Las estructuras encargadas del placer femenino están provistas de una red de terminaciones nerviosas cuya ubicación varía de modo considerable de una mujer a otra. Esa es la razón por la cual cada mujer es diferente desde el punto de vista sexual.
LEA MÁS: (Video) Rodrigo Chaves aceptó que cometió un error y se tuvo que disculpar con todo un país
Lo que para una mujer es gratificante, puede ser una caricia insípida para otra. Áreas de los genitales que en algunas desencadenan orgasmos, en otras no despiertan el menor impulso. Esto se pone de manifiesto no solo con las caricias sino también con la penetración. Algunas mujeres solo sienten el clímax en determinadas posiciones, pero en todas las demás, no lo alcanza.
LEA MÁS: ¿Cuál es el día en que los costarricenses sufren más infartos? Descúbralo aquí
En estas mujeres el estímulo sexual debe ser exacto, y ese grado de precisión no se obtiene simplemente asumiendo otra postura, sino que a veces es necesario utilizar una, dos o más almohadas, de diferente grosor, colocadas debajo de la cadera, y así la mujer logra esa dirección necesaria.
Por ejemplo, algunas parejas las usan debajo de la cadera, cuando están boca arriba, para levantar la zona vaginal y facilitar la penetración efectiva; o al revés, estando la mujer boca abajo, se coloca adelante del abdomen para elevar las nalgas. Este es un viejo recurso que en el ámbito popular se denomina “poner una calza” o “el tiro de la almohada”.
LEA MÁS: Pilar Cisneros celebra el nacimiento de su “segundo hijo” en la Asamblea Legislativa, en tres años
Las almohadas son muy importantes y sus usos van más allá. Son indispensables en todas aquellas posiciones donde las rodillas quedan en contacto con el suelo; la almohada evita dolores y lesiones. Otras veces sirven para dar apoyo cuando la cabeza queda en posición horizontal; en ese caso, la almohada sirve como cabecera. Igualmente, pueden proteger los codos cuando estos sostienen el peso del cuerpo.
Un buen amante cuenta con varias de distintas características: duras y suaves, gruesas y delgadas, grandes y chicas. Así, la pareja dispondrá de más herramientas que enriquecen cada encuentro sexual.