Carlos Nuñez Salas viajó desde San Lorenzo de Flores, Heredia, con varios familiares, entre ellos su esposa, María Eugenia Alvarado y el nieto de ambos Julian Campos Nuñez. Ellos tenían unos diez años de no ir a ver al Santo Cristo de Esquipulas en su fiesta.
Doña María Eugenia contó que ella estaba de cumpleaños este domingo y cuándo le preguntaron a dónde quería ir a celebrar dijo que al Santuario Nacional de Santo Cristo de Esquipulas.
“Hace muchos años vine con una pelota en el ojo derecho y el sacerdote me preguntó qué era lo que yo quería que él santo me concediera y le dije que me curara el ojo y vea”, relató la devota mientras se señalaba el ojo completamente sano.
La familia aprovechó para dar gracias a Dios por tantas bendiciones por medio de unas tarjetas que había en el templo en las que cada quien le escribía lo que quería a Jesús.
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El pequeño Julian, de siete años, contó qué fue lo que le escribió al Cristo Negro en la tarjeta.
“Le agradecí por mi familia porque los quiero mucho a todos y le pedí que me permita vivir mucho años y que mi familia viva muchos años conmigo” expresó el niño muy emocionado.