La nicaragüense Yorlin Sánchez tomó en el 2018 la difícil decisión de dejar su país natal y venirse para Costa Rica en busca de un mejor futuro para ella y su hijo mayor, que en aquel momento tenía 5 años.
La crisis sociopolítica y la falta de oportunidades la empujaron a tomar la dura decisión. Llegó al país buscando tranquilidad, trabajo y con la ilusión de empezar de cero.
La pandemia la dejó sin trabajo
Al llegar a Costa Rica, consiguió trabajo como cajera en un súper en Santa Ana, pero en el 2020 la pandemia le dio un golpe duro: perdió su empleo y quedó sin ingresos, así que tuvo que buscar opciones.
“Mi pareja y yo teníamos que buscar cómo llevar comida a la mesa, entonces comenzamos de cero. Se me ocurrió hacer cajetas porque me gustan, pero no sabíamos hacerlas, así que aprendimos viendo videos en YouTube”, recordó.
Así nació su emprendimiento de cajetas nicaragüenses al que bautizaron como Delicias Caseras Julia, que con los años se convirtió en su fuente de ingresos principal.
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Vendió en calles, ferias y redes hasta crecer
El inicio no fue fácil. Yorlin vivió un tiempo en La Carpio, luego se pasó a San Rafael de Alajuela, y cuando estaba ahí fue que empezó el negocio.
Su pareja la apoya mucho y al principio la ayudaba a hacer las cajetas y venderlas. Como conocían La Carpio, decidieron que ese sería su primer lugar para vender y lo hacían recorriendo las calles.
Luego la pulseadora abrió páginas en Instagram, Facebook y TikTok y empezó a publicar sus productos en los grupos de ventas.
La respuesta fue tan buena que incluso la invitaron a la Feria Pinolera, que ahora se llama Red de Mujeres Pinoleras, donde ofrece sus cajetas cada vez que hacen actividades.
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Además, como gran parte de su mercado son nicaragüeses que viven en Costa Rica, ahorita se prepara para hacerle frente a un montón de pedidos para la celebración de la Inmaculada Concepción de María, la principal fiesta religiosa de los pinoleros.
Ellos le llaman la fiesta de la Purísima y la celebran en grande con la gritería.
Cajetas que saben a infancia y arrancan lágrimas
Sus productos han tocado fibras profundas en muchos nicaragüenses.
“Hay personas que tienen 20, 30 o hasta 50 años de vivir fuera y cuando prueban mis cajetas me dicen: ‘Me recuerda la niñez, la señora del pueblo ofreciendo cajetas por la calle’. Eso a mí me hace muy feliz”, relató.
Sus clientes le han pedido encargos incluso para llevar a Estados Unidos.
“No soy comerciante de exportación, pero si un cliente viaja, me hace el pedido y se lo lleva”.
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Su negocio ha hace muy feliz
Ahora su esposo tiene un trabajo por aparte y ella se dedica de lleno al emprendimiento, que es un gran empujón en su hogar y además la hace sentirse realizada y feliz.
El ser su propia patrona le permite ajustar los horarios para cuidar a sus grandes tesoros: sus hijos Sebastián, de 12 años, y quien ya le ayuda en el negocio; Yuliana, de 6, y Enzo, de 3.
Entre los productos que ofrece están las cajetas de coco, que son muy tradicionales; las de coco con leche, coco con dulce de caña. También hace cajeta de papaya, que es muy conocida en Guanacaste.
“También tenemos tamales de maíz verde y variedad de postres, como los gofios, que son elaborados a base de pinol, y es el principal de las fiestas de diciembre.
“Además, mieles de temporadas como en Semana Santa. Los precios rondan los ¢1.500 y ¢2.500, dependiendo de cuántos productos piden. También vendemos al por mayor y tenemos precio accesible para los negocios", explicó.
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Ella hace entregas en San José Centro, específicamente en el parque de La Merced; en Heredia, en el Parque Los Ángeles, y en Alajuela, en la terminal de buses, pero también se hacen envíos a otras partes del país.
A futuro quiere abrir un restaurante de comida típica, un espacio donde pueda mezclar los sabores de Costa Rica y Nicaragua, y llevar más de su cultura a quienes migraron.
Lo bueno y lo malo de vivir en Costa Rica
De Costa Rica aprecia el trabajo, la educación para sus hijos y la tranquilidad. Pero reconoce que la xenofobia ha sido una de las experiencias más dolorosas.
“A veces, la gente sufre abusos y comentarios feos, pero uno trata de seguir adelante”.
Yorlin aprovechó para mandarles un mensaje a las personas que están iniciando un negocio y ven todo cuesta arriba.
“No se rindan. Los primeros años son los más difíciles, pero es posible. Yo con hijos pequeños puedo decir que sí se puede salir adelante”.
Estos días la vendedora trabaja sin parar para cumplir los pedidos de diciembre.
“No sé hasta qué hora voy a dormir”, dijo entre risas, “pero estoy muy feliz por esta oportunidad”.
Usted puede ver las delicias que hace Yorlin en en Facebook, el Instagram y el Tiktok de Delicias Caseras Julia. Si quiere hacerle un pedido puede contactarla al celular 7092-6409.





