Erick Quesada, uno de los principales financista de la campaña de Rodrigo Chaves, reveló de dónde obtuvo su fortuna, la cuál usó para comprar bonos en el proceso electoral pasado.

Quesada asistió este lunes 31 de julio a comparecer a la Comisión Especial de Financiamiento de Partidos Políticos del Congreso. Los legisladores lo convocaron para indagar sobre la campaña presidencial del Partido Progreso Social Democrático.

El empresario invirtió ¢100 millones en la compra de bonos de deuda política con un 40% de descuento, por lo que él mismo dijo que espera ganarse ¢40 millones, dinero que aún no ha recibido.

La diputada Vanessa Castro, del Partido Unidad Social Cristiana, le preguntó a Quesada de dónde sacó tanta plata para poder agarrar de un día para otro ¢100 millones e invertirlos en deuda política y él contó que todo se debe a una herencia.

Primero Quesada detalló que desde hace seis años tiene una pensión de parte del Gobierno de los Estados Unidos de $1.200, pero dice que ese dinero lo gasta su hija, él no lo toca.

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“Mi dinero viene de herencia de mi familia, en el 2012 vendí un edificio que me heredó mi papá en el centro de Alajuela en un millón de dólares, todo eso aparece, todo yo lo mandé al Tribunal (Supremo de Elecciones)”, detalló el compareciente.

El papá de Erick, Guillermo Quesada Saborío, quien murió en el 2004, fue quien le heredó su fortuna.

“El edificio que le dije lo vendí en el 2012 y también he hecho y vendido más edificios”, agregó el financista.

Polémica

Una situación que causó polémica en la comparecencia es que cuando le preguntaron a Quesada cómo decidió invertir en Progreso Social Democrático y él dijo que su primera intención fue comprar bonos de Liberación Nacional, pero que no había de los que él quería, por lo que consiguió el número de Stephan Brunner, actual vicepresidente de la República y luego de llamarlo para hablar de los bonos decidió invertir los ¢100 millones.

Varios legisladores, entre ellos Ariel Robles el Frente Amplio y Francisco Nicolás de Liberación Nacional, fueron insistentes en preguntarle a Quesada quién le dio el número de Brunner, pero él dijo que no recordaba.

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Ariel Robles le preguntó directamente si fue Calixto Chaves, uno de los hombres de confianza de Rodrigo Chaves quien se lo dio, y él dijo que podía ser que sí, pero no estaba seguro.

El empresario dijo además que está arrepentido de haber comprado los bonos ya que se ha visto involucrado en muchos problemas y cuestionamientos y además no ha podido recuperar su dinero.

“Fue una embarcada y media, no lo vuelvo a hacer nunca más en la vida”, aseguró Quesada.