José Ismael Nuñez es un joven nicaragüense que encontró en Costa Rica su segundo hogar. Lo que empezó como videos para entretenerse en la pandemia, terminó convirtiéndose en una plataforma para declarar su amor por el país vecino.
Este diciembre, José Ismael decidió vivir 25 días como un tico más: jugó el Gordo Navideño, sufrió la final del fútbol nacional, fue al Parque Diversiones y más.
“Empecé a ir a Costa Rica por mi pareja. Me enseñó el país por primera vez en 2022 y la verdad, la primera vez que yo llegué no hice contenido, simplemente me dediqué a explorar, a ver. Era la primera vez que yo salía de Nicaragua. Me enamoré”, contó a La Teja.
Se enamoró de la calidez de la gente
José Ismael comentó que desde entonces, él ha visitado otros países como El Salvador, Panamá y Honduras, pero no sintió igual con Costa Rica. Para él, este país tiene algo muy especial.
“Me gusta hacer cosas de turismo, cosas de comida y más. Creo que cada experiencia en Costa Rica siempre es mejor que la anterior. A mí me enamora la gente de Costa Rica; pienso que son tan amables, tan hospitalarios, tan serviciales. Eso realmente fue lo que a mí me enamoró como tal del país”, dijo.
El joven compartió que a él se le acerca la gente en la calle y él siente su calor y su cariño.
Costa Rica lo enamoró tanto al punto de que se tatuó las banderas del país y de Nicaragua en el brazo.
De hecho, durante su visita al país este diciembre, él decidió traer a su mamá para que conociera también.
“Era la primera vez de mi mamá para todo. La monté a un avión por primera vez. Fue muy bonito, fue mágico. Lo poco que pudo conocer, se lo mostramos con mucho amor”, dijo.
El joven ha visitado Costa Rica más de 5 veces y los lugares que le han llamado la atención son Sarchí, Bajos del Toro, playa Conchal, el Parque Diversiones y Ponderosa Adventure Park, en Guanacaste. Este último lugar le gustó mucho porque nunca pensó en conocer una jirafa.
Una de las comidas que él se enamoró de Costa Rica es el chifrijo.
“Me encanta porque es algo distinto, soy muy amante del chifrijo. Cada vez que voy a un restaurante y miro que esté en el menú. Realmente pido uno porque es una comida muy rica y me he dedicado a buscar cuál es el mejor chifrijo de Costa Rica”, comentó.
No solo muestra Costa Rica, sino también apoya a su gente
Además de compartir contenido sobre lugares populares o datos curiosos de Costa Rica, el joven también aprovecha sus redes sociales para apoyar a sus compatriotas que tienen algún negocio en el país.
“Me gusta apoyar a los míos. Cuando llegué a Costa Rica, la primera persona que me apoyó fue el de Pinchos Panchos. Llegué a su negocio y él me dijo que podía hacer un video. Le dije que sí, y hasta el día de hoy, ahora hay personas que me contratan que son negocios de costarricenses y son empresas bastante grandes. Me siento agradecido por eso”, comentó.
Él también siente el apoyo de parte de Patricia Zavala, propietaria de Fritanga Patricia.
“Le digo ‘tía Patricia’, es una señora que nos ha dado bastante la mano y por eso también la apoyamos”, dijo.
Busca romper estereotipos
José Ismael compartió que, en sus visitas al país, no ha sufrido de xenofobia. Él trata de mostrar las culturas de ambos países en sus redes sociales con respeto.
“Los nicaragüenses siempre tratamos de que cuando los costarricenses nos visitan, ser muy hospitalarios. Quiero romper esos estereotipos porque son dos países hermanos, países lindos que tienen mucho en común, sin embargo, cada uno tiene una cosa especial y eso es lo que hace bonito”, expresó.
El joven desea que los costarricenses y los nicaragüenses se respeten entre sí.
“Los costarricenses nos han abierto las puertas, les han dado trabajo a los nicaragüenses. Igual, que los costarricenses sepan que el nicaragüense es una persona muy amable, con un carácter fuerte, pero es muy leal, trabajadora”, dijo.
¿Se vendría a vivir a Tiquicia?
José Ismael no descarta la idea de mudarse a Costa Rica, sin embargo, tiene su vida en Nicaragua.
“Hubo un momento enque lo pensamos mucho porque créeme, es increíble y todavía no proceso por qué tanta gente me saluda en las calles. Sin embargo, tengo a mis mascotas en Nicaragua y mucho trabajo, es muy estable, gracias a Dios, pero no me molestaría en un futuro realmente vivir en Costa Rica”, dijo.
Por mientras tanto, el joven continuará visitando los rincones de Costa Rica. De hecho, él tiene algunos lugares que le gustaría conocer, por ejemplo, La Fortuna de San Carlos y Puerto Viejo, en Limón.


