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Marina, la ternera que nació con cinco patas y dos vaginas ahora tendrá una vida normal

Los veterinarios de la UNA hicieron una histórica operación para quitarle la quinta pata

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La ternera Marina nació diferente. Llegó al mundo con cinco patas y dos vaginas y eso pudo haberle complicado la existencia, pero no será así.

Médicos veterinarios de la Universidad Nacional (UNA) le hicieron este miércoles una operación histórica a la ternerita de dos meses y ahora podrá llevar una vida normal.

La animalita nació sin nombre, la bautizaron Marina estudiantes de veterinaria porque es de La Marina de San Carlos. Como traía “feria” la donaron a la UNA, donde pasará el resto de sus días.

La cirugía consistió en quitarle la pata de más y una bolsa de piel que contenía huesos y cartílagos que estaban unidos a la pelvis.

Rafael Vindas, uno de los veterinarios de la universidad que participó en la operación, contó que la malformación que tenía Marina se llama polimelia.

“Se da cuando las gemelas idénticas en la fase de separación no se separan completamente o alguna no se desarrolla del todo y la otra sí, parte de esa que no se desarrolló se une a la otra”.

El especialista dijo que los próximos quince días serán de mucho cuidado para la ternera porque la herida debe sanar muy bien. Por eso la van a mantener aislada.

“Esta es la primera vez que en la Universidad Nacional, y me parece que en el país, se hace una cirugía de este tipo. Estos casos no son muy frecuentes, pero se dan; sin embargo, muchos de los animales mueren o los dueños esperan a que crezcan un poco y luego los venden para el comercio de carne.

“Ella (Marina) está bien, ahora permanecerá en una cuadra para ella sola. Ya está destetada, así que seguirá comiendo y recibirá analgésicos para el dolor, desinflamatorios y antibiótcos para evitar infecciones”, detalló Vindas.

2 meses tiene Marina

Sin complicaciones

El veterinario dijo que la operación se extendió por unas dos horas y que no hubo contratiempos.

“Los miembros que quitamos estaban principalmente en el exterior, los retiramos, ligamos los nervios y los vasos sanguíneos, algunos estaban un poco grandes porque eran los que alimentaban la pata extra, después de eso cerramos la herida”, manifestó.

Curiosamente el animal nació con dos vaginas, por una orina y por la otra defeca y las dos están conectadas. Eso no se le corrigió durante la operación porque, según dijo el veterinario Vindas, no causa ningún inconveniente y la cirugía más bien pudo haber puesto en peligro a Marina de alguna complicación.

El médico explicó que el desarrollo de la ternera había sido normal, pero si no la operaban podría haber experimentado problemas en el futuro.

“Cada vez que defecaba u orinaba los desechos caían sobre la bolsa de piel y la pata extra y eso, además de incomodidad y suciedad, le podía llegar a causar úlceras e infecciones, lo mejor era quitar esos miembros, que pesaban unos cinco kilos.

“De momento esperamos que tenga una vida relativamente normal, en cuanto a la reproducción somos más reservados porque podría generar peligro en ella. Ya veremos más adelante, con nuevos estudios y análisis si se da el desarrollo de los órganos reproductivos y si es recomendable que se reproduzca o no”, aseguró.

Gran enseñanza

En el equipo que llevó a cabo la operación participaron dos cirujanos, un anestesista, un técnico de cirugía y estuvieron presentes cinco estudiantes de veterinaria de la UNA.

La pierna y la bolsa que le quitaron a la ternera pesaban unos cinco kilos

Vindas dijo que se siente muy satisfecho y contento de haber participado en el procedimiento que, además de ser pionero, deja grandes enseñanzas a la medicina veterinaria del país.

“La mayoría de casos de este tipo pasan desapercibidos en los animales, en los humanos sí llaman más la atención porque la medicina trata de darle una mejor calidad de vida a quienes nacen con alguna malformación.

“Creo que estos casos son valiosos no solo para la veterinaria, sino para le medicina en general porque podrían ayudar un montón a acumular experiencia que puede llegar a servir en casos parecidos en humanos. Por eso sería importante compartir conocimiento con médicos nacionales para que se sepan cómo se desarrolló la cirugía”, afirmó.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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