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Joven no vidente habla tres idiomas y sueña con ser una gran profesional

La historia de María José Ruiz Durán es un ejemplo de vida y superación

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Para María José Ruiz Durán, una joven de 21 años, la superación no tiene límites a pesar de padecer microftalmia bilateral severa, (defecto de nacimiento en el cual uno o ambos ojos no se desarrollaron completamente y son pequeños).

El no poder ver no ha sido una barrera para esta pulseadora, quien ha vencido barreras para lograr hablar tres idiomas y cursar el segundo año de Administración de Empresas en la Universidad Nacional.

Superarse no tiene límites María José Ruiz Durán, es una joven de 21 años

La joven, pese a su padecimiento visual, se ha dedicado a estudiar, esfuerzo por el cual le han otorgado varios reconocimientos escolares. Ella asegura que ha logrado aprender inglés y portugués gracias a unos amigos no videntes que le han enseñado a través de un juego virtual para personas con esta condición.

“Actualmente, yo sé hablar tres idiomas contando el español, hablo portugués y hablo inglés, ambos de nivel intermedio considero, los cuales aprendí, no por medio de cursos, sino que por medio de amigos ciegos de otros países con los cuales he tenido contacto por medio de plataformas de juegos virtuales para personas con discapacidad visual. Ellos me han enseñado su idioma teniendo contacto con ellos y yo les he enseñado español a ellos”, explicó orgullosa la joven.

Ruiz vive en Tejarcillo de Alajuelita, junto a su mamá, sus hermanos y su abuelo. Ella asegura que quiere compartir su historia con los costarricenses para que sepan que todo se puede lograr si se lo proponen. Además, María nos confesó que aún tiene muchos sueños y metas que desea cumplir, así que esto apenas comienza.

Superarse no tiene límites María José Ruiz Durán, es una joven de 21 años

“Actualmente tengo muchos sueños, muchas metas, de corto y largo plazo. Uno es hacer que mi familia y yo vivamos en una casa mejor, cumplir mi gran sueño que ser una gran profesional, de tener un buen trabajo y ayudar a mi familia”, contó Ruiz.

Momentos duros

La joven expresa que con el pasar del tiempo ha vivido momentos muy duros empezando por ser víctima de bullying, especialmente en el colegio.

“En la escuela me recibieron superbién los niños, ya que tienen una capacidad increíble para aceptar a las personas tal y como son, sin hacer prejuicios”.

Ruiz le contó a La Teja que hay momentos en que pasan necesidades debido a que su mamá no tiene un trabajo fijo y, además, debe cuidar de ella y de sus hermanitos, por lo que busca la forma de vender comida o frutas para tener algún ingreso extra.

Superarse no tiene límites María José Ruiz Durán, es una joven de 21 años

“Mi mamá va al Cenade, ya que ella hace vigorón y caldosas. Además compra repostería para vender allá. A ella le regalan frutas y verduras de vez en cuando y es así como mi mamá nos ayuda. Ella también se tiene que hacer cargo de mis dos hermanos, lo cual le demanda mucho tiempo y le impide tener un trabajo fijo, por lo que para nosotros la situación es realmente muy complicada”, contó María.

Movilización hacia la universidad

Gracias al Centro Nacional de Educación Helen Keller, Ruiz contó con el apoyo de un tutor para aprender a movilizarse por su cuenta y ya ha podido aprender el camino para llegar a diferentes lugares del país, de momento el camino hacia la universidad no lo conoce bien, por lo que su mamá o abuelo le ayudan para llegar.


—  Si usted desea ayudar a María José puede comunicarse al número 6253 1106

“La institución Helen Keller me está apoyando, desde que salí del colegio, en la parte de la movilidad, ya que tenemos un profesor asignado y gracias a él ya sé llegar por mi cuenta a varios puntos del barrio en el que vivo y estoy en proceso de aprender la ruta para ir a la universidad”, explicó.

María asegura que siempre ha sido su mamá la que ha estado luchando con ella y quien le ha ido enseñando a realizar algunas actividades domésticas.

“En la parte de realizar actividades domésticas como lavar ropa, limpiar, barrer, pelar y picar vegetales, frutas, hacer batidos, hacer arroz, cocinar algunas frituras, poco a poco he ido aprendiendo, gracias a Dios y al apoyo de mi mamá que es para mí es la única persona que siempre ha estado conmigo y me ha apoyado en todo momento. Ella también me ha defendido en situaciones en las cuales las personas han querido aprovecharse de mí”.

Mandy Durán, mamá de la joven estudiante, reconoce que sacar adelante a sus hijos es muy complicado, por lo que apenas les da para vivir, por lo que necesita apoyo para lograr que su hija se convierta en toda una profesional. Actualmente, María necesita conseguir un escritorio y una silla para realizar sus trabajos universitarios de la mejor manera, ya que en su hogar no cuentan con estos muebles.

Superarse no tiene límites María José Ruiz Durán, es una joven de 21 años

“Como quisiera que me le ayudaran con un escritorio para que pueda poner su computadora y con una silla para que ella esté más cómoda estudiando, porque aquí en la casa no tengo mesa, hay un desayunador, pero ella prefiere estar en el cuarto porque sus hermanitos hacen mucho ruido y ella no tolera los sonidos fuertes”, comentó la mamá de María, quien al igual que su hija ha dado la buena batalla por salir adelante.

Wilmer Madrigal Amador

Wilmer Madrigal Amador

Licenciado en Periodismo en la Universidad de Managua. Periodista, con experiencia en nacionales, sucesos, política y migración. Antes trabajó en 100 % Noticias y Onda Local.

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