- ¿Hoy es viernes? Le juro que pensé que era mañana, yo siempre respeto la restricción oficial, pregúntele a mis hijos que aquí van.
- Vieras que me vengo parqueando oficial, acabo de bajar a mi mamá que está enfermita, no han pasado ni dos minutos. ¿Cómo que lleva media hora acá esperándome oficial? No, no, usted está mal, ya me voy, ¿me puede dar las placas para irme?
- ¿Cómo que tengo la licencia vencida? ¿Eso no vence el otro año? ¿Ustedes publicaron un reglamento anunciando eso? A mí nunca me ha pasado, se lo juro.
Esos son solo algunos ejemplos de las muchas justificaciones que escuchan los oficiales de la Policía de Tránsito y al leerlas cualquiera pensaría que en Costa Rica viven puros santicos y que las multas se le hacen solo a angelitos.
Es por eso que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes aprovechó que este jueves es el Día de Todos los Santos para hacer una publicación en su página de Facebook en la que se ven las fotos de muchos conductores cometiendo infracciones, pero que cuando son “cachados” por los oficiales salen con un puro cuento para, según ellos, demostrar que no hicieron nada, por eso a cada imagen le pusieron un emoticón de un angelito.
Germán Marín, director de la Policía de Tránsito, indicó que lleva 25 años de hacer valer la ley en las calles y cuenta con los dedos de una mano la cantidad de veces en que un chofer reconoce su error.
"Es mejor que el conductor sea sincero, que haga conciencia y se disculpe. Ojalá fuéramos tan santos como decimos ser y que realmente se comportaran como cuando ven a un oficial. Cuando un compañero se ubica con un radar en carretera, todos los carros pasan a 20 kilómetros por hora, hasta presa hacen. Si realmente condujeran así siempre no sumaríamos 358 fallecidos en carretera en lo que va del año y cumpliríamos nuestra meta de cero muertes, sería una maravilla”, aseguró el jerarca.
Marín atendió un caso hace unos días en el que un conductor no portaba documentos. El hombre aseguró que el día anterior lo habían asaltado y lo habían dejado sin nada. Entonces se le pidió que mostrara la denuncia del OIJ.
“Es este momento voy para allá”, fue la respuesta, mientras hacía una cara de determinación disimulando la mentira. La historia se le cayó cuando revisaron en el sistema y descubrieron que dicho conductor nunca en su vida había sacado licencia.