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‘¿Me estás oyendo, inútil?’: Divorciadas se enfiestan para celebrar regreso a la soltería

Tica vio idea en Colombia y montó el negocio en Costa Rica

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Decía el cómico Groucho Marx que el matrimonio es la causa principal del divorcio. Y tenía razón.

El divorcio es una etapa que algunas parejas ven lejana, otras ni siquiera contemplan y que otras tratan de afrontar de la mejor manera para tratar de reducir las consecuencias. Al mal tiempo, buena cara... O buena fiesta.

Así lo comprobó Evelyn Tenorio, una organizadora de eventos que hace cuatro años vio en un bar de Bogotá una pachanga buenísima de despedida de casadas (sí, de casadas). Las mujeres incluso lucían camisetas que hacían público el nuevo estado civil y Evelyn pensó que todo aquello pegaría en Tiquicia y cuando regresó de una vez se aplicó a darle forma como negocio.

Desde entonces, a sus amigas que se han ido divorciando les organizó una actividad para decirles adiós a los años de unión y darle la bienvenida a la soltería. La voz se fue corriendo y, dice Evelyn, cada vez son más quienes cierran con un festejo esa etapa de sus vidas.

“Las llamamos despedidas de casadas o bienvenida a las divorciadas”, explicó Evelyn, quien añade que, como es natural, también están disponibles para hombres, pero hasta el momento no le ha tocado planear una.

Como Evelyn ya estaba en el negocio de organizar bodas lo único que hizo fue ampliar la oferta, hacer algunos ajustes aquí y otros allá y listo. Solo quedaba esperar. Y no esperó mucho para poner en práctica la novedad.

Una de sus mejores amigas estaba divorciándose y se había deprimido, así que Evelyn planeó una reunión de amigos para apoyarla.

“Le hice una fiesta con karaoke, que es lo que a ella le gustaba y comencé a promocionarlo dentro de mi círculo de amigos”, detalla.

Y la cosa funcionó. Después de ese arranque fueron llegando otras solicitudes. Más mujeres deseaban celebrar la vuelta a la libertad entre música, “tamarindos” y bien respaldadas por amigos y amigas.

Hablemos de plata

El presupuesto varía según lo que incluya cada una de las fiestas, que pueden ir desde una reunión con las cinco compas más cercanas, juegos de mesa, parrillada y música de fondo hasta una excursión por bares. Las más apuntadas piden a veces un maripepino y otras, ya entradas en calor, incluso dos o más.

Si hablamos de números, el festejo podría costar desde un poco más de ¢200.000 (para 15 personas) hasta la más cara que ha hecho Evelyn hasta ahora, que fue de $4.000 (¢2,4 millones). Con esto se lo decimos todo: incluyó los desayunos del día después.

Y como para gustos los colores, hay mujeres que se inclinan por volver a la soltería a todo galillo y piden solo música de Paquita la del Barrio (“Rata de dos patas” no puede faltar y menos el grito de batalla: ¿me estás oyendo, inútil?), de Alicia Villarreal (“Te quedó grande la yegua” está sí o sí) o las de Pimpinela. Todas cortavenas, lacrimógenas.

Las actividades se adaptan a varios ambientes. Pueden ser en un apartamento (con mesa de bocadillos, bebidas alcohólicas o gaseosas) o en alguna casa de esas que se alquilan para este tipo de eventos. Eso también depende de la plata.

Evelyn se encarga de llevar las bebidas, los “snacks", las copas, los shots y las blusas. Estas llevan estampados mensajes como “estoy libre en el mercado”, “divorciada, plena y feliz” o ”me quité la guillotina del cuello", entre otros.

Como todos los participantes son adultos, si la festejada elige un tour por bares, Evelyn les pone una microbús para trasladarlos; eso sí, no espera a nadie, si alguna prefirió quedarse en algún lado, se quedó. El viaje sigue según lo planeado.

“El negocio ha venido funcionando muy bien y eso que no lo anuncio ni en Face ni en ninguna otra parte, es solo por referencias de clientas satisfechas”, explica Evelyn.

La mayor parte de las celebraciones son cubiertas por las amigas de la divorciada, quienes se solidarizan así con la causa y le dicen “la vida sigue”, “más se perdió en la guerra”.

Y que nadie se preocupe; lo que pasa en la fiesta se queda en la fiesta.

¿Sirve de terapia?

Conversamos con la psicóloga de familia María Ester Flores sobre el efecto de este tipo de actividades para la divorciada:

-¿Sirve recurrir a una celebración para cerrar ese duelo?

Sí, me parece una idea positiva. Es como celebrar el esfuerzo que se puso pese al resultado y permite festejar una nueva etapa de su vida.

-¿Es bueno recurrir a cantar canciones de despecho?

Si cantás las canciones como haciendo chota de tu tragedia es beneficioso, pero si al hacerlo las cantás con rabia, te estancás en el proceso de dolor y perdón.

-Si la fiesta la organizan los amigos, ¿cuáles cuidados deben tener?

Si no se sabe el nivel de dolor que enfrenta la persona, mejor tener cuidado y preguntarle si se siente preparada para celebrar, nunca se la haga sorpresa. El tiempo recomendable para que una persona supere su duelo es de entre siete meses a un año.

Si quiere celebrar su nuevo estado civil o ayudar a alguna compa que pasa por eso ahora puede llamar a 8832-7162 o enviar un mensaje a myspecialday23@gmail.com

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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