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Fundación ayuda a familiares a sobrellevar un luto que es distinto a todos

Joven madre tiene dos meses de disfrutar sus beneficios

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Katherine Coronado, de 26 años, enfrentó uno de los momentos más duros de su vida hace cinco meses, el 17 de marzo, cuando su esposo Aarón víctima de una depresión acabó con su vida.

Con un bebito de tres meses en ese momento y una niña de nueve años sintió que su mundo se derrumbaba.

A partir de ese momento, los familiares, amigos muy cercanos y hasta compañeros del trabajo se convierten en sobrevivientes del suicidio. Para ellos existe la asociación “Mi nueva aurora”, que les tiende una mano en la tarea de comprender que no son culpables de lo que pasó.

“La gente piensa que el duelo es el mismo para todo. La verdad es que hay un punto y aparte cuando es por un suicidio porque genera culpa y muchos sentimientos, los cuales no se generan tras un fallecimiento por causa natural”, explicó Katherine.

Para ella uno de los aspectos más importantes de la asociación es que tanto la sicóloga como los integrantes son personas que han pasado por lo mismo.

“Los familiares y amigos tratan de apoyarnos, pero no es lo que queremos, buscamos a alguien que entienda de pies a cabeza lo que estamos pasando. Nos abre caminos hacia liberar los mitos entorno al tema”, agregó Katherine Coronado.

La sociedad juzga a la persona que lo hizo, a sus familiares y con eso no ayudan.

Frases como: “ay no pensó en sus hijos”, “tan joven que era”, “tan feliz que se veía”, “salga adelante” más bien hacen al sobreviviente sentirse peor, pese a que sus intenciones son hacerlos sentir mejor.

“En la asociación nos enseñan que no es que no pensó en las personas sino que su mente no tenía lucidez en ese momento porque la depresión es una enfermedad y una persona enferma no es dueña de sus actos”, explicó la viuda.

Hay que hablarlo

Katherine confiesa que ella dijo que nunca les diría a sus hijos que su papá se había quitado la vida; sin embargo, Jackie Secades, sicóloga de la asociación, le dijo que debía hablarlo.

“Usted tiene que hablarles con la verdad para que ellos sepan la importancia de la salud mental, que hay que cuidarla y que no es un juego. Que es tan importante como la salud física. Me ayudó a preparar el diálogo para darle la noticia a mi hija mayor (Sofía, de 9 años)”, contó la valiente mamá

Su esposo murió en marzo y ella desde hace dos meses encontró la ayuda gratuita de “Mi nueva aurora” y la terapia dura cinco meses, por lo que está a mitad del camino.

¿Quiénes pueden considerarse sobrevivientes del suicidio? Aquellos que tengan un vínculo afectivo con el fallecido y que quedan profundamente afectados tras la muerte.

“Esta población está ya identificada como en mayor riesgo de futuras conductas suicidas, por eso es importante que reciban el apoyo necesario”, explicó Jackie Secades, fundadora de Mi nueva aurora.

Por todo el tabú alrededor este tema las personas tienden a esconderse para protegerse del estigma y los comentarios de los demás.

“No es que no hay que hablar del tema, hay que hablarlo, pero hay una forma correcta para que genere bienestar. No se debe mencionar nunca el método porque eso da ideas a quien lo esté valorando”, explicó Secades.

Diez años de trabajo

La agrupación nació hace diez años, luego de que la profesional en sicología perdiera a un hermano de esta forma y se preparara sobre el tema en Estados Unidos.

“Somos un grupo pequeño, sin apoyo de nadie y nuestro evento estrella es la conmemoración del Día internacional del sobreviviente de suicidio que se realiza a finales de noviembre, el sábado antes del Día de Acción de Gracias (el 21 de noviembre este 2021)”, contó Secades.

La agrupación ayuda con grupos de apoyo presenciales y últimamente virtuales por la pandemia, un grupo de WhatsApp donde pueden interactuar con otros sobrevivientes.

Brinda educación para ir soltando algunos conceptos mal aprendidos sobre el tema.

Señales hablan

Cuando una persona está teniendo pensamientos suicidas, no los ignore. Si no es capaz de preguntarle, dígale a alguien más para permitirle a esa persona abrirse y que consiga la ayuda que necesita.

“Si su hijo adolescente cambia de gustos, se aísla, baja notas son señales de alerta... si usted ve que una persona está teniendo una conducta que no es la usual, es importante que le pregunte de inmediato si está pensando en quitarse la vida.

“Si dice que sí, pregunte cómo lo ha pensado hacer, cuándo, dónde, con qué lo haría, entre más elaborado esté el plan, mayor es el riesgo y hay que buscar ayuda más urgente”, dice la sicóloga.

Frases como “ustedes estarían mejor sin mí”, “yo estoy muy cansado y ya no quiero seguir”, “es que yo en las mañanas no me quiero levantar”, “mejor yo me muriera”, encienden las alarmas. Allí es donde “Mi nueva aurora” puede ser una tabla de salvación.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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