ver y en efecto, el calor lo había descompuesto y no teníamos qué darle a los visitantes”, recordó Fonseca aún acongojado.

Entonces, mandaron a comprar emparedados para repartirlos entre la gente que estaba dispersa por todo el muelle porteño.

Los emparedados desaparecieron rápido, las horas pasaban y la impaciencia empezaba a aflorar, sobre todo cuando se informó que la nave había tenido un desperfecto y no llegaría.

Ya estaba a punto de ponerse el sol y no era prudente echar para atrás, pero la noticia no hizo más que alborotar a la gente, ya que de verdad querían ir a la isla.

“Decidimos meter a la gente en tres patrulleras, la 405, la 406 y la 407 y aunque muchos pensaron que el viaje sería mejor de esa manera no era así, ya que son naves muy rápidas y se mueven más”.

El viaje de 500 kilómetros a la isla del Coco tarda unas 36 horas (día y medio), pero las patrulleras hicieron el recorrido en mucho menos tiempo. La expedición salió ya entrada la noche, cansada y asoleada, pero con la pancita llena de emparedados y debido al movimiento de las patrullas todos empezaron a vomitar. “Las periodistas nos preguntaron si tenían un lugar para dormir y entonces les dimos nuestros camarotes: Al otro día estaban todos vomitados. Cuando terminó la expedición tuvimos que pegarle una gran lavada a las patrulleras”.

Mujeres al timón. Para colmo de males, algunos capitanes de las patrulleras jugaron de galanes y permitieron que las mujeres tomaran el timón de las embarcaciones, grave error.

“Eso es fácil de hacer, pero hay que estar acostumbrado al movimiento de las olas. La patrullera en la que iba yo, por ejemplo, se salió del curso. Hubo que rectificar el rumbo y nos perdimos durante una hora. Eso nunca se debió permitir”, dijo Fonseca.

Cuando llegaron a la isla, la mañana del 22 de junio, se encontraron con una nueva dificultad.

“Los oficiales destacados en el lugar mataron un venado para darles de comer al presidente y a toda la comitiva, pero eso estaba prohibido. Al final se comieron el venado, al cual asaron en un palo. Recuerdo que don Rodrigo (Carazo) solo atinó a reírse por lo sucedido”, dijo Fonseca.

Él Recuerda que solo permanecieron unas cuatro horas en la isla, cumplieron con el protocolo, hicieron un recorrido por el hermoso lugar y se alistaron para el viaje de regreso, que se dio sin contratiempos, ya que todos aprendieron de las tortas que cometieron durante la ida y los vómitos desaparecieron.

La última frontera. Como parte de las celebraciones por los 40 años, está la exposición la “Isla del Coco: última frontera natural de Costa Rica”, en el Museo de Jade y de Cultura Precolombina en la que exhiben fotos espectaculares. Permanecerá abierta hasta el 22 de enero.

La isla es uno de los sitios naturales más privilegiados del mundo y una reserva de biodiversidad y belleza excepcional. Lo expertos la ubican entre los diez mejores sitios del mundo para realizar buceo recreativo.

Belleza sin par

El parque nacional isla del Coco fue creado el 22 de junio de 1978 y es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1997. Además es Patrimonio Histórico de Costa Rica desde el 2002. Es uno de los sitios naturales más privilegiados del mundo y una reserva de biodiversidad y belleza excepcional. Lo expertos lo definen como uno de los diez mejores sitios para realizar buceo recreativo en el mundo.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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