Este viernes 22 de setiembre se confirmó una renuncia más en la administración del presidente Rodrigo Chaves Robles, en este caso la de la ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos, Wendy Molina Varela.

La ahora exministra presentó su “renuncia irrevocable” después de solamente estar en el puesto durante dos meses y dieciocho días.

Doña Wendy Molina se convierte en la salida número 35 del gobierno de Chaves, desde que este asumió la presidencia el 8 de mayo del 2022, o sea, ya lleva 16 meses en el poder. Esta renuncia fue confirmada por el propio ministerio de Vivienda.

“Agradecemos el trabajo realizado por la señora Wendy Molina durante el tiempo que lideró al sector vivienda y le deseamos los mejores éxitos en los proyectos que vaya a asumir en el futuro.

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“El Gobierno de la República anunciará oportunamente a los nuevos jerarcas”, explicó Casa Presidencial.

Doña Wendy asumió como ministra el pasado 4 de julio porque la silla la dejó desocupada Jessi Martínez, quien renunció junto con el viceministro de Vivienda, Roy Jiménez. Con el cargo de ministra de Vivienda también asumió el de presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU).

Poco después de que se diera a conocer la salida de la jerarca, Presidencia informó que ya había un reemplazo, se trata de Ángela Mata Montero, quien fue Viceministra Administrativa y de Gestión estratégica del MOPT y miembro del Consejo de Administración del CONAVI como Vicepresidenta en la actual administración.

Mata Inició su carrera laboral en el ámbito de los recursos humanos, siendo consultora y posteriormente como gerente en empresas como: Chiclera Costarricense S.A., Sykes Latin America y Hotel Radisson. También formó parte del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos y la Cámara Costarricense de la Construcción. Por último, acumula 12 años de experiencia docente.

Según datos del periódico La Nación, hasta el pasado 5 de julio a Rodrigo Chaves le habían renunciado 31 miembros de su gabinete, entre ministros, viceministros y presidentes ejecutivos.

Para aquel entonces Chaves tenía 14 meses en el poder. El promedio de renuncias era de una cada 13 días y medio. De aquel 5 de julio a hoy, 22 de setiembre, renunciaron ya cuatro personas más: El 7 de agosto renunció el viceministro de Paz, Sergio Sevilla; el 9 de agosto dimitió el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop), Widman Cruz.

Además, el 13 de setiembre dejó su cargo el presidente ejecutivo del Consejo Nacional de Producción (CNP), Adolfo Ramírez y este 22 de setiembre renunció la ministra Wendy Molina.

Sin olvidar que el 7 de agosto renunció Pedro Beirute, gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), y cuatro días después renunció María Gabriela Vallejo, gerenta general del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

Ojo al próximo 7 de octubre

Después de 16 meses de gobierno y 35 renuncias, el promedio es de una renuncia cada 14 días, eso significa que, si hoy es 22 de setiembre, hay que ponerle atención al próximo sábado 7 de octubre porque a como pinta la cosa se dará otra renuncia ya que será el día 14 desde la actual salida de la ministra de Vivienda.

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No ha tenido estabilidad el gobierno de Chaves, 5 días después de recibir la banda presidencial, el 13 de mayo del 2022, renunció el viceministro de Cultura y Juventud, Ricardo Seravalli, esa fue la primera salida.

El 1 de junio del año pasado llegó la segunda salida, Erika Nahrgang, quien fue presidenta ejecutiva del Sinart. En setiembre del año pasado hubo 5 salidas.

Como que hubo una tregua navideña entre noviembre y diciembre del año pasado, nadie renunció, pero llegado enero de este año, el 20 para ser exactos, se fue Laura Ulloa, viceministra de Obras Públicas y Transportes. Durante este 2023 todos los meses se le fue alguien a Chaves.

El politólogo Gustavo Araya analiza tanta salida en la presente administración. “Eso tiene dos explicaciones: la primera es que el gobierno no tiene una hoja de ruta clara, un rumbo definido, por eso cambian y cambian las figuras porque a cada rato cambia el rumbo.

“Como el gerente (el presidente) no sabe para dónde va, sucede que el personal no tiene apego sobre ningún objetivo ya que nadie sabe realmente para dónde se va porque cambia constantemente la ruta de acuerdo al estado de ánimo”.