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Nueva moneda de 100 colones: “Salí en la moneda como un presidente”

Ligia Torijano y Cupido son los que bailan en la nueva moneda de 100 colones, los invitamos a conocerlos

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En la pista de un salón imaginario, con luces brillantes y una cumbia reventando los parlantes, el corazón de Costa Rica se volvió metálico y redondito: el swing criollo ahora baila en una moneda nacional de 100 colones. Y no lo hace solo.

Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una moneda de 100 colones que conmemora la declaratoria del swing criollo como patrimonio cultural inmaterial costarricense. Estas fotos son de la sesión que les hizo el Banco Central para la moneda
Doña Ligia y Cupido llevan años bailando swing criollo. (Cortesía/Cortesía Banco Central de Costa Rica)

En ese giro eterno de pasión, sabor y tradición, dos figuras llenas de ritmo, Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una pieza que vale mucho más que una tejita.

Así será nueva moneda de 100 colones, un homenaje al swing criollo

Ligia, de 65 años, es una tibaseña nacida en cuna artística, criada en San Marcos de Tarrazú hasta los ocho años. Su papá, Aristides, y su mamá, Hortensia, eran educadores con alma de artistas. En su casa, los actos cívicos venían con coreografía incluida y el arte no era opcional, era parte del ADN.

“Mi abuela paterna era rumbera (doña Carmen Barrientos), ¡imagínese! Mi papá decía que ella no paraba de bailar. Y mi abuelo materno (Miguel Chacón) se metía a los salones a verla por las rendijas”, cuenta Ligia con una sonrisa que contagia.

Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una moneda de 100 colones que conmemora la declaratoria del swing criollo como patrimonio cultural inmaterial costarricense. Estas fotos son de la sesión que les hizo el Banco Central para la moneda
Esta moneda a colores es el homenaje al swing criollo con Cupido y doña Ligia Torijano. (Cortesía/Cortesía)

Desde que tiene memoria, el baile ha sido su lenguaje. Y fue más allá de las pistas: fundó su propia compañía “La Cuna del Swing de Ligia Torijano”, recibió el Premio Nacional de Cultura en 2010 y hasta impulsó el decreto que declaró al swing criollo como patrimonio cultural inmaterial.

Ligia ha bailado por pasión, por convicción y por amor a su país.

Por eso, cuando el Banco Central la contactó para la nueva moneda de 100 colones dedicada al swing criollo, se le revolvió el alma de la emoción.

“Me hicieron entrevistas, sesiones de fotos a mí solita, pero yo dije que no podía salir sola. El swing criollo es de pareja, así nació y así debe seguir”, recordó.

Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una moneda de 100 colones que conmemora la declaratoria del swing criollo como patrimonio cultural inmaterial costarricense. Estas fotos son de la sesión que les hizo el Banco Central para la moneda
Esta foto es de la sesión que les hizo el Banco Nacional para la moneda. (Cortesía/Cortesía Banco Central de Costa Rica)

Wálter Morales Zamora, de 66 años, lleva más de medio siglo bailando, desde los 15, cuando descubrió el swing criollo en el salón Happy Land de Tibás.

Creció en León XIII, donde todavía vive y es un personaje entrañable. De joven fue comparsero, después vendedor en el mercado Borbón, luego tuvo un karaoke y hoy vende frutas desde su pick-up.

Pero nunca ha soltado el pañuelo ni ha dejado de moverse con ese paso que mezcla pasión, picante y tradición, porque cuando se pone el pañuelo, aparece Cupido inmediatamente.

Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una moneda de 100 colones que conmemora la declaratoria del swing criollo como patrimonio cultural inmaterial costarricense. Estas fotos son de la sesión que les hizo el Banco Central para la moneda
Cupido conoció el swing criollo a los 15 años y se enamoró para toda la vida. (Cortesía/Cortesía)

“El swing criollo me ha llevado a todo el país y a todo el mundo. Yo le debo tanto... Cuando vi la moneda me puse a llorar. Es un premio que viene del cielo, viene de Dios”, dice con la voz entrecortada.

La moneda, que forma parte de una colección del Banco Central dedicada al patrimonio cultural inmaterial de Costa Rica, saldrá a la venta el 23 de julio.

Solo habrá 17 mil monedas de colección (las que tienen colores), entre acrílico y estuche, y costarán ¢9.000 cada una.

La imagen en el reverso muestra a Ligia y Cupido bailando con la alegría que los define. El salón, las luces y las notas musicales acompañan ese paso tan nuestro.

Ligia Torijano Chacón y Wálter “Cupido” Morales Zamora, quedaron inmortalizadas en una moneda de 100 colones que conmemora la declaratoria del swing criollo como patrimonio cultural inmaterial costarricense. Estas fotos son de la sesión que les hizo el Banco Central para la moneda
Doña Ligia Torijano nació bailando y el swing criollo ha sido su amor, su pasión. (Cortesía/Cortesía)

Pero más allá del metal y del diseño, esta moneda es un reconocimiento a dos vidas dedicadas a mantener viva una danza que nació en la clandestinidad de los salones josefinos a mediados del siglo XX, cuando solo unos pocos se atrevían a girar con libertad.

Ligia dedicó la moneda a sus padres, que siempre creyeron en ella. Su papá falleció justo un día antes de uno de sus espectáculos más importantes, el 12 aniversario de la declaratoria del swing criollo como patrimonio inmaterial. Con el corazón destrozado, salió a escena y bailó por él, por su mamá, por la memoria viva del arte.

Cupido, por su parte, anda con el corazón algo rebelde. Se le han alterado los exámenes, le dan apretoncitos en el pecho cuando baila más de cuatro minutos.

La bailarina Ligia Torijano es una de las más importantes precursoras del swing criollo en nuestro país. En la foto con Wálter “Cupido” Morales Zamora.
Cupido y doña Ligia Torijano han compartido pistas en el país y el extranjero, incluso en el Teatro Nacional y el Melico Salazar. (Cortesía)

Pero no se rinde. “Hasta que Dios me lo permita, seguiré bailando. Si quedo en una pista, seré el hombre más feliz del mundo”, dice, con la sinceridad de quien ama sin condiciones.

No se descuida, andaba en busca de un cardiólogo que quiera atenderlo porque no tiene seguro.

Ambos, ella con su carisma de maestra y él con su alma de artista callejero, ahora figuran entre los grandes de Costa Rica. Ya no solo bailan en las pistas, ahora giran en los bolsillos, en las calles y en la historia.

“El swing criollo se baila todos los días en este país. Es alegría, es identidad, es algo que nos pertenece totalmente”, dice Ligia con firmeza.

Y mientras tanto, Cupido ya anda mostrando su moneda como quien muestra una medalla del mundial.

“Salí en una moneda como un presidente, ¡esto no tiene precio!”, dice lleno de felicidad.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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