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Mamá que sobrevivió al cáncer y al covid-19 vive cada día como si fuera un regalo

Valiente mujer dice que sus cuatro hijos se han convertido en el motor de su vida

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Karen Mora Badilla se aferró a sus cuatro hijos para luchar primero contra el cáncer y posteriormente hacerle frente al covid-19.

Ambas enfermedades la tuvieron al borde de la muerte, pero su espíritu de lucha y su fe en Dios la sacaron adelante.

Sobrevivir a tan duras pruebas hicieron que esta joven mamá (32 años) viviera una Navidad diferente, repleta de gratitud y amor. Debido a eso, ella asegura que ahora ve cada día como un bello regalo.

Karen Mora dice que su familia es la que la da la fuerza para seguir recuperándose. Foto: Cortesía de Karen Mora. (Cortesía de Karen Mora)

La primera batalla que tuvo que librar fue contra el cáncer. En diciembre del 2018 Karen sintió una pelotita en el seno derecho y decidió ir al médico.

“Cuando el doctor me revisó me mandó a hacerme un ultrasonido, pero la mujer que me lo hizo dijo que no había nada de qué preocuparse, que todo estaba bien y me fui tranquila para la casa. En enero del 2019 la pelotita había crecido mucho y preferí pagar un ultrasonido porque estaba muy preocupada.

“El médico que me lo hizo me dijo que no le gustaba lo que veía y me mandó a hacer una biopsia, ocho días después me dijeron que tenía cáncer y me remitieron al Calderón Guardia”, recordó.

A Karen le empezaron a poner quimioterapia de inmediato para atacar la enfermedad. El proceso fue muy duro porque además de debilitarla y hacerla sentir muy mal, el tratamiento hizo que el cabello, que tanto se cuidaba, se le cayera, causándole un golpe emocional bastante fuerte.

Este fue el recibimiento que le dieron los seres queridos a Karen cuando salió del hospital por el covid-19. Foto: Cortesía de Karen Mora. (Cortesía de Karen Mora)

Buenos resultados

El 18 de diciembre del 2019, luego de finalizar la quimioterapia, a la valiente madre la operaron para quitarle el tumor.

“Los doctores me dijeron que era probable que perdiera el seno derecho, así que les dije que hicieran lo que tenían que hacer, pero por dicha no fue necesario que lo quitaran todo, solo retiraron la parte donde estaba el cáncer.

“En febrero me pusieron radioterapia y después me hicieron otra biopsia y salí limpia. No lo podía creer, viví un proceso largo y muy duro, la quimioterapia me tuvo en cama durante mucho tiempo y la operación fue muy dura, pero había valido la pena porque iba a ver a mis hijos crecer”, relató la sobreviviente.

Para ese momento la joven mamá sentía que lo peor había pasado, pero en agosto del 2020 llegó la segunda prueba, la cual la alejó dos meses de su familia.

“El 16 de agosto, un día después del Día de la Madre, tuve fiebre y me extrañó mucho. El 17 de agosto se me quitó la fiebre, pero empecé con dolor de glándulas y una tos terrible que no me dejaba ni respirar; el 18 de agosto ya no pude más y tuve que llamar a una ambulancia”, recordó.

Karen tiene 32 años y muchas ganas de ver a sus hijos crecer. Foto: Cortesía de Karen Mora. (Cortesía de Karen Mora)

Karen vive en Pocora de Guácimo, así que la ambulancia la llevó al hospital de Guápiles, pero ahí no duró mucho porque los médicos la vieron delicada y la mandaron al Calderón Guardia, en San José.

“Cuando llegué a ese hospital les dije que sentía que no me llegaba el aire, que me ahogaba. Ellos me dijeron que me iban a intubar y desde ese día estuve inconsciente.

“Desperté el dos de noviembre, no podía creer que hubiera pasado todo ese tiempo sin ver a mi hijos y entré en depresión. La sicóloga que me atendió se portó muy bien conmigo y permitió que mis hijos me visitaran en el hospital, eso me dio fortaleza”, contó.

Durante el tiempo que estuvo inconsciente sufrió tres derrames y un infarto, pero su cuerpo no se dio por vencido nunca.

Los doctores analizaron la posibilidad de amputarle el brazo izquierdo porque no le llegaba oxígeno. Foto: Cortesía de Karen Mora. (Cortesía de Karen Mora)

Duro regreso a casa

La sobreviviente salió del hospital el 24 de noviembre, pero como estuvo tanto tiempo en cama apenas podía caminar.

Nuria Badilla, mamá de Karen, tuvo a su hija en su casa durante unos días, mientras se recuperaba de los efectos del coronavirus.

“Mis músculos perdieron la fuerza y tuve que empezar poco a poco. Mi brazo izquierdo se vio afectado por la falta de oxígeno y pensaron amputármelo porque presentó necrosis, pero he tenido mucha mejoría.

“Estoy en mi casa y me siento mucho mejor. Mi hijo mayor me ayuda bastante en la casa; yo ya camino pero a veces me agito entonces tengo que descansar”, relató.

La sobreviviente ve a su familia como el tesoro más valioso que tiene. Foto: Cortesía de Karen Mora. (Cortesía de Karen Mora)

Karen dice que su mamá sigue apoyándola, sobre todo con el cuido de sus hijos, los dos varones de 16 y 10 años y las dos niñas de ocho y cuatro. Además, su papá, Rodolfo Mora, es quien la lleva a las cita médicas que tiene.

“No tengo cómo agradecer a mis papás el apoyo que me dan. La vida me cambió en los últimos años, estaba estudiando Trabajo Social en la universidad y me sentía sana, pero de un momento a otro todo cambió, me vi envuelta en dos pruebas muy duras que gracias a Dios y al apoyo de mi familia logré superar.

“Ahora solo queda ver para adelante y seguir luchando para terminar de recuperarme porque tengo muchas metas y razones para vivir”, agregó la valiente.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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