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Esposo de mujer con cáncer de seno: “El sexo pasa a segundo plano”

Yolanda Vásquez dice que Supermán vive en su casa, pues su esposo es el más carga de todos

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En la pareja conformada por Yolanda Vásquez y Marlon Jara el sexo pasó a un segundo plano desde que detectaron que ella sufre cáncer de mama.

En la lucha contra la enfermedad, la pareja prioriza temas más enfocados en la familia, como compartir tiempo de calidad con la hija de ambos, Valeria, y en seguir de la mano ganándole, de a poquitos, la batalla al cáncer.

El asunto es natural. Ella pierde el deseo y su cabeza y corazón están en otra cosa. Él no dice que ha perdido ese apetito, simplemente piensa en otras cosas y prioriza el bienestar de su esposa.

Doña Yolanda admite que la enfermedad afecta las relaciones, pero asegura que la clave es el diálogo.

“Se conversa entre los dos. Se pierde mucho el deseo. Mi esposo ha sido comprensivo en todo, para mí él es Supermán porque ha estado conmigo y me han entendido en todo el proceso. Ha sido el principal bastión, un ejemplo de hombre”, dijo doña Yolanda.

Don Marlon, medio quitado para hablar, aseguró que el sacrificio vale la pena porque le permite luchar como familia y admitió que trata de no pensar en la intimidad.

“Pasa de ser algo primordial a algo secundario, uno como que trata de actuar de otra manera. No hay que enfocarse en eso”, comentó.

Doña Yolanda también reconoce que si bien es cierto la parte sexual es importante en un matrimonio, no es fundamental.

“Tengo bastante de estar con él y esa situación pasa a un segundo plano. Primero está la salud, salir adelante porque uno tiene tanto tiempo casado que sabe que no es lo más importante, son otras cosas”, dijo.

Ella agradece a su esposo una sonrisa, la palabra de aliento, ese ‘te ves muy bonita’ cuando estaba peloncita y sin cejas por la quimio. La fortaleza que le trasmite.

Don Marlon añadió que los hombres sufren tanto como las mujeres que tienen la enfermedad, que el estrés muchas veces los agobia y que en el proceso siente más unión con su hija y con su esposa, pero también con Dios.

“No sé cuántas veces he llorado, uno lo hace aunque sea solo. Es mejor así. Y le pido mucho a Dios para que ella se recupere. A veces siento que ya no puedo, pero encuentro en Él la fortaleza”, dijo.

Fortalecidos

La sexóloga Ana Mora dijo que ese nivel de madurez con que una pareja toma la enfermedad y luchan juntos es característico de matrimonios fortalecidos.

Reveló que hay casos en los que con el anuncio de la enfermedad el hombre sale corriendo y abandona a la mujer.

“Cuando el vínculo está fortalecido ambos están pendientes de la salud, de que ella se pueda recuperar, lo sexual se vuelve secundario. El hombre se vuelve cuidador y piensa que esta batalla la tienen que ganar juntos porque en el futuro, quizás, sea a él a que le toque una enfermedad y está bien, es parte de la decisión de ser pareja”.

La sicóloga también contó que el tema sexual se ve afectado por los medicamentos, pues influyen hasta en el ánimo de las personas.

Después del proceso de quimio, se puede restablecer otra vez el contacto sexual poco a poco, al ritmo de la pareja y debe ir de la mano con un reforzamiento de la parte estética de la mujer.

“Hay que trabajar la imagen corporal, o sea, que no sea un asunto de que ella se siente incómoda. A veces lo hacen sin quitarse la ropa, por ejemplo. Por dicha, ahora hay mucha medicina estética que favorece para lo que son los implantes y tatuajes para que el pezón quede con una apariencia más cercana”, explicó Mora.

Al bañarse

Doña Yolanda, en el 2016, palpó una pelotica en su seno derecho mientras se bañaba y sacó cita inmediatamente en el Ebáis de San Carlos, pero ya tenía otra cita programada en una clínica privada, que le ayudó mucho a que el diagnóstico fuera más rápido.

“El doctor de la clínica privada dijo que no le gustaba nada lo que veía y llamó al hospital, firmó un papel y me remitió a la Clínica de Mamas donde me harían una biopsia. El 2 de julio la hicieron y el 8 de agosto me confirmaron que tengo cáncer”, dijo.

Ella no tenía antecedentes familiares.

“Cuando a uno le dicen se le viene el mundo encima, uno asocia cáncer con muerte. Pensé en mi hija y en mi esposo”.

El agravante para doña Yolanda es que una amiga de su hija había perdido a un familiar por un cáncer de cérvix y era complicado decir esa palabra.

“Con mi esposo acordamos no decirle de momento. Solo que tenía que ir al hospital por unos medicamentos por algún tiempo. Cuando la sentimos preparada le dijimos, que tenía cáncer, pero que íbamos a salir adelante. La vida da un giro de 180 grados”, dijo.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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