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Envasadoras entregan medios vacíos los cilindros que se usan para cocinar en las casas

Aresep detectó “problemas graves” en la cantidad con que deben llenar oficialmente cada cilindro

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Las personas que cocinan con gas tienen que pellizcarse para que las envasadoras no les den por la jupa con menos gas en el cilindro.

De los 800 mil cilindros que hay en el país, el 74% (592 mil) presentaron problemas de llenado cuando los midieron en las propias plantas envasadoras.

Esta cifra sale de sumar 139 mil cilindros que presentaron problemas, en lo que Aresep considera “fuera de tolerancia”, más 451 mil cilindros que recibieron la categoría “defecto”.

Y como si fuera poco, solamente unos 210 mil cilindros de los 800 mil se llenan con el peso exacto.

Los datos salen del informe Anual del Servicio de Gas en Costa Rica que realizó la Aresep para el 2017.

“Se evidencia que hay una no conformidad con la cantidad de envasado del gas y es motivo de marchamado (que no sale a la venta) inmediato de los cilindros”, explica el informe al referirse al envasado “fuera de tolerancia”.

Mientras que los cilindros calificados con la palabra “defecto” son aquellos en los que hay una diferencia en la cantidad de gas, lo que permite concluir que hay una afectación significativa al usuario, la cual puede ser considerada como un incumplimiento de cantidad y estar sujeta a una sanción”, agrega el informe de Aresep.

Diferencias se sienten

“Si hay algo que no vamos a permitir y en lo cual tenemos tolerancia cero es en los defectos de llenado de los cilindros y hay todavía problemas graves en el envasado.

“Entendemos muy bien que varios motivos pueden influir en que un cilindro no tenga la cantidad de gas que el cliente paga, pero de ahí a diferencias tan sustanciales como los que son considerados como “defecto”, hay una frontera muy amplia.

“No vamos a permitir que se afecte al costarricense”, explicó Alexánder Davis Barquero, el papá de los cilindros de gas, él es coordinador del departamento de la calidad del gas de la Aresep.

El típico cilindro de gas que usamos para cocinar es de 25 libras (11,3 kilos).

“La gente que tiene cilindros para cocinar en sus casas también debe poner de su parte y ayudarnos, ya lo hacen, pero ocupamos más identificación.

“Justo para que se logre erradicar el problema del llenado es que exigimos en la Aresep que en cada tanque se pueda leer correctamente el dato de la tara.

“La tara es el peso del cilindro vacío, con ese dato la gente puede darse cuenta claramente e inmediatamente si el tanque lleno que se está llevando pesa lo que tiene que pesar”, afirmó Davis.

Multas millonarias

Como lo hemos estado informando desde este lunes 22 de octubre, la Aresep anda buscando al cilindro de aluminio, ya que es una bomba de tiempo por ser de un material muy delgado, el cual no resistiría nada en un eventual problema y explotaría casi de inmediato.

Además, el cilindro de gas de aluminio presenta otros problemas, como que prácticamente todos no tienen la información de lo que pesan vacíos.

“Nos preocupa mucho eso porque entonces la gente no tiene forma de comprobar la cantidad de gas que hay dentro del cilindro que acaba de pagar como lleno”, aseguró el papá de los cilindros.

Desde mayo anterior, la Aresep recibió una gran ayuda al quedar en firme el reglamento técnico, normas y leyes para poder socarle la faja a las envasadoras de gas.

Hace seis meses se confirmó que Aresep cumplió con toda la acreditación a la Ley 8279 del Sistema Nacional para la Calidad (SNC), misma que permite verificar la calidad de las empresas del país y protege a los consumidores de situaciones como los cilindros a medio gas.

Es por eso, que la Aresep ya puede, por ejemplo, multar a una empresa que envase menos gas del que debe con montos que van desde los dos millones de colones y pueden llegar hasta los veinte millones de colones, incluso, existen sanciones extremas en las cuales se puede cerrar por completo la planta envasadora.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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