La prensa internacional ha difundido la noticia de que la actriz Olivia Newton-John, estrella protagónica de la legendaria película “Grease”, ha vuelto a sufrir del cáncer que combatió hace 25 años y que se ha extendido a la espalda.
El cáncer de mama es el tumor ginecológico más frecuente en nuestro país, se calcula que una de cada diez mujeres enfrentará esta enfermedad y cada vez vemos más casos en jóvenes incluso menores de 35 años.
Tradicionalmente se hablaba de factores de riesgo que son aquellos que hacen que una mujer sea más propensa a desarrollar este tumor; sin embargo, hoy sabemos que en la mayoría de los casos no existen estos factores, de manera que toda mujer debe considerarse en riesgo.
Se insiste en divulgar los diferentes síntomas y señales del cáncer, entre ellos: masas, bultos o pelotas en el seno o en la axila, endurecimiento o hinchazón de una parte del seno, irritación, hundimientos, enrojecimiento, descamación o dolor en la piel de las mamas o del pezón, secreción del pezón, cambios en el tamaño o la forma de las mamas.
Sin embargo, hoy queremos que la mujer se realice los exámenes de detección aun cuando no presente ninguna molestia, aun cuando el seno no muestre ninguna de estas señales, ya que en los primeros estadios es común que el cáncer pase silente y no dé ninguna manifestación.
Los estudios mencionan que entre más temprano se detecte un cáncer mejor será el pronóstico. Así si el tumor se trata cuando todavía es pequeño y localizado la posibilidad de muerte es sumamente baja al punto que más del 80% de las mujeres sobreviven.
No cabe duda que el cáncer de mama es el tumor que más miedo y terror genera en la mujer, casi siempre porque se asocia con los tratamientos cruentos y traumáticos. Sin embargo, los estudios mencionan que el cáncer, cuando se detecta a tiempo, es una enfermedad tratable y de rápida recuperación; con tratamientos nobles, pasajeros y sencillos, sin que sea necesario más que una pequeña cirugía. De ahí la importancia de la detección temprana.