José Morales es un nicaragüense de 27 años, de esos bien luchadores, que tiene una meta muy clara, por la que lucha todos los días.
Él llegó a Costa Rica en el 2018. Dejó su país debido a los conflictos sociopolíticos, y durante su estadía en Tiquicia se ha aferrado a sus sueños para superar los obstáculos que ha tenido.
No ha tenido una vida fácil, cuando estaba en Nicaragua estudiaba la carrera de Comunicación Empresarial y Relaciones Públicas. Al llegar a Costa Rica quería seguir estudiando, pero le costó porque llegó sin papeles. Ahí enfrentó la primera barrera, pero no se rindió y su esfuerzo dio frutos.
“Quería insertarme en el sistema de educación superior costarricense. Me di cuenta de que la Universidad Latinoamericana de Ciencias y Tecnología (Ulacit) tenía un programa de becas para jóvenes líderes y participé por una de ellas. Logré ponerme a estudiar Publicidad con énfasis en Producción Multimedia, que era lo más parecido a lo que había estudiado en Nicaragua. Eso fue unos nueve meses después de que llegué a Costa Rica”, relató el joven.
Se graduó con honores
José le puso tantas ganas al estudio que en el 2022 se graduó con honores, demostrando que cuando se lucha por una meta, esta se puede lograr, por más difícil que sea.
Actualmente, tiene un buen trabajo y se prepara todos los días para cumplir con una misión personal que quiere cumplir, pues es algo que guarda en su corazón.
“Desde mi graduación, en el 2022, gracias a Dios, logré insertarme en un programa de pasantías en una empresa transnacional. Hice una pasantía y me quedé trabajando en esa empresa inicialmente. Ahora estoy trabajando en otra empresa que también es transnacional. Laboro en el área de mercadeo y me gusta mucho lo que hago”, explicó.
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José se ha adaptado bien a Costa Rica y se siente agradecido, pero la patria siempre jala y él sueña con regresar en algún momento a su nación, ya que extraña mucho su tierra y su gente.
“Yo me estoy preparando, desde que me inserté al sistema educativo costarricense, desde que logré ingresar al mercado laboral, me estoy preparando para mi retorno a Nicaragua.
“He estado haciendo incidencia en el plan humanitario, también me he involucrado en otras aristas, y en otros escenarios; por ejemplo, en temas pastorales, he tenido muchas experiencias de misión juvenil”, dijo el joven.
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Sueña con volver a su patria
Él dice que sueña con ayudar a que su país sea un lugar mejor y quiere trabajar duro para lograr eso.
“Quiero regresar a Nicaragua porque quiero ser parte del proceso histórico de reconstrucción del país, y me veo también enfocado desde la participación política, social, y cultural; específicamente, en el desarrollo del país. Entonces, me gustaría regresar a Nicaragua aportando desde mi profesión”, comentó.
El nicaragüense apuntó que hay cosas que le gustan y admira mucho de Costa Rica.
“Amo el respeto pleno a las libertades públicas, también el respeto que tiene a los derechos humanos. Son tantas cosas buenas las que puedo sacar de Costa Rica. He tenido una experiencia de vivir dos procesos electorales, que me han enseñado mucho el sentido de democracia, todo eso ha sido muy enriquecedor y lo valoro”, manifestó.
Pero José es sincero y relata también que ha sentido la necesidad de hacer un cambio importante en el país, porque cree que hay bastante discriminación hacia los nicaragüenses.
“En Costa Rica también hay barreras, muchas veces vinculadas al tema cultural. Para nadie es un secreto que en Costa Rica se tiene una visión de xenofobia y aporofobia (el rechazo, miedo u odio hacia las personas en situación de pobreza o vulnerabilidad social) por lo que representa el nicaragüense”, indicó.
El valiente muchacho dice que quiere seguir trabajando para crecer profesionalmente, y también quiere capacitarse en otros ámbitos de su vida para poder hacer aportes valiosos cuando regrese a su natal Nicaragua.
Mientras eso pasa, disfruta cada día al máximo y se esfuerza por crecer como persona y adquirir nuevas experiencias.