Con la llegada de la pandemia hace dos años y medio, el estrés, la ansiedad y la depresión se hicieron más presentes en la población costarricense, sin importar su edad. De hecho, los médicos señalan que cerca del 75% de la población presenta algún síntoma de ansiedad.

Por eso, expertos en salud mental hacen un llamado a los ticos para que desarrollen hábitos saludables que les permitan disminuir el impacto que envejecimiento tiene en la parte mental. Esa será la diferencia entre afrontar la tercera edad como una etapa normal de la vida o padecer alguna demencia.

Normalmente, los trastornos de la memoria se presentaban en personas de 50 años en adelante, pero estas enfermedades están afectando la capacidad de entendimiento, en edades más tempranas.

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Así lo confirma Lucrecia Álvarez, psicóloga y especialista en estimulación cognitiva de Ahora Centros Costa Rica Clínica de la Memoria, quien explica que “el envejecimiento cognitivo consiste en una disminución de funciones del cerebro como la memoria a corto plazo, procesamiento de la información y la facilidad para poner atención y concentrarse”.

Pequeños cambios

Álvarez advierte que si se hacen pequeños cambios en algunos factores de riesgo como padecimientos cardiovasculares, presión arterial, colesterol y triglicéridos altos, obesidad, insomnio y otros; se puede reducir el deterioro cognitivo hasta en un 45%.

Y si además se ponen en práctica algunas acciones que aquí le recomendamos, eso le ayudará a prevenir enfermedades mentales. Así que pruebe hacer alguna de las siguientes actividades:

• Aprender un idioma.
• Evitar el aislamiento social.
• Desarrollar actividades creativas como pintar, dibujar, modelar con arcilla, bailar y tocar un instrumento musical.
• Enseñar a otras personas sobre algún tema o habilidad que se domine.
• Jugar cartas y juegos de mesa. Armar rompecabezas, resolver crucigramas.

La estimulación es considerada como una vacuna contra los diferentes tipos de demencia que existen, ya que impactan positivamente la reserva cognitiva, que es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la capacidad del cerebro para improvisar y encontrar formas para hacer su trabajo.

Las personas con una mayor reserva cognitiva pueden evitar mejor los síntomas que provocan los cambios cerebrales producidos por una enfermedad neurodegenerativa, como la demencia.

Según registros de la Sociedad de Seguros de Vida sobre las causas de muerte de los educadores, muchas tienen que ver con enfermedades cardiovasculares que son asociadas a los factores de riesgo que se pide prevenir para evitar padecer de Alzheimer o alguna demencia.

Por eso instan a los educadores y a la población en general para que presten mucha atención a su salud cognitiva y tengan un envejecimiento de calidad.

“Les sugerimos realizarse pruebas y mediciones para que puedan identificar a tiempo cualquier tipo de deterioro”, explicó Verónica González, representante de dicha entidad.