Nacional

Guerra por el agua en Atenas

Recursos de amparo y leyes que chocan entre sí tienen al cantón pasando penurias

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Patricia Sánchez casi no duerme y no es que padezca insomnio, lo que pasa es que la necesidad por tener agua la obliga a ella y a su madre a levantarse en horas de la madrugada para juntar el poquito líquido que les llega.

Ambas mujeres se levantan a las 12:30 de la noche o a la 1 de la madrugada para abrir los tubos con la esperanza de que haya agua.

Cuando tienen suerte logran llenar los muchos baldes que tienen, pero en más de una ocasión el agua no llega, o peor aún, se han quedado dormidas esperando el líquido preciado y cuando este llega, a las 3 o 4 de la madrugada, no se dieron cuenta.

Pero tampoco es que llega un gran chorro para llenar los baldes. Lo que sale es apenas un chorrito por una hora y media o dos. A veces es tan poquita la cantidad, que no les da tiempo de llenar todos los baldes.

Patricia Sanchez duerme poco, no recibe visitas, hace fila para bañarse y tiene que levantarse en las madrugadas por la falta de agua. Foto: Gesline Anrango (Gesline Anrango)

Patricia es vecina del cantón de Atenas y toda la vida ha sufrido por la falta de agua, un problema que se ha agudizado en esa localidad en los últimos cinco años.

“A veces dormimos temprano y dejamos la alarma puesta. Hay días en que no llega nada o a lo mejor llegó agua a la hora es que no estábamos despiertos. Es muy cansado”, explicó Patricia, vecina de la urbanización El Brasil.

Cuando es invierno el servicio mejora levemente, ya que el agua empieza a llegar a las 11 de la noche, pero a las 3:30 de la madrugada o a más tardar a las 4 a.m. no hay ni una gota.

“Aquí somos ocho personas y tenemos que recoger todo en baldes. Tenemos cuatro en la cocina, seis en el baño y atrás uno más grande para lavar platos y para la lavadora. Mi mamá está enferma y le hace daño alzar pesado”, añadió Sánchez.

Allí muchas veces aplican eso de que o se bañan o comen.

Los atenienses no pueden tener matas frescas, evitan las visitas porque el riesgo de que los baños estén sucios es muy grande y son el tercer cantón con mayor incidencia en casos de dengue en lo que llevamos del 2018, según datos del Ministerio de Salud, con 38 por cada 100 mil habitantes.

La explicación de esto último es que la gran cantidad de tanques con agua que usan, favorece que prolifere el mosco aedes aegyptis, transmisor de la enfermedad.

Pero no es lo único que el lindo cantón alajuelense sufre. Algo tan normal como quitarse la sed con agua, en Atenas es un suplicio.

“Uno se priva de muchas cosas. Anoche compramos pizza porque no había agua para hacer comida y yo me estaba ahogando. Fui donde mi concuña en la noche para que ver si me regalaba un vaso de agua porque tenía mucha sed”, dijo Lorena Morera, vecina de Boquerón.

Cada 200 metros se ven rótulos de vecinos pidiendo el líquido vital. Foto: Gesline Anrango. (Gesline Anrango)

Ahora piense en los niños que van a la escuela y a veces no les alcanza el agua para bañarse. Piense en las plagas de piojos, los resfríos o los virus estomacales, un verdadero sufrimiento para los padres.

Gerardo Mata, uno de los luchadores por el agua en el cantón, pide al Gobierno, a los jueces, al Sinac y a Acueductos y Alcantarillados que se pongan la mano en el corazón y doten de agua a esta comunidad, porque las trabas políticas, legales y hasta los egoísmos de otros cantones, les ha limitado el acceso al líquido. Pide que le pongan fin a esa guerra por el agua

Atenas sufre por el agua porque algunos vecinos de Tacares de Grecia han interpuesto recursos de amparo que han impedido el avance del nuevo acueducto (le faltan solo 300 metros, luego de 21 kilómetros construidos). Esos recursos han forzado al Sistemas de Áreas de Conservación (Sinac) a frenar los permisos mientras la Sala IV falla.

Pero eso no es todo. Acueductos compró el parque Los Chorros, terreno donde está la naciente que abastece a Atenas y a Tacares del líquido y tiene todo listo para dotar al cantón de más agua, pero Sinac hizo prevalecer la Ley Forestal antes que la Ley de AyA.

En su artículo 13, la Ley Forestal dice que todas las organizaciones no gubernamentales que adquieran bienes inmuebles con bosque o de aptitud forestal, pasarán a formar parte del patrimonio natural del Estado y en su artículo 18 añade que en esos terrenos solo se podrán realizar labores de investigación, capacitación y ecoturismo. No dice nada de extraer agua.

En estos momentos hay una consulta en la Procuraduría General de la República para que determine si esos terrenos deben ser considerados como Patrimonio Nacional o si siguen siendo Patrimonio Natural.

La diferencia es grande, porque si es Patrimonio Nacional no quedaría sujeta a la Ley Forestal. Eso haría que el AyA pueda cumplir con su objetivo: dotar de agua a las comunidades.

Gerardo Mata del Movimiento Popular Cívico por el Agua de Atenas, es uno de los luchadores del cantón. Foto: Gesline Anrango. (Gesline Anrango)

La otra opción sería añadir un punto más al artículo 18 de la Ley Forestal que diga que se permite la extracción de agua en los terrenos.

Pero no hay que olvidar que, mientras tanto, la Sala IV debe resolver los recursos de amparo de los vecinos de Tacares, quienes temen que por dotar a Atenas de agua, ellos paguen las consecuencias.

“Ya hay estudios que demuestran que con el nuevo acueducto, la gente de Tacares no se quedará sin agua, no entendemos la oposición y tampoco la falta de sentido común a la hora de interpretar una ley que está dejando sin agua a un cantón. Si aplican esa ley a Atenas, que la apliquen entonces a todo el país y verán como la mitad de Costa Rica se queda sin agua”, dijo Mata.

Manuel Salas, gerente general de Acueductos y Alcantarillados, explicó que la Ley de AyA les permite explotar el agua potable que se requiera y faculta a la institución a adquirir terrenos.

“El Sinac ha impedido que ingresemos al parque. La consulta que hacemos a la Procuraduría es para que prevalezca la Ley de AyA sobre la forestal en casos de abastecimiento de agua. Las dos leyes chocan”, dijo.

Salas dice que si la respuesta fuera negativa, presentarían un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa, pero evidentemente eso extendería más el sufrimiento ateniense.

Esta guerra no parece que vaya a terminar pronto, por eso doña Patricia y su mamá tendrán que seguir despertándose de madrugada para recoger agua.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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