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Mujer que tuvo un infarto a los 40 años cuenta cómo el estrés laboral casi la lleva a la tumba

El estrés laboral está aumentando los casos de infartos en los ticos

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Kalina Quirós sabe mejor que nadie que el estrés laboral que vivimos los ticos día con día puede llegar a tal punto, que pone nuestra vida al borde del precipicio.

Con tan solo 40 años, Kalina vivió uno de los momentos más angustiantes de su vida luego de que, por tanta carga y estrés laboral, su corazón dejó de responder.

Kalina Quirós tuvo un infarto a sus 40 años y todo por estrés laboral. Foto: Cortesía. (Cortesía )

Y si bien, para nadie es un secreto, que los infartos pueden suceder en cualquier momento, lugar y hora, resulta que en el caso específico de los ticos, según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), los lunes se disparan los infartos.

Créalo o no, todo tiene que ver con el trabajo.

En el caso de Kalina (hoy con 43 años), si bien no fue un lunes, y después de pasar varios días en una cama de hospital y casi no poder contar la historia, por dicha salió adelante y nos explicó la raíz de este problema.

“Sucedió el miércoles 26 de octubre del 2022. En aquel momento yo venía teniendo muchísimo estrés laboral, mucho.

No hay nada más importante para Kalina que su familia. Foto: Cortesía. (Cortesía )

“Tenía que estar disponible 24/7, trabajaba sábados y domingos, hasta feriados. Desayunaba y almorzaba con la computadora; de hecho, siempre me la llevaba, así fuera de vacaciones y, si no estaba trabajando, pasaba pendiente del teléfono.

“Vivía pensando en lo que tenía que hacer al día siguiente, a los tres o cuatro días o, estaba en la oficina a las 8 de la mañana y ya estaba pensando cómo serían las presas de regreso”, relató.

Ese día jamás lo va a olvidar.

“Tuve los signos más normales. Empecé a sentir, desde la mañana, un dolor en el pecho que me impidió ir a caminar, por lo que me devolví. Luego se me pasó y caminé los 4 km que acostumbraba.

“Ese día estaba haciendo teletrabajo, y como a las 4:30 p.m. empecé a sentir el dolor más fuerte, que se me iba al brazo izquierdo, otro de los síntomas más comunes”, recordó.

Su hermana, que es doctora, le recomendó ir al Hospital de Alajuela para hacerse un electrocardiograma, pero Kalina le puso un montón de peros, diciendo que tenía mucho que hacer.

“Uno siempre tiene un pero y, no siempre, por esta vida tan acelerada, se atienden las alarmas que da el cuerpo”, dijo.

No obstante, el punto de quiebre llegó cuando se vio en el espejo y vio que estaba pálida, tirando a verde, con dificultad para poder respirar y sudando, lo que la asustó y decidió irse a revisar.

Una vez en el hospital, se le sumó otro mal, un dolor terrible de mandíbula. Pese a que los signos vitales fueron normales, el electrocardiograma dio en el punto.

Kalina hoy está puras tejas, pero casi no vive para contarlo. Foto: Cortesía. (Cortesía )

“La doctora me dijo: ‘muchacha, usted lo que está teniendo es un infarto’. Nunca se me va a olvidar la cara que le hice a mi esposo”, recordó.

La trasladaron de una al Hospital San Juan de Dios, donde le colocaron cinco “stent” y un balón de contrapulsación que le ayudaba al corazón a bombear sangre.

Esto le salvó la vida, no sin antes tener que pasar ocho días en cuidados intensivos y más de seis meses incapacitada.

Otro tico que también pasó por la misma situación fue don Luis Vílchez, quien, a pesar de estar jubilado, los años de estrés laboral, el licor y el fumado, le pasaron factura.

“Ya estaba pensionado para ese momento, fue el 26 de setiembre del 2022. El doctor me dijo que fue por estrés”, explicó don Luis.

“Yo trabajé 20 años en el Banco Nacional y era muy estresante. Además, era muy necio con mi trabajo, todo lo quería perfecto, eso me estresaba mucho.

“Fuera de ahí (BN), tuve jefes muy necios y majaderos que todo lo querían ya, y entendí que lo que me pedían hoy se lo tenía que dar ayer”, relató.

Luis Vilchez vivió las consecuencias de darle mucha prioridad a su trabajo.
Luis Vilchez vivió las consecuencias de darle mucha prioridad a su trabajo. (Foto: Cortesía/Foto: Cortesía.)

En su caso, todo sucedió un domingo mientras desayunaba, cuando comenzó el dolor punzante en el pecho y un vecino le ayudó llamando a una ambulancia.

Cuando lo llevaron al hospital y le hicieron exámenes, estaba puras tejas.

“Al final, me dice la doctora: ‘váyase, usted está como un chiquillo de 15’″, contó.

Pero, ese mismo día, por la noche, el dolor volvió y, a partir de ese momento, todo está borroso.

Según nos contó, llegó medio inconsciente al centro médico, pero los médicos lograron salvarlo.

Ahora, ¿por qué los lunes son el día en el que los ticos más sufren de infartos?

Según la Caja, tiene todo que ver con el estrés que les genera a los ticos el inicio de la semana laboral.

Según detallaron, hay estudios que demuestran que más de 10.000 pacientes han tenido infartos graves los lunes.

salud mental en el trabajo, estrés, ansiedad
salud mental en el trabajo, estrés, ansiedad (Shutterstock/Shutterstock)

Y es que, más allá del estrés, hay una serie de situaciones que se mezclan este día, las cuales ponen en riesgo la vida de las personas. Específicamente, son tres:

  • Los cambios bruscos en la rutina del sueño.
  • Se registran niveles más altos de presión arterial en las mañanas.
  • Y claro, el estrés laboral.

Todos estos factores combinados aumentan, exponencialmente, el riesgo de sufrir un infarto; sobre todo, en personas con condiciones preexistentes o factores de riesgo como hipertensión, tabaquismo, obesidad o antecedentes familiares.

Esto nos lo confirmó Eduardo Alvarado, especialista en cardiología.

“Comenzar la semana, ir al trabajo, pasar por todas las presas de autos, esto marca el comienzo del estrés y eso no es algo que el cuerpo pasa desatendido”, indicó el especialista.

Y si a eso se le suma un ambiente laboral poco agradable o un jefe agresivo y/u opresor, tenemos la receta para un infarto.

Pero de estas experiencias salió algo bueno. Según nos contaron ambos, aprendieron que la vida es más que trabajar y que si el cuerpo les pide descanso, le hacen caso.

“Ahora, con el tiempo, me doy cuenta que uno mismo no se pone límites y casi que busca que lo premien como el mejor funcionario (...) pero, el cuerpo da señales y no las acatamos.

Kalina Quirós tuvo que pasar muchos meses en recuperación. Foto: Cortesía. (Cortesía )

“Si tengo un compromiso y mi cuerpo me pide descanso, con todo el dolor del mundo no iré. Aprendí a gestionar mi tiempo y mis prioridades”, dijo Kalina.

“Fue muy positivo, aprendí a disfrutar más la vida, a ser agradecido y ahora veo cosas muy positivas que antes no las veía; por ejemplo, que me puedo agachar, levantarme, tengo salud”, concluyó don Luis.

Sergio Salazar

Sergio Salazar

Periodista de Nacionales. Bachiller en Periodismo y Licenciado en Producción Audiovisual por la Universidad San Judas Tadeo.

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