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Joven brumoso vende hormigas reina a 15 rojitos

El mejor comerciante del mundo es de Cartago y se ha sabido sacar provecho a una afición que tiene desde niño

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Un anuncio en internet que decía "vendo hormigas reina a ¢15 mil" nos pareció un chiste, pero resultó ser un negocio que está empezando a realizar un joven cartaginés.

Al ver el anuncio llamamos y luego de algunos intentos, nos contestó un joven que confirmó que era verdad lo de las hormigas y, lo más increíble, en un mes ya había vendido algunas. Y tiene pedidos en fila.

En realidad, tiene menos de un mes de dedicarse en sus ratos libres a vender hormigas y dice que le sorprendió el montón de gente interesada.

Lo que Elías Rojas vende es la hormiga reina de una variedad llamada monomorium minimum. Esa es la famosa hormiguita que cuando usted alborota el hormiguero salen cientos de cientos en un par de segundos y además, pican sabroso. De hecho, Rojas confesó que ha salido más de una vez todo picado.

Si usted quiere tener una granja de hormigas para observar su comportamiento y desarrollo desde su casa, entonces, Rojas le da el terrario completo por ¢30.000, nada más para que usted disfrute esas trabajadoras criaturas.

Pero si solo quiere llevar la reina con algunas obreras, entonces le cuesta ¢15.000 y se les da en un tubo de ensayo.

Rojas lo asesorará en cuanto a los cuidados que hay que tener, ña alimentación, qué parte de la tierra debe permanecer húmeda y oscura, en fin, convirtió su pasatiempo en todo un negocio que espera que prospere mucho.

En el anuncio de Internet la gente manifestaba su interés. Al momento de esta nota iban 33 comentarios, muchos de los cuales eran pedidos.

Pero conozcamos algo de la singular historia de este cartaginés de 21 años.

“Desde pequeño me han gustado los bichillos, jugaba con luciérnagas, con escarabajos, hormigas, todo me gustaba. Y así me nació una idea, si a mí me gustan las hormigas, puede haber otras personas a las que también les guste”, se dijo.

Entonces, Elías se puso a buscar en Internet si alguien hacía algo parecido en Costa Rica y no encontró nada, pero leyó que en otros países, como España y Argentina, hay gente que las intercambia o las vende.

Por eso, se animó a tener su propia granja e investigó cómo hacer para cazar a las reinas. Luego, se puso manos a la obra y en la actualidad tiene una colonia en un terrario, con la reina, unas cuantas obreras, larvas y un macho que introdujo luego.

“No creí que fuera a haber tantas personas interesadas. Son demasiadas, al punto que estoy escaso de hormigas, pero todos se han ido con su reina”, explicó Rojas.

El cartaginés dice que el mantenimiento de la hormiga es simple, pero de cuidado. Debe haber una parte de la arena con humedad y no muy expuesta a la claridad, para que la reina pueda estar sin estrés. Pueden comer hojas, alpiste, miel, entre otras cosas.

El joven dijo que saca las hormigas de potreros cartagineses y que en más de una ocasión ha salido bien picado. Puede tardar entre una o dos horas hasta dos días para sacar a la reina y que solo lo hace en temporada. Por ejemplo, ahorita está con las monomorium (hormiga negra) pero más adelante lo hará con las famosas zompopas.

Adrián Pinto, microbiólogo ambiental del Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas Ciemic, dijo que esa hormiga es tan común que su extracción de potreros no genera alteraciones al ecosistema.

En cuanto a las zompopas, son seres que tienen un impacto ambiental grande en la naturaleza, tanto en el bosque y como en la agrícola. "Comen lo mismo que una vaca (en cantidad), se suben a los árboles, un naranjo lo pueden dejar pelado en una noche", dijo Pinto.

El científico asegura que cuando extraen a la reina de una colonia, hasta allí llega esa colonia, pero como hay tantas zompopas, explica que llevarse algunas para hacer un terrario tiene poco impacto ambiental.

Pinto comentó que las hormigas son objeto de múltiples investigaciones, no solo por su sistema social sino por la capacidad que tienen de combatir enfermedades causadas por microbios.

Así se logró descubrir que las zompopas, por ejemplo, son atacadas por enfermedades propias de ellas, por agentes como hongos. Entonces, se ha comprobado que han desarrollado un sistema que, en colaboración con microbios de su propio organismo, han producido una especie de antibiótico para curarse.

Ese proceso es objeto de estudios, pero ya existe un antibiótico, en fase previa que aún no ha sido utilizado en humanos, explicó Adrián Pinto, microbiólogo ambiental.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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