Shermin Alvarado está muy dolida porque no pudo asistir al funeral de su abuelita, Flory Sánchez, quien murió el miércoles pasado a los 90 años.
Al dolor de haber perdido a su ser querido se le sumó una acción que ella califica como una ingratitud, ya que en la iglesia en la que hicieron el funeral de la adulta mayor cerraron el portón y debido a eso ella y otros allegados no pudieron entrar a la despedida.
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“Un tío mío fue el que hizo las vueltas del funeral y fue a apartar la iglesia de Lourdes de Montes de Oca, ayer mismo (jueves) nos avisaron que el funeral era a las dos de la tarde, yo estaba trabajando y pedí permiso para salir temprano, pero no me lo dieron, así que me escapé un poquito antes de las dos de la tarde y llegué al templo a las dos y cinco de la tarde, pero ya el portón estaba cerrado.
“Ahí al frente de la iglesia me topé a una de mis hermanas que ya había llegado a la iglesia, pero había salido un momento a comprar una pastilla y cuando regresó ya habían cerrado el portón, así que también se quedó afuera.
“Al final estábamos afuera como quince personas esperando que nos abrieran el portón, hasta una señora en silla de ruedas, pero abrieron hasta que terminó el funeral; sentí mucha impotencia al estar agarrada de la verja viendo desde afuera el ataúd de mi abuelita, mi papá y un tío trataron de decirle al sacristán que abriera, pero él no lo hizo. Las iglesias están abiertas para llamar a los cristianos, no para alejarlos de la misma”, manifestó la joven.
La Teja llamó a la oficina parroquial de la iglesia de Lourdes y una secretaria que se identificó solo como Guadalupe dijo que eso de cerrar el portón es una medida que ellos aplican en todos los funerales.
“Yo fui la que atendí a un hijo de la señora que murió cuando vino a apartar la iglesia, le expliqué que a las dos en punto se iba a cerrar el portón para que nadie más ingresara y él dijo que no había ningún problema con eso, hasta le pregunté si había alguna persona que venía de largo y había que esperar pero él dijo que no, que la familia era pequeña y que le iba a decir a los que iban a venir que tenían que llegar temprano”, contó la secretaria.
“Cuando se hacen funerales solo están en el templo el sacerdote y el sacristán que le tiene que ayudar al padre en la ceremonia, entonces no puede estar pendiente del portón, por eso es que dice a la familia con tiempo que el portón se va a cerrar”, agregó.