Desde el 10 de julio de este año, el Gran Hotel Costa Rica, ubicado en el corazón de la capital, reabrió sus puertas luego de una polémica restauración.
Aquella característica fachada que miles de personas observan cada vez que cruzan por el centro de San José, cambió bastante, pero sobretodo en el quinto piso.
Ahí instalaron unos ventanales que encierran el lobby, un bar restaurante, un gimnasio y un centro de negocios. Se combina lo moderno con lo clásico, pero lo más llamativo es la vista: se observan, casi a la mano, los ángeles que están en la cúpula del Teatro Nacional.
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Este piso está abierto a quien quiera ir a tomarse un traguito y disfrutar de Chepe de noche, o bien, ir a comer. Para que se haga una idea, un plato fuerte cuesta de ¢6.500 para arriba, por si quiere ir a darse un gustito.
Ya más abajo, las habitaciones (79) y muchas otras partes del inmueble se ven muy distintas. Más modernas y adaptadas a las exigencias de los actuales turistas, con una iluminación cálida, pero con los mismos ventanales de la estructura original.
Llama la atención la suite presidencial, la que utilizó el expresidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en su visita al país en marzo de 1963. Por dentro fue completamente remodelada y los muebles que se utilizaron en aquella oportunidad ahora se distribuyeron en cada piso del hotel, en zonas comunes, con la intención de que todos los visitantes puedan observarlos.
Allí se pueden ver finas y detalladas sillas, mesas, espejos, un minibar, entre otros muebles y artículos de decoración. Lo único que no sacaron fue la cama, esa se desechó por las malas condiciones en que se encontraba.
Cabe destacar que rentar dicha suite cuesta entre $450 y $550 la noche, según la temporada y solo se ha ocupado una vez desde la reapertura.
Para todos los gustos
Algunos transeúntes que pasaban este viernes por los alrededores, indicaron que les gustó cómo quedó la fachada del hotel, pero otros dijeron que no tanto.
"A mí me parece que quedó bonito, más moderno y llamativo", aseguró Sonia Arrieta, vecina de Desamparados.
"El Gran Hotel Costa Rica es patrimonio, no se tenía que tocar", dijo por su parte Gustavo Arias.
Sobre este aspecto, el gerente general Sandor Tupi, aseguró que la remodelación se desarrolló en estricto apego a la ley y a las normativas vigentes para obras en edificios patrimoniales. Agregó que contaron con todas las aprobaciones por parte de las entidades responsables.
También analizamos los cambios a la plaza Juan Mora Fernández, que se ubica al frente del hotel.
A esta le quitaron las bancas y con el pasar de los años también le han eliminado otros elementos como la fuente, sillas y mesas donde antes se sentaban los turistas. Ahora luce muy diferente y un tanto fría.
"Esta plaza perdió su esencia, aquel centro de reunión y tertulia que era antes ya no lo es", comentó Marcela Domínguez.
Sobre esta plaza, Tupi indicó que no tienen vela en el entierro porque está en manos del Banco Central y ellos le hicieron los cambios.
Rescate de un ícono
Para Tupi, durante los últimos años el Gran Hotel Costa Rica sufrió una persistente pérdida de categoría y cuando lo compró la cadena Hilton, hace algunos años, estaba en muy malas condiciones.
“Gracias al rescate del Gran Hotel Costa Rica, los costarricenses y los turistas podrán disfrutar de esta joya arquitectónica por muchas décadas más. Su valor histórico es uno de los grandes atractivos para atraer turismo local e internacional a San José, tan necesario en este momento para el país”, mencionó.