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Familia llora la muerte de joven mamá y la bebita que esperaba

Angely Montero murió a los 21 años por el síndrome de Lance Adams

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La familia de Angely Montero Rodríguez todavía no asimila que en cuestión de dos meses unos padecimientos respiratorios le arrancaron la vida a la alegre joven y a la bebita que tenía en el vientre.

Stephanie Astúa Rodríguez, hermana de Angely, contó que la joven, de 21 años, siempre padeció de asma crónica, pero las complicaciones que tuvo en su segundo embarazo fueron fatales.

“En diciembre pasado, Angely quedó embarazada por segunda vez, ella ya tenía una hija de cuatro años que se llama Victoria y ahora estaba muy ilusionada por la llegada de esta otra pequeña.

“Desde que quedó embarazada tuvo complicaciones con el asma, varias veces tuvo que ir a la Carit, que era donde le llevaban el control del embarazo y luego regresaba a la casa, pero el 14 de marzo se puso mal otra vez y su pareja, Michael Arauz, la llevó al hospital (a la Carit) y la dejaron internada”, contó la allegada.

Ese día la joven entró caminando al centro médico y, al revisarla, los médicos decidieron inducirla al coma e intubarla porque sus pulmones estaban muy afectados, todo eso fue un shock tremendo para la familia que no se explicaba lo que estaba pasando.

Daño cerebral

Angely luego fue llevada en ambulancia al hospital San Juan de Dios y su condición fue empeorando. Tuvo una embolia pulmonar y también le detectaron bacterias. Por protocolo, varias veces le hicieron la prueba de covid-19, pero todas dieron negativas.

“Un día le dio un paro y el cerebro estuvo unos cuatro minutos sin recibir oxígeno, lo que le causó un daño muy severo. Los médicos hicieron estudios y le diagnosticaron síndrome de Lance Adams, una condición poco común en los pacientes que sufren hipoxia (daño cerebral por falta de oxígeno) y que los va deteriorando.

“Como ella estaba tan malita, temían por la salud de la bebé, entonces hace poco más de tres semanas le hicieron una cesárea de emergencia. Mi sobrina murió tres días después de nacer, la sepultamos el sábado 1° de mayo, la llamamos Emma Lucía porque así quería Angely que se llamara si era una niña”.

Los familiares de la joven mamá tenía un permiso especial para cuidarla, pero el día del funeral de la chiquita nadie pudo ir al hospital y, aunque la muchacha estaba inconsciente, parece que sintió que la vida de su hija se había apagado porque su condición empeoró.

“Los médicos y enfermeros del San Juan de Dios se comportaron como ángeles, ellos lucharon por sacar a mi hermana adelante, no hay palabras para expresar el agradecimiento que mi familia y yo sentimos hacia ellos, porque aunque ella murió, sabemos que ellos hicieron todo lo posible por sanarla”, dijo Stephanie.

“Los especialistas ya nos habían dicho que mi hermana iba a morir, pero es algo que cuesta mucho aceptar. Este sábado su vida se apagó para siempre y nosotros estamos muy dolidos porque ella era única”, aseguró.

Llena de sueños

Con la noticia de la muerte de Angely, los teléfonos de sus familiares y las redes sociales se llenaron de palabras de aliento y de bellas despedidas, ya que la joven era muy querida por todos sus conocidos.

“Ella era tan alegre y tan intensa, me llamaba un montón de veces al día y me mandaba muchos mensajes y ahora todo eso me hace falta.

“Era muy esforzada y aunque tenía una familia, luchaba por superarse, iba a sacar el bachillerato por madurez este año y estaba estudiando para ser asistente de pacientes, tenía muchas metas y quería darle la mejor vida posible a sus hijas”.

A la joven la velaron el sábado en la noche en la funeraria Jardines del Recuerdo, en Desamparados, donde llegaron un montón de personas que dieron consuelo a sus dolidos familiares. El funeral fue el domingo a las 10 a.m. en la parroquia de San Juan de Dios de Desamparados, después el cuerpo fue llevado al cementerio de Aserrí.

Los papás de Angely, Gabriela Rodríguez y Rolando Montero, tienen el corazón destrozado, pero están aferrados a los recuerdos bonitos que tienen de su muchacha y al pedacito de ella que quedó aquí en la tierra: Victoria.

“Estos días mi sobrina ha estado con la familia del papá porque nosotros estuvimos cuidando a mi hermana en el hospital y encargándonos de todo lo del funeral, ellos la cuidaron y la chinearon muchísimo”.

El cuerpo de Angely descansa muy cerquita del de la bebita que no pudo conocer, pero que amó muchísimo.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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