Un joven de 19 años falleció, pero antes de partir dejó dicho que si le pasaba algo quería ser donador de órganos, así logró, tras la muerte, ser vida para 7 personas, según confirmó el Hospital Calderón Guardia.
“Alegre, amante del ejercicio y del deporte, ciclista, buen estudiante y excelente hijo, vivía solo con Steven, su amado padre. Ese era Ariel, un joven que, a sus 19 años, demostraba tener una vida tranquila, totalmente sana y, sobre todo, un futuro prometedor.
“Sin embargo, el futuro de Ariel parecía estar en trascender en otras personas, al brindarles una segunda oportunidad de vida por medio de la donación de órganos. Así lo confirmó don Steven Orias Pichardo: la partida de su hijo, aunque repentina y claramente dolorosa, era parte de la misión que Ariel tenía en este mundo”, explica el centro médico.
LEA MÁS: La canonización de Carlo Acutis por milagro hecho a tica ya tiene fecha
“Yo sé que mis planes son buenos, pero los de Dios son perfectos, y todo tenía que pasar como pasó”, dijo Steven, quien, con lágrimas recordó lo que sucedió con Ariel un día de 2023, cuando se encontraba realizando ejercicio en el gimnasio.
Ese miércoles, Steven se encontraba trabajando como de costumbre, cuando recibió una llamada en la que le informaban que Ariel había tenido una descompensación en el gimnasio y había convulsionado.
Aún sin comprender la gravedad de lo que le sucedía a su hijo, manejó a toda prisa hasta donde se encontraba él. Los paramédicos hacían todo lo posible para estabilizarlo y trasladarlo hasta un centro médico.
LEA MÁS: Vea la espeluznante imagen de un fantasma que captó uno de nuestros fotógrafos
Recuerda que iba en la ambulancia y escuchó cuando el paramédico le decía al chofer: “Estoy en paro cardiorrespiratorio”. En ese momento, Steven le pedía a Dios que lo despertara de lo que para él era una pesadilla, pero no lo era.
Respetar su voluntad
De la sede del área de salud Coronado, a donde lo llevaron primero, hasta el hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, el trayecto se volvió eterno y oscuro. Ya en el centro médico, tuvo que enfrentarse a la noticia de que Ariel había tenido tres paros cardiorrespiratorios y que, por lo tanto, su corazón estaba muy dañado.
Ariel había sufrido la ruptura de un aneurisma cerebral y, tras la realización de una tomografía y múltiples pruebas clínicas, le informaron que su cerebro ya no funcionaba, pues estaba con muerte encefálica.
Algunas horas después de recibir esa noticia, a Steven se le acercó un médico para hablarle sobre el programa de donación de órganos y tejidos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El papito dijo que sí, casi sin pensarlo, le dijo al doctor: “Vamos con la donación”. “Fue casi una respuesta inmediata, porque recordé el día en que Ariel, con orgullo, me enseñó su licencia de conducir y también, con orgullo, me dijo que era donante de órganos. Yo solo quise cumplir su voluntad, porque ya él me lo había expresado en vida.
LEA MÁS: Parque Nacional Manuel Antonio puso jaulas, no para los animales... ¡sino para los humanos!
“Asumí que Dios me pidió de vuelta a mi hijo, porque los hijos son prestados. Dios me ha bendecido con muchas cosas, pero no hablo de cosas materiales, hablo de paz, tranquilidad, serenidad, aceptación y resignación.
“Todo eso ha hecho posible que sea más fácil sobrellevar su ausencia. Saber que mi hijo logró ayudar a muchas personas, incluso niños, aunque no tenga idea de quiénes son, me da una enorme paz y hace que confíe en que Dios realmente tiene un plan perfecto para mí, así como lo tuvo para mi hijo”, contó el papá.
LEA MÁS: Un cartaginés lucha por salvar un cementerio colonial donde hay más de mil personas enterradas
El doctor José André Madrigal, coordinador del Programa Institucional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos de la Caja, dice que historias como la de Steven y Ariel realmente llegan al alma y, aunque cargadas de dolor, también son fuente de inspiración e ilustran cómo las tragedias se pueden transformar en milagros de vida por medio de la donación.
“Para que usted también pueda dar vida es importante que deje clara su voluntad de convertirse en donante de órganos y converse del tema con nuestras personas cercanas.
“La voluntad de donar ya puede ser registrada de manera oficial en el Expediente Digital Único en Salud (Edus), cuando la persona acuda a cualquier atención o consulta médica en la institución, ya sea en el Ebáis, en el área de salud o en un hospital”, asegura la CCSS.
La Caja no dijo los órganos que recibieron las 7 personas, pero sí afirmó algo muy importante y es que más de 1.000 personas necesitan una córnea, cerca de 450 requieren un riñón y al menos 40 personas un nuevo hígado para salvar su vida. Además, con la donación de tejidos como córneas, hueso y piel, se puede mejorar la calidad de vida de cientos de pacientes más y facilitar su recuperación