Los moteles están en plan de enamorar al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y harán todo lo posible para lograrlo.

La primera muestra de amor que han demostrado es que se están poniendo al día con el dinero que le deben a esta institución.

En el IMAS están ilusionados con este romance, pero están todavía más felices porque saben que si se convierten en una pareja estable pueden alegrar a muchas familias pobres.

Las intenciones de los moteles son serias, solo este año año le han dejado al IMAS ¢1.265 millones en recaudación de impuestos, una cifra que es alta en relación a la misma fecha del año anterior cuando recolectaron ¢912 millones, es decir ¢353 melones más en este 2019.

A estos rincones hechos para darse cariño se les cobra un impuesto por habitación dependiendo de la categoría que tengan, por ejemplo, a los de clases A se les impone un 13%, a las B un 10% y a los del C un 5%.

Para que la tenga más clara, si usted paga 25 rojitos por una clase A, sepa que ¢3.250 van directo al IMAS para programas sociales.

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Según el Instituto, el incremento en la recolección de ese porcentaje obedece a varios aspectos, el primero es el crecimiento que ha tenido este sector en los últimos cuatro años, ya que pasaron de 163 negocios registrados en el 2015 a 229 en el 2019.

Esto quiere decir que al tener más cuartos, el IMAS queda mejor parado, pues recoge más platica.

La cosa no queda ahí, ya que otro aspecto que ha permitido tener más dinero es la amnistía tributaria que implementó el Ministerio de Hacienda entre diciembre del 2018 y marzo del 2019.

Este mecanismo le permitió a las empresas morosas, como algunos moteles, ponerse al día con las obligaciones sin que se les cobrara multas excesivas por sus atrasos.

Ilusionados, pero con cuidado

Pese a que en el IMAS están muy felices por el interés que ha tenido el sector motelero, todavía no caen redonditos de amor, ya que todavía les adeudan casi ¢2.500 millones.

Juan Luis Bermúdez, presidente ejecutivo del IMAS, se mostró complacido por el avance que han tenido con este grupo pero acepta que aún queda mucho trabajo por hacer.

“Hay que reconocer que el ejercicio de responsabilidad que han tenido estos empresarios ha sido bueno, a nosotros nos agrada pero a los que más les agrada es a las personas que dependen de nuestras fuentes para atender muchas necesidades”, detalló.

Bermúdez explicó que este dinero se invierte en los programas de becas Avancemos, Puente al Desarrollo, inversiones en pequeños negocios, entre otros que beneficia a aproximadamente 195 mil familias.

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Mauricio González, presidente de la junta directiva del grupo Fantasy Rooms (cadena de moteles) y mayor contribuyente del IMAS, también se mostró complacido por los acuerdos que han tenido, pues eso les permite ayudar a muchas familias y a seguir manteniendo el negocio.

“Lo que entregamos sigue siendo un porcentaje alto, pero que se puede pagar, es una obligación que tratamos siempre de cumplir”, comentó.

Precios accesibles y experiencias únicas

Y es que los moteleros también se han esmerado en ofrecer más que una cama para un caliente encuentro amoroso.

Ruperto González, gerente general del los moteles Paraíso, Venus, Edén, Maison Dore y Jardín Oriental, dijo que a diferencia de otros lugares, ellos ofrecen una experiencia para las parejas.

“Nosotros contamos con jacuzzi, piscina, sillones de posiciones y algunas habitación están ambientadas con diferentes temáticas para salir de la rutina en un ambiente de intimidad, fantasía, pasión y juego”, comentó.

Los precios que manejan van desde los ¢10 mil a los ¢30 mil y el tiempo que ofrecen es de 3, 4 y 12 horas; estos son similares a los que manejan otras cadenas moteleras.