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Joven de 19 años murió, pero le dio vida a siete personas

Ariel tenía 19 años cuando falleció y una valiente decisión le regaló vida a siete personas

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Un joven de 19 años falleció, pero antes de partir dejó dicho que si le pasaba algo quería ser donador de órganos, así logró, tras la muerte, ser vida para 7 personas, según confirmó el Hospital Calderón Guardia.

Steven, de 19 años, falleció, pero como en vida dejó dicho que si le pasaba algo quería ser donador de órganos, logró, tras la muerte, ser vida para 7 personas, según confirmó el Hospital Calderón Guardia. En la foto con don Steven, el papá.
Ariel tomó una decisión que regaló vida. En la foto con Steven, el papá. (Cortesía CCSS/Cortesía CCSS)

“Alegre, amante del ejercicio y del deporte, ciclista, buen estudiante y excelente hijo, vivía solo con Steven, su amado padre. Ese era Ariel, un joven que, a sus 19 años, demostraba tener una vida tranquila, totalmente sana y, sobre todo, un futuro prometedor.

Don Steven, el papá de Ariel, nos cuenta la historia de vida de su hijo

“Sin embargo, el futuro de Ariel parecía estar en trascender en otras personas, al brindarles una segunda oportunidad de vida por medio de la donación de órganos. Así lo confirmó don Steven Orias Pichardo: la partida de su hijo, aunque repentina y claramente dolorosa, era parte de la misión que Ariel tenía en este mundo”, explica el centro médico.

“Yo sé que mis planes son buenos, pero los de Dios son perfectos, y todo tenía que pasar como pasó”, dijo Steven, quien, con lágrimas recordó lo que sucedió con Ariel un día de 2023, cuando se encontraba realizando ejercicio en el gimnasio.

Steven, de 19 años, falleció, pero como en vida dejó dicho que si le pasaba algo quería ser donador de órganos, logró, tras la muerte, ser vida para 7 personas, según confirmó el Hospital Calderón Guardia.
Ariel dejó claro en vida que quería ser donador de órganos, usted también puede hacerlo. (Cortesía CCSS/Cortesía CCSS)

Ese miércoles, Steven se encontraba trabajando como de costumbre, cuando recibió una llamada en la que le informaban que Ariel había tenido una descompensación en el gimnasio y había convulsionado.

Doctor José André Madrigal, coordinador del Programa Institucional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos de la CCSS

Aún sin comprender la gravedad de lo que le sucedía a su hijo, manejó a toda prisa hasta donde se encontraba él. Los paramédicos hacían todo lo posible para estabilizarlo y trasladarlo hasta un centro médico.

Recuerda que iba en la ambulancia y escuchó cuando el paramédico le decía al chofer: “Estoy en paro cardiorrespiratorio”. En ese momento, Steven le pedía a Dios que lo despertara de lo que para él era una pesadilla, pero no lo era.

De la sede del área de salud Coronado, a donde lo llevaron primero, hasta el hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, el trayecto se volvió eterno y oscuro. Ya en el centro médico, tuvo que enfrentarse a la noticia de que Ariel había tenido tres paros cardiorrespiratorios y que, por lo tanto, su corazón estaba muy dañado.

Steven, de 19 años, falleció, pero como en vida dejó dicho que si le pasaba algo quería ser donador de órganos, logró, tras la muerte, ser vida para 7 personas, según confirmó el Hospital Calderón Guardia.
Ariel iba al gimnasio y también le ponía bonito a la bicicleta. (Cortesía CCSS/Cortesía CCSS)

Ariel había sufrido la ruptura de un aneurisma cerebral y, tras la realización de una tomografía y múltiples pruebas clínicas, le informaron que su cerebro ya no funcionaba, pues estaba con muerte encefálica.

Algunas horas después de recibir esa noticia, a Steven se le acercó un médico para hablarle sobre el programa de donación de órganos y tejidos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

El papito dijo que sí, casi sin pensarlo, le dijo al doctor: “Vamos con la donación”. “Fue casi una respuesta inmediata, porque recordé el día en que Ariel, con orgullo, me enseñó su licencia de conducir y también, con orgullo, me dijo que era donante de órganos. Yo solo quise cumplir su voluntad, porque ya él me lo había expresado en vida.

“Asumí que Dios me pidió de vuelta a mi hijo, porque los hijos son prestados. Dios me ha bendecido con muchas cosas, pero no hablo de cosas materiales, hablo de paz, tranquilidad, serenidad, aceptación y resignación.

La cantidad de donantes de órganos en Costa Rica durante 2025 ya superó el récord del 2018 en solo seis meses.
Dejar claro que se quiere ser donar de órganos es importante para salvar otras vidas. (Canva/Canva)

“Todo eso ha hecho posible que sea más fácil sobrellevar su ausencia. Saber que mi hijo logró ayudar a muchas personas, incluso niños, aunque no tenga idea de quiénes son, me da una enorme paz y hace que confíe en que Dios realmente tiene un plan perfecto para mí, así como lo tuvo para mi hijo”, contó el papá.

El doctor José André Madrigal, coordinador del Programa Institucional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos de la Caja, dice que historias como la de Steven y Ariel realmente llegan al alma y, aunque cargadas de dolor, también son fuente de inspiración e ilustran cómo las tragedias se pueden transformar en milagros de vida por medio de la donación.

Quirófano con personal extrayendo un órgano.
El país avanza muy positivamente en salvar vidas a partir de la donación de órganos. (Albert Marin/Albert Marín)

“Para que usted también pueda dar vida es importante que deje clara su voluntad de convertirse en donante de órganos y converse del tema con nuestras personas cercanas.

“La voluntad de donar ya puede ser registrada de manera oficial en el Expediente Digital Único en Salud (Edus), cuando la persona acuda a cualquier atención o consulta médica en la institución, ya sea en el Ebáis, en el área de salud o en un hospital”, asegura la CCSS.

La Caja no dijo los órganos que recibieron las 7 personas, pero sí afirmó algo muy importante y es que más de 1.000 personas necesitan una córnea, cerca de 450 requieren un riñón y al menos 40 personas un nuevo hígado para salvar su vida. Además, con la donación de tejidos como córneas, hueso y piel, se puede mejorar la calidad de vida de cientos de pacientes más y facilitar su recuperación

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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